Magnánima con las virtudes y comprensiva con los defectos

Sencilla y aparentemente transparenté por la enorme capacidad que tenía de sintetizarlo todo. Observadora implacable, era en extremo comprensiva con los defectos y magnánima con las virtudes y cualidades de los demás porque  tenía la enorme capacidad de verlo todo en su situación. Fue quizás una de las personas `cercanas´ con la que más hablé de cosas personales. Me reveló secretos y confió confidencias. Ella se lleva algunos secretos míos de épocas de mi vida un tanto confusas y ricas en dudas, y yo, quizás, me quedo con algunos suyos.  Ante el Padre en quien creíste sinceramente, acuérdate de los que aquí quedamos y te recordaremos siempre.

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