Vinculada al colegio Inmaculado Corazón de María y a la congregación Madres Desamparados y San José de la Montaña Más de 2.400 niños de Guatemala y Colombia han sido apadrinados a través de la ONG valenciana 'Soñadores despiertos'
La asociación comenzó su labor en 1998, cuando el huracán Mitch sacudió Centroamérica, dejando 20.000 muertos, y asolando todo, incluida la comunidad educativa que las religiosas tienen en Guatemala
De esa solidaridad surgió la ONG Soñadores Despiertos, que al año siguiente organizó una expedición, con una religiosa y profesores, para ayudar sobre el terreno y llevar el dinero recogido
Actualmente, la ONG tiene de 40 socios y 145 personas que hacen de padrinos. De ellos, 88 son de San Cristóbal Verapaz, en Guatemala, 30 de Guatemala capital y otros 27 de Colombia
El Colegio Inmaculado Corazón de María también se ha involucrado como institución en este proyecto y cada una de las aulas de primaria y secundaria tiene a un niño apadrinado
Actualmente, la ONG tiene de 40 socios y 145 personas que hacen de padrinos. De ellos, 88 son de San Cristóbal Verapaz, en Guatemala, 30 de Guatemala capital y otros 27 de Colombia
El Colegio Inmaculado Corazón de María también se ha involucrado como institución en este proyecto y cada una de las aulas de primaria y secundaria tiene a un niño apadrinado
(Archivalencia).- Un total de 2.480 niños pobres de Guatemala y Colombia han sido apadrinados a través de la ONG valenciana“Soñadores despiertos” vinculada a la congregación religiosa Madres Desamparados y San José de la Montaña y al colegio Inmaculado Corazón de María de Valencia.
La asociación comenzó su labor en 1998, cuando el huracán Mitch sacudió Centroamérica, dejando 20.000 muertos, y asolando todo, incluida la comunidad educativa que las religiosas tienen en Guatemala. “El huracán afectó mucho en el colegio y padres, profesores y alumnos organizaron actividades para recaudar fondos y colaborar con las religiosas de allí”, ha indicado Eva Bertolín, profesora de primaria en el colegio.
De esa solidaridad surgió la ONG Soñadores Despiertos, que al año siguiente organizó una expedición, con una religiosa y profesores, para ayudar sobre el terreno y llevar el dinero recogido. “Esa experiencia nos cambió la vida ya que allí en la casa de San Cristóbal de Nicaragua, las religiosas tenían a un niño de cinco años acogido, Bryan, al que sus padres maltrataban y le habían quemado las manos”, ha recordado.
“Allí me encontré con una realidad que me impactó, niños que tenían que andar durante tres horas para poder comer una vez al día o que no podían ir al colegio porque tenían que trabajar, así que pensé que tenía que hacer algo por salvar a Bryan”, ha añadido.
La maestra trabajó para encontrar una familia que cumpliera con los requisitos para adoptar. “Tardé un año, pero al verano siguiente una familia de Torrent adoptó a Brayan, que pudo finalmente venir a Valencia”, ha explicado.
A partir de este momento, la ONG se planteó ayudar con otros niños que necesitaban ayuda y surgió la posibilidad de colaborar a través de los apadrinamientos de niños. Con una aportación, que puede ser anual, semestral o trimestral, se puede contribuir al mantenimiento de uno de los niños que las religiosas atienden en Guatemala, durante toda su etapa escolar.
Los apadrinamientos, que duran hasta los 15 años, cubren las necesidades básicas de los niños en cuanto a nutrición, libros, material, mochilas, ropa o cualquier otra necesidad que presente el niño o su familia. “Es como una beca escolar para ellos, solo que desde Valencia mantenemos el contacto, sabemos sus nombres y podemos ponerles cara a los niños a los que estamos ayudando, nos escribimos cartas, nos envían dibujos y sabemos cómo les van las notas”, ha explicado Eva Bertolín.
Una familia con tres niños apadrinados
Cuando se casó, su marido y ella apadrinaron a uno de estos niños y sus hijos también. Su hijo Marcos, de 16 años, tiene a Denís apadrinado y su hija Laura, de 9 años, tiene como ahijada a otra niña, Úrsula. “Mis hijos tienen apadrinados a otros niños desde los 3 años, aunque para ellos son sus amigos de Guatemala a los que ayudan a ir al cole y les hace mucha ilusión cuando reciben noticias suyas ya que desde bien pequeños entienden que hay niños con otras realidades distintas a la suya”, ha indicado.
Actualmente, la ONG tiene de 40 socios y 145 personas que hacen de padrinos. De ellos, 88 son de San Cristóbal Verapaz, en Guatemala, 30 de Guatemala capital y otros 27 de Colombia, de poblaciones como Chocó y Sabaneta, donde la congregación de Madres de Desamparados y San José de la Montaña tienen casa.
El Colegio Inmaculado Corazón de María también se ha involucrado como institución en este proyecto y cada una de las aulas de primaria y secundaria tiene a un niño apadrinado. Desde la creación de la asociación, en 1999, se han apadrinado a un total de 2.480 niños y 8.540 personas se han favorecido de su labor.
Además de los apadrinamientos, la ONG ha llevado a cabo otros proyectos, como la construcción de una escuela en la Colonia 30 de Mayo, de Senahú, en Guatemala, o el equipamiento de viviendas para familias que viven en la extrema pobreza, también en Guatemala y Colombia, con la adquisición de colchones, la instalación de placas solares, o la realización de trabajos de carpintería.
Otro de los proyectos es la construcción de un comedor nutricional, para que niños del pueblo y de comunidades pertenecientes al municipio de Santa Cruz Verapaz y con recursos económicos escasos, puedan realizar una comida completa al día. El comedor nutricional da de comer diariamente a 200 niños.
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