David López Royo Oportunidades perdidas
"España es una realidad porque su historia así lo reconoce y hoy, además, cuenta con un marco legal amparado en la Constitución que votamos por mayoría. Es un realidad construida con sus luces y sus sombras buscando siempre salir de una tensión destructiva para ser un espacio de oportunidades y de logros"
Las personas precisamos referentes, todos sin excepción. Esto comporta que la sociedad se construye, en buena parte, atendiendo a principios que la propia evolución social va puliendo y proponiendo. Son parámetros que nos ayudan a vivir experimentando el significado de lo que comporta la libertad, sin ésta es imposible evolucionar como sociedades tolerantes y dialogantes.
Menos mal que las relaciones sociales se construyen a través de interrelaciones protagonizadas por diferentes agentes, porque si fuera exclusiva de los referentes políticos deberíamos estar muy preocupados. Los políticos, como representantes de las diversas sensibilidades sociales, existen porque la libertad es uno de los mayores valores con el que cuentan las personas. De hecho las sociedades más avanzadas tienen como punto esencial este valor.
La libertad tiene que estar basada en la comprensión, la estima, el dialogo, el respeto, la creatividad positiva, la coherencia, la dignidad y las oportunidades. La libertad nada tiene que ver con el control, el dirigismo, la pleitesía, el conflicto negativo, la ruptura, la opresión, la violencia, el insulto y la explotación.
El Estado Social de Derecho se basa en principios que buscan la convivencia y el entendimiento, en donde la persona es el punto de encuentro. El problema que puede tener una sociedad es que se olvide de esta dimensión. Esto ocurre porque por regla general aparecen grupos políticos que tienen el objetivo de controlar la vida de cada persona, y para ello precisan alcanzar el poder, ser gobierno. Cuando esto lo logran poco a poco ejercen y ponen en marcha un sistema que nada tiene que ver con la libertad. Es un populismo destructivo que se olvida totalmente de las personas, se esfuerzan en sus discursos por transmitir preocupación por los vulnerables; pero no deja de ser una estrategia sin ningún valor existencial.
El Estado Social de Derecho puede terminar siendo una oportunidad perdida, para que no lo sea es imprescindible no dejar de creer en los valores que lo sustentan, por esta razón llegados a este punto cada persona tiene una gran responsabilidad.
La responsabilidad no se ejerce quejándose de los políticos. No debemos de olvidar que son personas al igual que cada ser que configura la sociedad. Nuestra responsabilidad es construir día tras día el Estado Social de Derecho y esto hay que hacerlo desde la libertad. La responsabilidad puede constituirse en otra oportunidad perdida si no nos tomamos en serio que existen tendencias políticas basadas en el rencor y en el conflicto permanente. La búsqueda de la dignificación de las personas no puede hacerse a través del insulto y de la violencia, cuando esto se implanta es imposible razonar y dialogar.
España es una realidad porque su historia así lo reconoce y hoy, además, cuenta con un marco legal amparado en la Constitución que votamos por mayoría. Es un realidad construida con sus luces y sus sombras buscando siempre salir de una tensión destructiva para ser un espacio de oportunidades y de logros. En este devenir siempre han existido personas dispuestas a contribuir de manera positiva, no solo en la construcción de una gran nación sino en el desarrollo de proyectos innovadores con un alto nivel de espiritualidad, siendo el porqué un crecimiento en la Fe. Han sido personas que, todavía hoy, pueden ser un referente en el que fijarse. Por esta razón, escribía más arriba, que además de los políticos existen otros referentes sociales a los que tener presente. Éstos pueden ser oportunidades no perdidas.
El Estado Social de Derecho no puede evolucionar a través del conflicto y del insulto ¿se imaginan Vds. que los grandes proyectos sociales, tales como empresas grandes y pequeñas, se hubieran sostenido en el insulto y en la violencia interna? La respuesta es que no, porque las que han entrado en esta tensión han terminado autodestruyéndose. Estas situaciones son oportunidades perdidas.
La no libertad niega toda posibilidad positiva de construir proyectos que busquen verdaderamente la dignificación de las personas.
Decía más arriba que pueden existir referentes a los que podamos mirar sin temor a ser engañados, ya que muchos de los existentes en la vida política tan solo nos quieren para su propio aprovechamiento y para conducirnos al conflicto permanente. Estos políticos basan su relato en algo tan sencillo como la existencia de buenos y malos, al mismo tiempo que fijan territorios exclusivos de pertenencia; su estrategia es la existente toda la vida moviendo la parte emocional de las personas. No buscan la libertad.
Nos guste o no a día de hoy, sin buscarlo y sin quererlo, por quienes vivimos en Madrid nos hallamos en el epicentro de una precampaña política electoral, aunque sin dudarlo es ya una campaña en toda regla. Lo que se vote en Madrid tendrá una gran proyección política en el resto de España. El sentido común de quienes decidamos votar huirá de quienes fomenten el conflicto, de la estrategia de los buenos y los malos, y de la ocupación exclusiva de territorios; esto, lo sabemos por experiencia, no conduce a ninguna parte. En todo caso a la no libertad.
Las autonómicas de Madrid deberían de ser un ejemplo de los principios que fundamentan la libertad y a los cuales me he referido en párrafos anteriores. Pero, sin ser agorero, me temo que será otra gran oportunidad perdida.
Apostar por la libertad significa desarrollar programas y proyectos económicos que fomenten el trabajo conjunto entre el tejido empresarial, las administraciones públicas y el tercer sector. Creer en la libertad es establecer programas de intervención sociosanitaria que den respuesta a las distintas necesidades que una población altamente envejecida irá teniendo. Fomentar la libertad es promover proyectos socioeducativos que interaccionen el rigor con la creatividad. Sembrar la libertad es poder disfrutar de espacios de convivencia y de dialogo. Generar la libertad es que cada persona sienta, de verdad, que tiene verdaderas oportunidades para vivir en un Estado Social de Derecho, en donde el bienestar es un logro por el que hay que trabajar todos los días ¡Ojalá que la libertad no sea otra oportunidad pérdida! No podemos perdernos en los vericuetos de un camino que no nos conducirá a ninguna parte.
Señalaba que existen otros referentes en nuestra historia, uno de ellos, para mí, es San Ignacio de Loyola. Estoy leyendo el libro "Para alcanzar el Amor. Ignacio de Loyola y los primeros jesuitas" en un artículo próximo intentaré reflexionar sobre este referente que, desde luego, no deja a nadie fuera de un obligado análisis personal sobre el sentido de la vida y el compromiso que debemos de tener para alcanzar el Amor. Puede ser un referente para cada persona y por extensión para políticos, empresarios, innovadores y población en general. Traigo, como conclusión, un párrafo de este libro escrito por Pedro Miguel Lamet "Los criados de Roser encontraron a Iñigo mendigando de puerta en puerta. Este se dejó invitar y, para pagar el almuerzo, como solía, obsequió a sus nuevos conocidos con una charla espiritual. El matrimonio se quedó asombrado. Efectivamente, aquel hombre tenía algo especial". Estos referentes no dejan de ser grandes oportunidades.
Recomiendo a candidatos a la presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid que no dejen de leer este libro, puede convertirse en su gran oportunidad.