Como "toque de oración" en coronavirus desde su terraza para todo el pueblo Un joven de 16 años interpreta todos los días los Gozos de san Bartolomé en Villahermosa del Río
Es el pueblo de José Pradas Gallén uno de los compositores más relevantes del barroco musical español del siglo XVIII, quien compuso más de 400 obras, conservadas en la Catedral Metropolitana de Valencia, el Real Colegio del Corpus Christi, la Catedral de Segorbe Castellón, la Biblioteca Nacional de Madrid y la biblioteca del Monasterio del Escorial entre otros sitios.
| Baltasar Bueno , corresponsal en Valencia
David Solsona tiene 16 años y todas las tardes, en este tiempo de confinamiento, cual “toque de oración” medieval, a la trompeta, desde la terraza de su casa, interpreta la salmodia de los tradicionales Gozos en honor a san Bartolomé, patrón de Villahermosa del Río, después de ejecutar el Himno Nacional de España. A los 14 años comenzó a prepararse para recibir el sacramento de la Confirmación. El pueblo tiene pocos habitantes, a principios del siglo pasado llegó a la cifra de 3.000, pero ha ido vaciándose poco a poco.
Villahermosa del Río es de la provincia de Castellón en, en la frontera con la de Teruel, limita con Puertomingalvo. Tiene pocos, pero importantes monumentos, el castillo carlista, la iglesia parroquial y la ermita de san Bartolomé, la gran devoción religiosa del pueblo. En las grandes solemnidades se los cantan: “Pues por senda de dolor/ va avanzando nuestro pie/ sea san Bartolomé/ Nuestro santo protector”. Los gozos son composiciones poéticas que en nuestro caso relatan la vida del apóstol y cómo llegó su devoción al pueblo: “Esta imagen milagrosa/ dentro de un zarzal hallada/ es la joya más preciada/ del pueblo de Villahermosa/ además de amparador es emblema de su fe”.
El cura párroco Héctor Gozalbo hizo que los vecinos colgaran en los balcones de sus casas reposteros con la imagen de san Bartolomé, al que se le venera aquí al menos desde el siglo XIV cuando le levantaron ermita. Una manera, junto a la música, de rezar, de pedir la impetración del santo. Acompañando a la trompeta, la vecindad desde sus casas canta los Gozos y encienden velas a su imagen, que no falta en ninguna de ellas. Todos rezan por todos, vivos y difuntos, sanos y enfermos. Los de aquí y los de allá, los de toda España, y por los que luchan en primera línea de batalla contra el virus.
David forma parte de la sociedad musical “José Pradas” de Villahermosa. José Pradas Gallén nació el 21 de agosto de 1689 en Villahermosa de Río, fe infantillos en la Catedral de Valencia, tras lo que opositó a maestro de capilla y organista en la capilla de San Jaime de Algemesí, luego lo hizo en Santa María de Castellón para acabar en la Catedral Metropolitana de Valencia, cargo que desempeñó durante 29 años.
José Pradas Gallén es uno de los compositores más relevantes del barroco musical español del siglo XVIII y han sobrevivido al transcurrir de los siglos más de 400 obras, conservadas en la Catedral Metropolitana de Valencia, el Real Colegio del Corpus Christi, la Catedral de Segorbe Castellón, la Biblioteca Nacional de Madrid y la biblioteca del Monasterio del Escorial entre otros sitios.
Pradas introdujo en el barroco nuevos instrumentos violines, trompas, oboes y flautas, la cantata italiana y el minué), de manera que sus “villancicos-cantata” representan la evolución de este género durante el siglo XVIII.
El joven trompetista David Solsona tiene por delante a un paisano suyo referente de la música barroca del XVIII. David es polifacético, además de la trompeta domina otros instrumentos, como la guitarra. Al explicar este gesto solidario en tiempos de coronavirus dice: “Es mi particular homenaje, desde este modesto pueblo de trescientos habitantes, a quienes se entregan para que otros puedan curarse de esta grave enfermedad”.
Sus sones llegan hasta la ermita de San Bartolomé, Monumento de interés local. Se trata de uno de los santuarios más monumentales de la comarca del Alto Mijares y posiblemente uno de los más populares. En la actualidad la zona se ha puesto en valor y se ha construido en sus alrededores cabañas rurales, así como un área recreativa con instalaciones como paelleros, mesas y bancos, agua potable, etc. El conjunto del santuario está formado por varios edificios además de la ermita propiamente dicha, como la casa del ermitaño y la hospedería (convertida actualmente en hotel rural). Cuenta la tradición que un pastor encontró la imagen del Santo escondida entre las zarzas, a las que se acercó atraído por un extraño resplandor. En memoria del hallazgo se erigió en principio una capilla. Aquí se retiró en su jubilación el músico José Pradas y aquí quiso ser enterrado.