Quién nos iba a decir a nosotros, en mi trabajo, que al final íbamos a pasar apuros económicos por contar con un dinero que no llega y no obstante se nos debe. Nada más y nada menos que cerca de 4000 € por un curso de ayuda a niños inmigrantes que dimos durante este verano. Y el que nos debe el dinero, pues el ayuntamiento de Las Rozas. El pago se promete en Diciembre, y mientras a apechugar todos, en primer lugar la directora que no cobrará un duro, y yo que tampoco. Y como una compañera del trabajo está en verdaderos apuros, pues los pocos ingresos que quedan, tras devorarlos el alquiler y los impuestos, para ella. El resto de compañeros veremos si cobran algo o nada. Si la cosa nos hubiera pillado en enero, otro gallo cantaría, pero justo en los meses malos de septiembre y octubre.

Así son las cosas y así es la crisis. La empresa en que trabajo, no se hundirá porque entre todos hacemos el esfuerzo. Octubre es malo, Noviembre es equilibrado, y diciembre comienza la recuperación con o sin dinero adeudado.

Pero ocurre que lo nuestro solo son 4000 €, a otros que no lo sé, no quiero imaginármelo. Lo que si sé, y esto lo puedo asegurar cualquiera, que el primero que estará allí para cobrar será el señor alcalde Bonifacio de Santiago, y para cobrar su sueldo del mes. Y al lado los concejales del PP, del PSOE y del partido que sea.

Pues pensando en esto, creo que el problema que tenemos en los ayuntamientos es que quienes abren el grifo del dinero, lo abren primero para sus bolsillos y luego para el de los demás. ¿Hay solución? Pues yo os doy una. Si un ayuntamiento debe dinero, el último en cobrar que sea el señor alcalde con sus señores concejales. En cuanto se vean sin un mísero ingreso, se lo van a pensar dos veces antes de endeudar un ayuntamiento. Y lo mismo hasta esta utópica idea podríamos extenderla a todos los ayuntamientos, comunidades autónomas y presidencia del gobierno. Ya verían estos señores como para cobrar se lo piensan dos veces antes de emitir deuda.