Lo Cortés (José Luis) no quita lo valiente
Pues no, señores, nada que ver. El "hermano Cortés", en su sano (santo) juicio, ha decidido colgar los lápices durante un tiempo y dedicarse a vivir, que ya le tocaba. Durante más de 30 años, sus dibujos han servido de estímulo y fuente de evangelización a chicos, jóvenes y adultos de toda España e Iberoamérica. Difícilmente podríamos encontrar un ejemplo similar, y mucho menos en un viñetista. En cierto sentido, Cortés ha sido, con sus dibujos, lo que Tony de Mello con sus oraciones: un soplo de aire fresco y de puro Evangelio encarnado en la vida de hoy.
Ahora descansa, muy a nuestro pesar, y al de sus miles de seguidores en todo el mundo. Las llamadas, mensajes y comentarios a su marcha no se han hecho esperar: todos quieren seguir viendo las viñetas de Cortés. Hasta los que viven de su odio a los hombres libres, que se quedan -momentáneamente, no sufran- sin uno de sus archienemigos.
Pero, como todo genio -Cortés lo es-, el viñetista de Dios va a seguir adelante con su decisión. Volverá, pero no sin haber llenado su mochila de viajes y experiencias, que servirán para nuevas viñetas y relatos. Los que hemos tenido la fortuna de compartir mesa, mantel, espacios, sonrisas y confidencias con el hermano Cortés nos sentimos orgullosos de su participación en el proyecto de RD, tanto con sus viñetas como con su último libro. "Ciclo C" (RD-Herder), se lo digo con conocimiento de causa, ha resultado un trabajo arduo, complicado y agotador. El primer evangelio de cada día en viñetas, que se dice pronto. Mientras lo confeccionaba, Cortés no faltó a su cita diaria con nuestros lectores. Ha sido un año en el que ha duplicado sus esfuerzos. Y eso se nota. Y cuando se está agotado, lo más honesto es pararse, descansar y retomar fuerzas. Aunque a quien esto escribe le fastidie.
No ha habido "manos negras" (no podría haberlas, ni en su caso ni en ningún otro. Once años en la red avalan suficientemente la libertad con la que todos los colaboradores de RD, tanto los de ahora como los de entonces, han -hemos- disfutado). Las presiones, para los inquisidores y para los que viven del y con el miedo. Afortunadamente, en esta Casa se vive, y se vive bien, sin temor a los castigos y las condenaciones. Apostando por la verdad y la pluralidad. Y más en el caso de nuestro viñetista, donde se cumple -nunca mejor dicho- aquella máxima "Lo Cortés no quita lo valiente"
Se va Cortés, pero volverá. Y mientras tanto le echaremos de menos, aunque seguiremos contando, semanalmente, con algunas de sus píldoras -inéditas- que aparecen en ese magnífico libro que es el Ciclo C.
Amigo Cortés, tus lectores ya te echan de menos. No seré yo quien trate de volver a convencerte de que reconsideres tu decisión. Por fortuna, seguiremos riéndonos y discutiendo en comidas y miles de lugares comunes. Pero levantarse y no poder mirar, mientras saboreamos el primer café de la mañana, tu viñeta en la parte superior derecha de la página, nos obligará a echarle un poco más de azúcar al brebaje matutino.
Un abrazo, amigo, y ¡hasta que el sábado termine!
Jesús Bastante