Ante la tragedia de valorar más a la producción que al trabajador La Iglesia de Ciudad Real denuncia la "insoportable" siniestralidad laboral

16 personas han perdido la vida debido a un siniestro laboral en el año que acaba de finalizar, una realidad social y familiar que la Iglesia diocesana no quiere dejar pasar y que califica de “insoportable para cualquier sociedad que quiera tomarse en serio el cuidado de la vida humana”, según puede leerse en un comunicado titulado Cuidemos la vida, también en el trabajo.

"Una siniestralidad laboral insoportable para cualquier sociedad que quiera tomarse en serio el cuidado de la vida humana"

Esta pastoral de la Iglesia de Ciudad Real denuncia que las muertes en el trabajo son frecuentemente ignoradas y normalizadas, percibiéndose como incidentes aislados o producto de la negligencia de los propios trabajadores. Sin embargo, subrayan que detrás de estas tragedias se encuentran factores estructurales como la precariedad laboral, los ritmos de producción impuestos y el incumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en las empresas.

“La vida es lo más sagrado de nuestros bienes, también en el trabajo”, afirman, citando a san Juan Pablo II en Evangelium Vitae: “La vida humana (…) es una realidad sagrada, que se nos confía para que custodiemos con sentido de responsabilidad”.

Una injusticia estructural

El comunicado también critica la injusticia estructural que prioriza “y da más valor” a los bienes producidos que a las personas trabajadoras que los hacen posibles, lo que niega la dignidad humana. En palabras de la delegación, “el trabajo debe estar en función del hombre y no el hombre en función del trabajo” (Laborem Exercens, 6). Asimismo, recuerdan que la Doctrina Social de la Iglesia insiste en la necesidad de garantizar un trabajodecente, con condiciones dignas, salarios justos y seguridad laboral, tal como señala Benedicto XVI en Caritas in veritate.

"Existe una injusticia estructural que prioriza 'y da más valor' a los bienes producidos que a las personas trabajadoras que los hacen posibles, lo que niega la dignidad humana"

En este sentido, la delegación de pastoral obrera ponen el foco en este problema social para reclamar respuestas, “porque cada vida importa”, y frenar esta tragedia, instando a:

-Visibilizar y denunciar la realidad de la siniestralidad laboral para combatir la indiferencia.

-Acompañar a las víctimas y sus familias para que no enfrenten solas su sufrimiento.

-Fomentar un cambio de mentalidad que entienda que los accidentes laborales son evitables mediante el cumplimiento de la normativa.

-Apoyar a sindicatos y organizaciones empresariales comprometidas con la salud y la seguridad laboral.

-Exigir a las Administraciones públicas que velen por el cumplimiento de la legislación laboral.

-Impulsar, desde la Iglesia, la defensa de la vida en el trabajo, involucrándose en iniciativas como Iglesia por el Trabajo Decente.

Finalmente, la delegación de pastoral obrera hace suyo el llamamiento del papa Francisco durante la Nochebuena de 2021 al señalar: “En el día de la Vida repitamos: ¡No más muertes en el trabajo! y esforcémonos por lograrlo”, concluyen.