Ya no hay amenazas en nuestras fronteras, pero tampoco hay fronteras para nuestras amenazas. Las amenazas tienen que ver con los muros de las finanzas, la desigualdad, los recursos, la impotencia y el fanatismo.

Es la tesis de Susan George, Presidenta del Consejo del Transnacional Institute.

El muro de las finanzas tiene que ver con los monopolios comerciales y financieros, la especulación, la banca irresponsable.

La mitad más pobre del planeta posee apenas el 1%. Y un ciudadano del 10% superior tiene casi 3.000 veces la riqueza de otro del 10% inferior. Ese es el muro de la pobreza y la desigualdad, que nos resistimos a derribar pese a saber que las sociedades igualitarias casi siempre salen mejor paradas en términos de salud, violencia, etc.

Estamos inmersos en 2 crisis: una económica y otra medioambiental, aunque tendemos a fijarnos en la primera y dejar de lado la otra. La crisis medioambiental deriva del hecho de que estamos consumiendo los recursos del planeta de forma mucho más rápida que su renovación. Estamos viviendo del capital de la tierra, no de sus intereses. Es el muro de los recursos.

El miedo es la disciplina de la sociedad capitalista, dice. El miedo y la furia son una combinación poderosa, que invitan a la frustración y a la impotencia.

La alternativa:

Introducir más “elasticidad social”: sociedades más igualitarias e inclusivas, con más servicios públicos, más protección social y más participación democrática. Con el objetivo de dar luz a un mundo más verde, más justo, más humano y más civilizado.