“Hay programas de la tele que dan la impresión de que los gallegos son brutos y mezquinos y que se reúnen y van a las fiestas a llenar el vientre como cerdos y a beber como toneles”, me dijo. “Los gallegos nos reunimos con la familia, y hacemos y vamos a las fiestas para ver y estar con los amigos y conocer gente, y a las romerías, además, por devoción al titular. No comemos para hacer fiesta, sino que la comida es un elemento de nuestras reuniones y nuestras fiestas”, comenté. A propósito de las romerías, hay programas que confunden magia con religión, creencia con superstición, devoción con fanatismo.  “Los políticos dictan leyes para el mundo rural sin haber manchado sus botas en la mierda ni enterrado en un lodazal, y gentes de televisión hacen programas sobre los campesinos sin haber hablado ni convivido con ellos. El programa de máxima audiencia de la tele gallega (TVG) desde hace más de veinte años, sin caer en la vulgaridad ni ridiculizar a nadie, promociona el folclore, las fiestas y los oficios tradicionales, y divierte.