El papa Francisco finalmente sobrevolará los espacios aéres de China y de Taiwán el próximo sábado, según confirmó Religión Digital de fuentes vaticanas. Serán parte del recorrido de 4.600 kilómetros que hará para llegar desde Bangkok a Tokio, y el gesto de sobrevolar los dos países debe ser considerado un nuevo “puente” pontificio.

Los dos países estaban expectantes por la posibilidad de que Jorge Bergoglio pasara por sus espacios aéreos en la ruta. Especialmente en el caso de China, país que le permitió en 2014 el sobrevuelo a Jorge Bergoglio que años antes le había negado a Juan Pablo II. Y entonces el jesuita argentino se convirtió en el primer pontífice de la historia en pasar por sus cielos.

La de la semana próxima será, además, la primera ocasión en la que Bergoglio pase por China desde la firma, el 22 de septiembre de 2018, del acuerdo provisorio para la designación conjunta de obispos.

El pontífice pasará por Laos, Vietnam, China, Hong Kong, Taiwán y Japón, según la ruta estipulada por la secretaría de Estado. Y a las autoridades de cada país le enviará un telegrama de saludo, como es costumbre. Queda la incógnita de la inclusión de Hong Kong en la lista de “países sobrevolados”, pese a que es un territorio perteneciente a China desde la restitución británica de fines del siglo pasado.

De todos modos, el envío de los telegramas será uno de los momentos políticos más importantes del viaje. Basta recordar, por ejemplo, la repercusión que tuvieron otros telegramas pontificios, como el que en 2018 envió al presidente argentino Mauricio Macri en su camino a Chile.

Los ojos el próximo viernes estarán sobre los telegramas. Más aún considerando que ni en el vuelo de ida a Tailandia el martes 19, ni en el de regreso de Japón el 26, el aéreo papal tiene previsto volver a pasar por ninguno de los dos países.