Signos de luz y vida: La Vera, Paloma y su Padre, el camarero, el Papa y los jóvenes "Estar en la gloria: el papa, los jóvenes y la Vera extremeña"
En el día de hoy, vuelvo a intentar estar atento a lo que ocurre, creyendo aquello que lo que dice el evangelio es verdad porque se cumple en la vida. Una escena en la Charca de la Máquina en Guijo de santa Bárbara, un bocadillo en el Km 200 de la autovía Nacional V, y la visión del encuentro del Papa y los jóvenes con palabras de bienvenida.
| José Moreno Losada
Estar en la gloria
(El papa, los jóvenes y la gente sencilla)
En la Vera, como en la gloria
Acabo de llegar a casa tras estar unos días en la Vera, ese paraíso tan natural y tan humano. Afortunado yo de lo vivido, esa comunión y armonía con la naturaleza que para los creyentes de verdad de creación, de un amor del absoluto que todo lo ha realizado porque lo quiere y por eso mismo lo mantiene. La divinidad que abraza y confirma en lo diario del sol, la luz, el agua, las plantas, la montaña, los charcos y las gargantas. Captar ese mensaje es de sencillos y confiados. Allí he sentido que estaba en la gloria.
Hoy al terminar mi estancia, fui a abrazarme y despedirme en la garganta del Guijo. Juanca, que me acompañaba se fue delante y se lanzó al charco de la máquina, presidido por un puente lleno de plantas que cuelgan y bendicen a los que se sumergen en sus aguas. Se sentía, según me comentaba, lleno de paz, unidad interna, no le resultaba fría esa agua mañanera que el abrazaba y tocaba con ternura, momento divino. Tras lanzarme decidido, se acercó un matrimonio ya con cierta madurez de vida.
Paloma estaba en la gloria con su padre
La señora, Paloma del Monte que vive en Madrid, no dudó en adentrase con una decisión firme en las aguas frías, mientras su marido la contemplaba con cuidado y cariño, enseguida nos dio la razón de esta fortaleza.
El padre de esta señora, que vive en Madrid, era Bernabé del Monte, siempre les contaba y recordaba, con pasión, cómo él con sus amigos desde Navalmoral venían a este lugar para pasar el día y gozar de este paraje tan paradisiaco. Cuando él murió, atendiendo a su recuerdo y deseo, derramaron sus cenizas en este lugar, en la corriente de la garganta. No había podido venir antes a visitar el lugar, pero lo soñaba y deseaba. Hoy lo estaba cumpliendo, según entraba en el agua de esta charca decía con cariño que estaba en la gloria. Estar en la gloria, en el abrazo del lugar de origen que también hoy lo era de destino, Abrazo al padre. Estaban en Navalmoral una semana, se unían a la familia que estaban celebrando los cien años de la tía María, cuñada de Bernabé. En un momento se hizo lugar de celebración y de acción de gracias de ella y de los lo que la rodeábamos, sentía que aquello era templo de la vida, de la historia, de la familia, del padre querido, de las raíces y la savia. Agradecidos. Le prometí que escribiría de este momento sacramental.
El camarero del KM 200 y la gloria de los jóvenes del Papa.
En el camino de vuelta, paramos en el Km 200 de la autovía, parece también un rito esa parada en ese lugar, tan de paso y tan de central nuclear. Allí alguno de los camareros, ya me trata con familiaridad, hoy me ha buscado para decirme que han pasado más de doscientos autobuses para la jornada de la juventud en Lisboa, pero que da gusto atender a estos jóvenes y sus modos de situarse cuando los atiende. Las filas ordenadas, el respeto mutuo, el detalle de saber pedir y esperar, de dar las gracias. Hacía referencia a otros grupos, de peñas deportivas, etc… que también pasan, y dejan mucho que desear en modos y comportamientos. Se sentía afectado por esta experiencia que valoraba y comentaba a muchos, vamos que daba gloria atender a estos jóvenes de todos los países.
Palabras gloriosas de bienvenida: el papa con los jóvenes.
Ahora ya en casa escucho el discurso de bienvenida del papa a los jóvenes en Lisboa, y siento que sus palabras han dado claves fundamentales para vivir la juventud: “Ninguno es un número ante Dios, todos somos rostros, cara, corazón. En este mundo os buscan para la utilidad, lobos con sonrisa aparente de que nos conocen, pero no nos quieren, nos prometen, pero nos dejan solos cuando no les interesamos para su utilidad. Mucho de lo que nos atrae después es pompa de jabón, superfluo, algo que nos deja vacíos. Cristo no es así, el confía en cada uno, cada persona le importamos, ese es Jesús así es. No le da igual nada de cada uno de nosotros. No somos los mejores, somos pecadores, pero somos llamados, esa es nuestra dignidad y singularidad. Con limitaciones, pecados, pero también con la alegría, con las ganas de luchar y vencer. Somos comunidad, hermanos y hermanas, hijos del Padre. En la Iglesia hay espacio para todos, para todos… ninguno sobra ni está de más. Jesús manda a los apóstoles, traigan a todos al banquete… sin excepción…todos, todos, todos… madre todos es la Iglesia.”
Veo el rostro del Papa lo siento rejuvenecido, transfigurado y lleno de amor para toda esa muchedumbre juvenil, que a veces anda como ovejas sin pastor. Hoy el Papa se ha sentido en la gloria y los jóvenes lo mismo con él. Cuánto de cielo hay en la tierra, esa es nuestra misión en el camino de lo humano, que la tierra pueda ser lugar de justicia, paz y amor para todos. Que todos sigamos dándote gloria y honor a ti Padre del cielo y en la tierra paz a los hombres.
José Moreno Losada