"Y es que la democracia es buena. Lo es también para la Iglesia" Un obispo para Coria-Cáceres (democráticamente elegido)
En el caso de Coria-Cáceres, según fiables referencias, de alguna manera se intentan cambiar los procedimientos y a cuanto respire “democracia”, es posible que se le esté abriendo paso en dirección a la catedral y con-catedral extremeñas
Si el pueblo y sus sacerdotes hubieran participado en la elección de todos los obispos de España, casos como los que a diario se convierten en noticias desdichadas en los medios de comunicación social, no serían ni tan frecuentes ni tan bochornosos
Por fin da la impresión de que el sentido común, con la ayuda del Espírito Santo, comienza a imponer sus normas pastorales por las tierras extremeñas, y más en concreto por las coincidentes diocesanamente con las de la demarcación de Coria-Cáceres, en la que se comienzan a percibir signos de que en el nombramiento del nuevo obispo, la dedocracia, por mucho que reluzca el anillo arzobispal de Nuncio de SS. en España, no será razón única y decisiva.
La Iglesia no está sobrada de democracia. Sí de dedocracia. En los últimos tiempos, la participación del pueblo y de los mismos curas diocesanos, era y es nula en relación con tales nombramientos. Su sola aspiración tornaba herejes a unos y a otros. La democracia era -y es-desterrada de cualquier procedimiento que conduzca asentar –“sede” en la cátedra –“catedral” - a quien no hubiera tenido a bien el decano del Cuerpo Diplomático , es decir, sus consejeros que son los de siempre “para servir a Dios y a usted”, tal y como aconteció hasta el presente en nuestros episcopologio, a cuya renovación “franciscana” le asaltan muy serias dudas.
Pero en el caso de Coria-Cáceres, según fiables referencias, de alguna manera se intentan cambiar los procedimientos y a cuanto respire “democracia”, es posible que se le esté abriendo paso en dirección a la catedral y con-catedral extremeñas.
Y es que la democracia es buena. Lo es también para la Iglesia. Precisamente porque en la única ocasión en que ella -la democracia- es exigida y ejercida, aunque con limitaciones,- es en el conclave, en el que el papa es elegido ”ipso facto”, aunque antes de comprometerse con su “SÍ” tenga ritualmente que pasar por la capilla llamada “de las lágrimas”. Iglesia y democracia se matrimoniaron de por sí e indisolublemente. La democracia-democracia es fiel reflejo y signo de Dios. Es Iglesiaa, de la que a su vez es nada menos que su Esposa...
Si el pueblo y sus sacerdotes hubieran participado en la elección de todos los obispos de España, casos como los que a diario se convierten en noticias desdichadas en los medios de comunicación social, no serían ni tan frecuentes ni tan bochornosos. No todos los curas, ni los religiosos, por episcopables que los juzguen en la Nunciatura, “sirven” para obispos. Ni todos “sirven” para todas las diócesis. Los foráneos “servirán” menos que los nacidos, criados, recriados y “pastoreados” en las demarcaciones canónicas- diócesis-, en las que después lo harán en calidad de obispos.
Además, principio elemental de toda pedagogía, y más de la evangelizadora en su diversidad de niveles,no es ni solo ni fundamentalmente “el de que las ovejas conozcan al pastor”, sino simultáneamente el de que “este las conozca ellas y además por la “voz”. No en todos los “rebaños” diocesanos se siente y se habla de manera idéntica… Jesús no empleó el mismo lenguaje, ni recurrió a las mismas parábolas, por los prados galileos, que por los alrededores del templo de Jerusalén.
Aliento la esperanza de que las por ahora “discretas” gestiones que realizan curas cacereños y algunos laicos y “laicas”, con el fin de ser pronto “pastoreados” episcopalmente por alguno de los suyos, dé sus frutos aún antes de que por sus campos dejen de florecer los cerezos y en sus encinares dejen de gruñir los cerdos, nada menos que por haber “donado” con tanta fruición gastronómica sus suculentos jamones…
El pueblo-también el extremeño- está dejando ya, por la gracia de Dios y la cultura, de ser grey, y laicos y laicas, y sus sacerdotes, considerarían grave ofensa religiosa, tener que enterarse un día por los medios de comunicación social, de que tenían obispo, obligados a buscar en internet los datos de su “vida y milagros”.
¡Bendita democracia, y más si esta comienza a alborear por Extremadura, Comunidad Autónoma y Provincia Eclesiástica¡ Por cierto que, precisamente en esta región, la democracia está tan lejana y proscrita en la Iglesia, que ni siquiera su Patrona, la Virgen de Guadalupe, está avecindada en su territorio, sino que lo está en tierras castellano-manchegas, concretamente en Toledo, a las “órdenes” de los señores feudales que fueron y siguen siendo sus arzobispos , “primados”, quienes en tiempos gloriosos de las Cruzadas, “manu militari”, conquistaron la imagen, a la que piadosamente rememora el himno que le cantan los devotos extremeños que “en nuestro pecho tiene su altar".