El responsable del COF de Valencia fue acusado por su hermana de abusar de ella durante su infancia
"Los abusos físicos con su padre hacían imposible que pudiera verbalizar los abusos sexuales cometidos por sus hermanos" relata, con suma crudeza. El 'castigo' surtió efecto: tras pasar por varios psicólogos y un centro psiquiátrico, tuvo relaciones con un hombre, y llegó a ser madre. "La primera lesbiana a la que intentó sanar"
"A esos chavales, como a mí, les han robado la infancia y la adolescencia. Y eso no lo van a recuperar (...). Es imposible que en el colegio donde trabajaba no supieran nada de lo que hacía"
El arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, decidió ayer suspender el Centro de Orientación Familiar y aceptar la renuncia de su director, Federico Mulet. Una decisión que pareció sorprender a muchos, pese a que, desde hace meses, eran muchas las voces, desde dentro de la diócesis, que pedían una respuesta contundente, sabedores de que podría haber otros 'muertos' en el armario. Sólo después de que algunos de ellos salieran a la luz, Benavent no tuvo más remedio que actuar. ¿Qué ocurrió para que lo hiciera?
Nos lo cuenta Gonzalo Sánchez en Levante: " La primera vez fue con 3 ó 4 años. Él usaba sus conocimientos del sueño para cogerte en la fase en que no te despertaras, pero calculaba mal. Casi toda mi vida he sido abusada sexualmente por mis hermanos, entre ellos F. ". Pilar, hermana pequeña del docente, soltaba la bomba: ella fue la primera víctima de su hermano.
El profesor, denunciado por practicar terapias de conversión y, a la sazón, responsable hasta ayer del COF de Valencia, que llegaba -según los testimonios de las presuntas víctimas- a ofrecerles pastillas para "sanar su homosexualidad", habría abusado de su hermana, " la primera lesbiana a la que intentó sanar", según el relato del rotativo levantino.
Los abusos habrían prescrito, entre otras razones porque los abusos denunciados se dieron durante la infancia. De una u otra manera, toda la familia, "católica extremista", según Levante, participó. "Los abusos físicos con su padre hacían imposible que pudiera verbalizar los abusos sexuales cometidos por sus hermanos" relata, con suma crudeza. El 'castigo' surtió efecto: tras pasar por varios psicólogos y un centro psiquiátrico, tuvo relaciones con un hombre, y llegó a ser madre.
Hoy, vive feliz con su pareja, una mujer, después de cortar relaciones con buena parte de su familia, pero los relatos de las terapias de conversión denunciados hicieron que Pilar tomara conciencia de la necesidad de contar su historia. "A esos chavales, como a mí, les han robado la infancia y la adolescencia. Y eso no lo van a recuperar (...). Es imposible que en el colegio donde trabajaba no supieran nada de lo que hacía”.