Esperanzas y desesperanzas políticas
El diagnóstico de un sociólogo de prestigio como Zygmunt Bauman dice “hoy tenemos un poder que se ha quitado de encima a la política y una política despojada de poder”.
La idea expresada por Bauman es que se ha producido un divorcio entre el poder y la política y que quien realmente manda son los mercados financieros. Son ellos los que mueven los hilos de la política. Y la soberanía nacional, que antes era ostentada por el Estado-nación, hoy está sometida a las presiones y los intereses privados de las grandes empresas.
Mi interpretación de las circunstancias anteriores está acompañada de desesperanzas y de esperanzas.
Me desespera que los partidos políticos hayan envejecido y se hayan vuelto obsoletos, sin haber sabido reaccionar ante los cambios que han acontecido.
Mi esperanza está en el hecho de que algo nuevo está aconteciendo. Surgen movimientos sociales que cuestionan la forma actual de hacer política; que ayudan a despertar conciencias adormiladas; que creen que las cosas se pueden cambiar. Y saben que Internet puede ser, y va a ser, un importante dinamizador de las transformaciones a llevar a cabo para lograr una sociedad más justa, más responsable y más solidaria.
MORALEJA
Como mi esperanza es mayor que mi desesperanza me niego a aceptar que nada se pueda hacer.