Sebastián Chico: "El corazón de la Diócesis late en este enclave único que es Sierra Morena" Cobo preside la misa pontifical de la Virgen de la Cabeza, en Jaén, abarrotada de peregrinos
"Debido a las inclemencias meteorológicas la Virgen se ha quedado en el interior de la Basílica Santuario, donde se la celebrado la solemne Eucaristía. "anto el interior, como el exterior del templo se encontraban colmados de fieles y devotos"
Más de una veintena de sacerdotes concelebraron la Eucaristía junto al Cardenal Arzobispo de Madrid, Don José Cobo, y al Prelado jiennense, Don Sebastián Chico Martínez. Acompañaron, de igual modo, los seminaristas
Don Sebastián quiso agradecer la presencia de Don José Cobo. "Este domingo de romería es además, un domingo especial. Porque un hijo de nuestra tierra, ha querido presidir esta Eucaristía"
Don Sebastián quiso agradecer la presencia de Don José Cobo. "Este domingo de romería es además, un domingo especial. Porque un hijo de nuestra tierra, ha querido presidir esta Eucaristía"
(Diócesis de Jaén).- Debido a las inclemencias meteorológicas la Virgen se ha quedado en el interior de la Basílica Santuario, donde se la celebrado la solemne Eucaristía. Han querido acompañarla, como viene siendo habitual, los representantes de 67 Cofradías filiales y otras procofradías de la advocación de la Cabeza, llegadas desde toda la provincia y, también, procedentes de toda España. Del mismo modo, tanto el interior, como el exterior del templo se encontraban colmados de fieles y devotos.
Más de una veintena de sacerdotes, tanto diocesanos, como trinitarios, concelebraron la Eucaristía junto al Cardenal Arzobispo de Madrid, Don José Cobo, y al Prelado jiennense, Don Sebastián Chico Martínez. Acompañaron, de igual modo, los seminaristas. El acompañamiento musical de la celebración corrió a cargo del Coro del Carpio.
Saluda del Obispo
Monseñor Chico Martínez, comenzó la Eucaristía saludando al Cardenal Arzobispo de Madrid, a los concelebrantes, las autoridades presentes y todos los fieles presentes. Además, ha querido dirigirse a todos aquellos que seguían la celebración a través de los medios de comunicación, especialmente los enfermos o a los que por algún motivo necesitan “el consuelo y el ungüento de esta Madre y de su Hijo, nuestro Dios y Señor”.
El Obispo recordó, también, que como cada último domingo de abril, “el corazón de la Diócesis late en este enclave único que es Sierra Morena, en medio de esta explosión de aromas y colores que nos regala la primavera. Y esta bendita agua que la Santísima Virgen nos ha regalado en las últimas horas. En el mismo lugar que escogió, hace casi 800 años, la Santísima Virgen para aparecerse y anunciar que quería quedarse aquí; que aquí quería tener una casa, para ser lugar de reunión de sus hijos, lugar de encuentro, de comunión y de oración; lugar de peregrinación para tantos jiennenses y devotos de todas partes que, a lo largos de estos siglos, han subido hasta este cerro para encontrarse con Ella, con la Madre de Dios, la Virgen de la Cabeza”.
Además, Don Sebastián quiso agradecer la presencia de Don José Cobo. “Este domingo de romería es además, un domingo especial. Porque un hijo de nuestra tierra, ha querido presidir esta Eucaristía”. “Querido Don José, querido Cardenal. Gracias por acudir a esta llamada de sus paisanos, en una fiesta tan significativa para Andújar, para Jaén y para todos los que veneramos con fervor a la Morenita. Es, sin duda, un gran honor que haya querido elegir esta romería para encontrarse con sus nosotros, para regresar a su tierra ya como Cardenal Arzobispo de Madrid; para recordarnos con sus palabras que esa devoción mariana que nació en su corazón siendo un niño, en su primera infancia entre olivares, nunca lo ha abandonado, al contrario, ha sido una presencia constante en su vida de fe, en su entrega sacerdotal y en su servicio, ahora, como sucesor apostólico en la Iglesia universal”.
"Esta es su casa, aquí tiene su lugar, porque aquí nació a la vida y a la fe y te sentimos como propio"
En este sentido, quiso subrayar que “esta es su casa, aquí tiene su lugar, porque aquí nació a la vida y a la fe y te sentimos como propio. Le esperamos en ese Año Jubilar, que con motivo del 800 aniversario de la Aparición celebraremos, si Dios quiere, en 2027. Mientras, guarde en tu corazón este gran día, en el que para los cristianos de Jaén nos sentimos honrados y agradecidos por su presencia”.
Posteriormente, los miembros de la Junta de Gobierno de la Cofradía Matriz y el presidente de la Cofradía de Colomera fueron los encargados de las lecturas. El Evangelio fue proclamado por el Diácono Permanente, Francisco José Cano.
Homilía
Monseñor Cobo comenzaba su homilía agradeciendo, y saludando a todos los presentes. “Queridos amigos: gracias. No quisiera dejarme a nadie, por eso en el agradecimiento a mi hermano, el Obispo Sebastián, quiero que esté el agradecimiento a toda a toda la gente buena que hoy nos ponemos bajo el manto de la Virgen: desde toda la vida diocesana de Jaén; la orden Trinitaria, que acompaña y custodia este Santuario; la Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza; las Cofradías filiales que hoy estáis aquí; y todas las autoridades civiles militares, autonómicas y provinciales, que también, nos acompañáis en esta mañana”.
Para continuar, Monseñor Cobo recordó que “hoy estamos de Romería, una Romería antigua, donde recordamos el camino que han recorrido millones de peregrinos a lo largo de la historia. Hoy agradecemos a todos el hacer visible la devoción y el respeto a la morenita con todas las realidades que llevamos a cuestas. Hoy le quiero pedir a María, Madre de todos nosotros, que nos ayude, en medio de las dificultades, a coger la llamada que hemos escuchado del Evangelio de este domingo. Una llamada a la unidad en la diversidad. A ser Iglesia fraterna, unida por el vínculo del amor que descubrimos en Dios. La imagen de la vid y los sarmientos es muy oportuna para mirar hoy a nuestro mundo, a nuestra Iglesia y nuestra realidad”.
"Hoy le quiero pedir a María, Madre de todos nosotros, que nos ayude, en medio de las dificultades, a coger la llamada que hemos escuchado del Evangelio de este domingo. Una llamada a la unidad en la diversidad. A ser Iglesia fraterna"
Asimismo, subrayó que María es la discípula, la Madre, que nos entrega la llave de la fraternidad. “Ahí la tenéis, es María, la discípula, la Madre, nos ayudará hoy a permanecer unidos a la misma vid. Ella, la pequeña, la morenita, nos entrega, desde la humildad y la pequeñez, la llave de la fraternidad al ponernos a todos, seamos como seamos, bajo su manto”. “Estos mares de Olivares son testigos de generaciones de hombres y mujeres que los han cuidado, los han podado, abonado, curado. Ellos nos han enseñado a mirar en medio de todo a María, como lo hizo Juan Alonso de Rivas. Al acercarse a este cerro experimentó lleno de asombro y de gozo, el encuentro con una imagen pequeña de la Virgen, ante cuya presencia se arrodilló y oró en voz alta entablando un diálogo con nuestra Señora. Una oración que le sanó, le devolvió movilidad a su brazo y le envió con una misión clara: construir la Iglesia”. Y añadió: “Ella, cuando venimos a visitarla al santuario, nos muestra a ese niño que delicadamente tiene en sus brazos. Es como que nos lo ofreciera, y nos dijera, acógelo tú también, guarda sus enseñanzas en tu corazón. Déjalo crecer en ti, y contigo crecerá en el mundo. Ella, la primera discípula, nos enseñará a acoger su enseñanza y a convertirlo en maestro diciendo “Haced lo que él os diga”, para que el agua se convierta en vino de fiesta que sacia la sed de tantos. Ella, al pie de la cruz, nos enseñará lo que es ser fiel y valiente hasta el final…”.
"Estos mares de olivares son testigos de generaciones de hombres y mujeres que los han cuidado, los han podado, abonado, curado. Ellos nos han enseñado a mirar en medio de todo a María, como lo hizo Juan Alonso de Rivas"
Para culminar el Cardenal Arzobispo ha querido pedir a la Santísima Virgen de la Cabeza “Que sepamos permanecer unidos a la vid, como tú. Que sepamos poner a Jesús en el centro, como tú. Y que sepamos convertirnos en lugar de encuentro, como tú, para así ofrecer a Cristo al mundo. Ruega por nosotros, Madre, para que nunca nos dejemos arrancar de la vid que es Dios, fuente de verdad y vida”.
Minutos antes de las 13 horas, y con el sol brillando ya en el cielo, la Morenita, en andas, recorrió la Calzada y el poblado, guiada por los anderos y arropada por el fervor de miles de personas. Dos religiosos, P. Sergio García y P. Manuel García, acercaron al manto de la Virgen de la Cabeza, a los niños, las prendas y otros objetos que les entregaron los romeros para ser bendecidos.