Las migajas de la mesa... El pan de nuestros hijos y los inmigrantes (perritos)

El pan de nuestros hijos y los inmigrantes (perritos)
El pan de nuestros hijos y los inmigrantes (perritos)

El evangelio de hoy no tiene desperdicio en el contexto que vivimos. Ayer Maria, voluntaria de Cáritas, tras la reflexion homilética, me transmitía cómo le había interpelado ver  cómo Jesús cambió de postura y pensamiento al encontrarse con la extranjera que le pedía ayuda al ver su interior y su lucha, su fe. Y hablámos de los que vienen a la acogida en la que ella participa y se acercan bastantes inmigrantes con dificultad.

El pan de nuestros hijos y los inmigrantes (perritos)

Ayer en la eucaristía de vísperas del Domingo, algunos fieles tras la celebración entraron en la sacristía para comentar el texto del evangelio a partir de algún elemento que ofrecí en la homilía, entre ellos estaba una persona de acogida en Cáritas.

inmigrantes

En la reflexión ofrecí algunos datos vivos de inmigrantes a los que acompañamos, que buscan nuestras migajas desde su dolor y hambre vital. Rafael que lleva meses en España y va haciendo su proceso de legalización, pero hasta ahora es ilegal, una situación grave familiar le urge para que pueda enviar algún dinero que aún no tiene, aunque trabaja cuidando a un anciano –todo negro e ilegal- mientras está en el centro hermano. Nos pide un préstamo y ahora cada semana viene a traer su cuota con lo que va ganando poco a poco, también viene a celebrar la eucaristía, hoy domingo posiblemente esté con nosotros en la mesa.

María, que está en la acogida, habla de cómo un joven africano que estuvimos ayudando encontró trabajo y vino a dar las gracias por la ayuda, contento por la nueva situación, aunque fuera ilegal. Ahora vuelve a quedarse sin trabajo y nos duele su situación.

Arturo quiere venirse a vivir ahora a Badajoz, llegó hace dos años, siendo menor de edad, espera ser legalizado en octubre para poder ya matricularse y estudiar que es lo que busca. Lleva tres años en soledad, con la ayuda de amigos y conocidos, está en los grupos de la JEC, y ha participado en la asamblea reciente, pasó antes por Cáceres. Nos pide ayuda para poder alquilar una habitación para él y otro paisano que va a llegar. La ayuda no es sólo económica sino también para poder hacer el contrato del piso. Todo son dificultades, él es excelente luchado, estudia online, escribe novelas, reflexiona, vive esperanzado, pero sufre mucho por su situación. Su ilusión es ayudar a su familia que sigue en su país de origen y lo han enviado para que pueda tener futuro, el que no tiene en Nicaragua. Son tantos…

El evangelio de hoy nos contrasta con esta situación y nos invita a leer en creyente lo que estamos viviendo con los inmigrantes tanto personalmente como en comunidad cristiana. Recibo de Fernando Rivas su habitual comentario patrístico dominical que ilumina la situación actual y que lo tengo de fondo en la homilía:

“Conociendo nuestro Señor la fe inoportuna, dijo: «Mujer, grande es tu fe. Que sea como tú quieres». La fe recibió lo que las obras no merecían. Los gentiles se convierten de perros en hijos gracias a la fe” , #EpifanioLatino #Domingo20TO

* Algunos han titulado este episodio como "la mujer que convirtió a Jesús" haciéndole cambiar de planes. El encuentro con el otro y el diferente nos transforma.

* ¿Cómo convertir los inconvenientes en oportunidades? Maestría de la mujer cananea de perseverancia y humildad, una difícil combinación.

* La mujer cananea nos enseña que la fe no solo es creer, sino confiar, a pesar de las dificultades, y seguir para adelante. En este caso, la fe no solo mueve montañas, sino al propio Dios.

A la luz de lo textos y este comentario traigo a colación las declaraciones de la extrema derecha en Portugal donde su interpretación de la JMJ reciente, de los jóvenes con el Papa, es que ha sido un coladero de inmigrantes. Me recuerda que este mensaje es transversal en todas esas ideologías y que puede estar de fondo de algunos sentimientos generalizados, que los inmigrantes vienen a comerse el pan de nuestros hijos.  También planteo una reflexión sencilla de cómo es nuestra actitud ante los inmigrantes que están en nuestras calles y ciudades.

El evangelio nos invita a una relación de diálogo donde su relato y su lucha pueda transformar nuestra mente y nuestro corazón, para salir de nuestros planteamiento muy organizados y cerrados, donde la persona deja de ser el centro y el otro es visto más como un problema que como una posibilidad, como una razón para la confianza en lugar de para la fraternidad. El Papa Francisco no desaprovecha ocasión para invitarnos a cambiar de mentalidad ante lo que está ocurriendo en el mundo con la inmigración y los extranjeros, basta releer los mensajes que ha dirigido a los jóvenes recientemente en Portugal, esos mismos que rechazan políticos radicales portuguesis.

Hoy es un día en mi reflexión y oración para detenerme y contemplar mi relación con inmigrantes y extranjeros, aquellos que han ido pasando por la parroquia, centro hermano, movimientos y orar desde aquello que me han aportado como personas y como creyentes, como luchadores y sufrientes, arriesgados y comprometidos.

Recuerdo que el mismo Fernando Rivas, patrólogo y amigo, me hablaba hace unos días, de un proyecto que acompaña su compañero Jorge en Madrid, conviviendo con inmigrantes hasta que logran la legalización, a lo largo de unos años. Hacen comunidad de vida y seguimiento. Este año será tendré posibilidad de conocerlo y compartir sus inquietudes. Tengo ganas, de entrar en este texto evangélico desde esa realidad, Dios mediante, y dejar que sigan cambiando mi mentalidad. Terminaba la reflexión en la eucaristía con ese interrogante sencillo: ¿Qué mentalidad tengo con respecto a los inmigrantes y extranjeros? ¿Qué relación establezco con ellos? ¿me dejo interpelar y transformar por ellos como hizo Jesús, el propio Dios?

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