¿Pro-vida o pro-persona? Q & A 1
Ignoro si Barbara es pseudónimo o firma, pero su mail desde USA merece respuesta. “¿Está usted de acuerdo con la enseñanza de Juan Pablo II y de la CDF acerca de la presunción en favor de mantener la nutrición e hidratación médicamente asistidas en el caso de personas en PVS?” (Do you agree with the teaching of Pope John Paul II and the CDF about the presumption in favor of providing medically assisted nutrition and hydration to persons in PVS? -Barbara Reich-).
Gracias, Barbara, por su pregunta, formulada exactamente. Usa usted el término técnico “presunción”, como cuando hablamos de la presunción de inocencia mientras no se den razones suficientes en contra. Las razones de peso para quienes decidan en lugar de la persona inconsciente no deberán ser egoistas ni discriminadoras, sino motivadas por el respeto a la dignidad incondicional de la persona paciente y al valor por igual de toda vida humana.
Con ese presupuesto, diversas personas en situaciones semejantes podrán adoptar opciones diversas (de prolongar o de no prolongar), después de haber sopesado la proporción o disproporción entre los beneficios y la cargas del procedimiento que usted atinadamentge llama “medically assisted”.
Es cierto que, ya antes que lo dijera Juan Pablo II (en 2004) o la CDF (en 2007), lo expresaban así las Directivas los Obispos norteamericanos: “There should be a presumption in favor of providing nutrition and hydration to all patients, including patients who require medically assited nutrition and hydration” (Ethical and Religious Directives for Catholic Health Care Services, 2001, n. 58).
Pero, sentado ese criterio general, añadían las Directivas: “en la medida en que eso supone un beneficio suficiente como para superar las cargas para la persona paciente (as long as this is of sufficient benefit to outweigh the burdens involved to the patient)”. Luego hay una zona gris, ni blanca ni negra, que deja lugar a decisions diferentes, no basadas en cien por cien de certidumbre, pero sí prudentes y responsables.
Como muestra de lo controvertido y controvertible de la cuestión, el contraste entre los Obispos de New Jersey (en favor de mantener la nutrición sin excepciones) y los Obispos de Texas (considerándola sujeta, como los demás tratamientos, a una discreción de pros y contras). A nivel estatal, el asesoramiento proporcionado a los obispos de USA por su Comisión Pro-Vida (U. S. Bishops’Committe for Pro-Life Activities,Origins, 9-IV-1992, p. 705ss.) dijo que estas decisiones sobre el tratamiento de pacientes en PVS “debería ser orientado por una presunción en favor de la nutrición e hidratación médicamente asistidas (guided by a presumption)”.
Con esa orientación, en cada caso concreto , sopesadas cargas y beneficios, sin intención de suprimir la vida, sino de respetar su dignidad en el proceso de morir, se pueden dejar de usar aquellos recursos que no ofrecen expectativa razonable de mejora y conllevan una carga desproporcionada para la persona paciente o su familia.
(Excuse me, Barbara, for not writing the answer in English. I did it so, out of concern for the majority of Spanish speaking readers of this blog. Best wishes. J.M.).
Gracias, Barbara, por su pregunta, formulada exactamente. Usa usted el término técnico “presunción”, como cuando hablamos de la presunción de inocencia mientras no se den razones suficientes en contra. Las razones de peso para quienes decidan en lugar de la persona inconsciente no deberán ser egoistas ni discriminadoras, sino motivadas por el respeto a la dignidad incondicional de la persona paciente y al valor por igual de toda vida humana.
Con ese presupuesto, diversas personas en situaciones semejantes podrán adoptar opciones diversas (de prolongar o de no prolongar), después de haber sopesado la proporción o disproporción entre los beneficios y la cargas del procedimiento que usted atinadamentge llama “medically assisted”.
Es cierto que, ya antes que lo dijera Juan Pablo II (en 2004) o la CDF (en 2007), lo expresaban así las Directivas los Obispos norteamericanos: “There should be a presumption in favor of providing nutrition and hydration to all patients, including patients who require medically assited nutrition and hydration” (Ethical and Religious Directives for Catholic Health Care Services, 2001, n. 58).
Pero, sentado ese criterio general, añadían las Directivas: “en la medida en que eso supone un beneficio suficiente como para superar las cargas para la persona paciente (as long as this is of sufficient benefit to outweigh the burdens involved to the patient)”. Luego hay una zona gris, ni blanca ni negra, que deja lugar a decisions diferentes, no basadas en cien por cien de certidumbre, pero sí prudentes y responsables.
Como muestra de lo controvertido y controvertible de la cuestión, el contraste entre los Obispos de New Jersey (en favor de mantener la nutrición sin excepciones) y los Obispos de Texas (considerándola sujeta, como los demás tratamientos, a una discreción de pros y contras). A nivel estatal, el asesoramiento proporcionado a los obispos de USA por su Comisión Pro-Vida (U. S. Bishops’Committe for Pro-Life Activities,Origins, 9-IV-1992, p. 705ss.) dijo que estas decisiones sobre el tratamiento de pacientes en PVS “debería ser orientado por una presunción en favor de la nutrición e hidratación médicamente asistidas (guided by a presumption)”.
Con esa orientación, en cada caso concreto , sopesadas cargas y beneficios, sin intención de suprimir la vida, sino de respetar su dignidad en el proceso de morir, se pueden dejar de usar aquellos recursos que no ofrecen expectativa razonable de mejora y conllevan una carga desproporcionada para la persona paciente o su familia.
(Excuse me, Barbara, for not writing the answer in English. I did it so, out of concern for the majority of Spanish speaking readers of this blog. Best wishes. J.M.).