Entrevista con el cardenal, que participó en el II Congreso Internacional de Hermandades de Sevilla Semeraro: “La secularización no ha podido dar respuesta a las necesidades humanas de hoy”

Semeraro, en Sevilla
Semeraro, en Sevilla Flama

"En mi región italiana, en Salento, en Apulia, hay mucha influencia española, y también en estas formas, en la religiosidad popular, a pesar de que allí se manifieste de una forma más redimensionada, pero, diríamos, al mismo tiempo, sentida. Y esto, diríamos, es un hecho significativo"

La ciudad de Sevilla despedía este pasado viernes a los últimos de los altos representantes de la Curia romana que se han ido dando cita durante esta semana en la capital andaluza, con motivo del Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. El mismo arzobispo José Ángel Saiz Meneses era quien acompañaba hasta el aeropuerto sevillano, a bordo de vehículos que salían desde el palacio episcopal, al arzobispo Edgar Peña Parra (en la ciudad desde el martes) y a otros “representantes de la más alta esfera de eclesiásticos que representan las áreas por las que debe continuar caminando el mundo de las hermandades”, como aseguraba Meneses horas después.

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Entre ellos estaba el cardenal italiano Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, quien aprovechaba sus últimos minutos en Sevilla para llevarse consigo unas fotografías de su catedral, que hacía con su teléfono móvil en la plaza Virgen de los Reyes, desde donde concedía esta entrevista sobre su estancia hispalense.

¿Cómo ha sido su estancia en Sevilla?

A Sevilla he venido muchas veces para presidir las beatificaciones que aquí se han ido celebrando estos últimos tiempos, dada mi responsabilidad en el Dicasterio para las Causas de los Santos. Creo que esta iniciativa, en forma de congreso, es muy bonita; es muy importante para profundizar en el aspecto cultural, para poner en evidencia el carácter popular de la vida cristiana. La vida cristiana no es una filosofía, es un encuentro de personas, como dicen, una fraternidad. Y esto es muy importante y debe subrayarse.

Semeraro, durante su ponencia en el Congreso
Semeraro, durante su ponencia en el Congreso Flama

¿Usted ya conocía la experiencia de las hermandades sevillanas?

Personalmente, no. En el sentido de que nunca antes había tenido esta oportunidad. Sin embargo, en mi región italiana, en Salento, en Apulia, hay mucha influencia española, y también en estas formas, en la religiosidad popular, a pesar de que allí se manifieste de una forma más redimensionada, pero, diríamos, al mismo tiempo, sentida. Y esto, diríamos, es un hecho significativo. La liturgia, la religiosidad popular, es un modo para encontrarse y también para hacer evangelización, de anuncio.

Bajo un perfil humano, el folclore es siempre un aspecto cultural; sin embargo, a quien no crea esto, debería preguntársele por qué ingresa en una hermandad

Usted decía en su ponencia que hoy se corre el riesgo de considerar ciertas manifestaciones religiosas desde una perspectiva únicamente antropológica o cultural. Además, añadía que las hermandades son un polo de atracción también para la gente no creyente. ¿Es así cómo las definiría?

Sí. También son un espacio para la gente que no tiene tanta fe. Bajo un perfil humano, el folclore es siempre un aspecto cultural; sin embargo, a quien no crea esto, debería preguntársele por qué ingresa en una hermandad. ¿Cuáles son las razones por las que se identifica entre las imágenes que se llevan? Yo creo que las razones por las que se honran al Cristo o de la Virgen María residen en el sentimiento personal. Aquí se produce un cruce, un encuentro humano. Y esto es muy importante, también para quien no lo cree, pienso yo.

En un momento de mayor secularización, en tiempos actuales, ¿cómo cree que deben actuar las hermandades?

La secularización es un fenómeno que, diríamos, en muchos aspectos, no es más vivo que antes. Además, hoy en día continúan existiendo dificultades que emergen desde las necesidades interiores de la persona humana, pero la secularización no ha podido resolverlas. Una de ellas es la necesidad de encontrar compañía, puesto que la soledad cada vez predomina más. En cambio, desde este punto de vista, las hermandades, como comunidades de vida que son, pueden ofrecer un mensaje mucho más contundente.

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