Osoro preside el Jueves Santo en una abarrotada catedral de La Almudena "Jesús está arrodillado ante cada uno de nosotros. Toca nuestras fragilidades"

«Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo». Esta frase condensa el Evangelio proclamado este Jueves Santo, 14 de abril, y nos recuerda que «el amor de Jesús traspasa el espacio y el tiempo y llega hasta nosotros». Así lo ha asegurado el cardenal Carlos Osoro en una abarrotada catedral de Santa María la Real de la Almudena.

En la Santa Misa de la Cena del Señor, en la que ha vuelto a haber lavatorio de los pies tras las restricciones de los dos últimos años, el arzobispo de Madrid ha recordado que Jesús estaba cenando con sus discípulos y ahí instituyó la Eucaristía y el sacerdocio y proclamó el Mandamiento Nuevo.

Al narrar el momento del lavatorio, ha proseguido, en el Evangelio se amontonan los verbos: «levantarse la mesa, quitarse la ropa, ceñirse una toalla, echar agua en una jofaina, lavar los pies de los discípulos y secárselos…». Con este gesto «revolucionario», al hacer «un trabajo de esclavos», Jesús provoca un «shock» en los discípulos. «Derrumba la estructura de un mundo injusto. El Dios de Jesús no actúa como soberano, actúa como servidor de nosotros», ha aseverado.

Acompañado por sus obispos auxiliares, el purpurado ha incidido en que «Jesús está arrodillado ante cada uno de nosotros». «Él toca lo sucio, lo sucio que hay en el ser humano. Toca nuestras fragilidades, toca nuestros pecados; lo hace para devolvernos a nuestra dignidad, a la libertad verdadera», ha abundado, antes de señalar que el Señor nos dice: «Tu vida es valiosa y yo la amo. Yo os quiero, y quiero contar con vosotros para que regaléis a este mundo el amor que le falta».

En este sentido, ha relatado que este mismo Jueves Santo por la mañana ha estado en la cárcel y ha dicho a los internos: «No estáis aquí por casualidad, algo habéis hecho. […] Los pies, figurativamente, alguna suciedad tienen. Pero hoy Jesús se acerca a tu vida, como se acerca a la nuestra». «¿Dejaremos, queridos hermanos, que el Señor toque los fundamentos de nuestra vida? Es necesario –ha planteado–. Una humanidad que olvida a Dios no tiene futuro, se enzarza en cuestiones secundarias, se destruye… Lo estamos viendo».

Continúa el Triduo Pascual

Al final de la celebración, se ha reservado solemnemente la Eucaristía para ser adorada por los fieles en oración. La catedral permanecerá abierta hasta las 24:00 horas para facilitar la adoración al Santísimo.

El Viernes Santo, 15 de abril, la catedral abrirá a las 9:00 horas para aquellos fieles que quieran acudir a hacer oración ante el Santísimo. A las 12:00 horas, en la basílica de Jesús de Medinaceli (plaza de Jesús, 2), el cardenal Carlos Osoro, predicará el tradicional Sermón de las Siete Palabras. A las 17:00 horas, de vuelta en la Almudena, tendrá lugar la celebración de la Pasión del Señor, que también podrá verse por YouTube.

El Sábado Santo, 16 de abril, la catedral permanecerá cerrada hasta las 21:00 horas, cuando abrirá para aquellos fieles que quieran participar en la Vigilia Pascual. Esta arrancará a las 22:00 horas y en ella algunos fieles recibirán los sacramentos de la iniciación cristiana: Bautismo, Primera Comunión y Confirmación de adultos. También se retransmitirá por YouTube.

Las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa en la catedral concluirán el Domingo de Pascua de Resurrección, 17 de abril, con una solemne Eucaristía a las 12:00 horas. Al finalizar la Misa se impartirá la bendición apostólica. También se podrá seguir por YouTube.