En la parroquia de Aguís, cada uno de los días, el sacerdote y cada uno de los 20/25 miembros de la comunidad que se reunieron para celebrar el Triduano Pascual se saludaron y departieron fraternalmente antes de entrar a la iglesia y a la salida. Cada uno de los miembros aprovechó un momento, antes o después de la celebración, para saludar y contar sus cosas a los antepasados, raíces del campanario. Hoy Sábado Santo, cuando el sacerdote deseó a la comunidad Felices Pascuas todos respondieron: Felices Pascuas. A la salida volvieron a desearse Felices Pascuas, se dieron abrazos y los del invierno pidieron a los que vinieron a la Semana Santa: “Volver el próximo año. Antes todas las veces que podáis”. Antes de disgregarse dieron las gracias al sacerdote, el sacerdote se las dio a la comunidad y todos se dijeron: “Mas vistosas, más grandiosas que la nuestra, muchas. Más piadosa, más sencilla y más elegante, tal vez ninguna. La elegancia es sencilla y la sencillez es elegante”. Y todos, contentos, se fueron pensando: "Cristo ha resucitado"