Caso Pagola o caso Rouco-Camino
Escribí en su momento, en este mismo blog, un juicio sobre el libro de Pagola (14 07 08 y 15 07 08), que sigo manteniendo: es un libro cristianamente valioso (ayuda a entender y seguir a Jesús, dentro de la gran Tradición de la Iglesia) y científicamente adecuado (estudia la figura de Jesús con los métodos histórico-literarios) pertinentes. A pesar de ello, Rouco-Camino (representantes de otra línea de Iglesia) lo siguen juzgando peligroso y lo quieren retirar ahora (2010) de la circulación. Éstas son, a mi entender, las razones que tienen para ello:
Primera razón: una línea episcopal
Rouco-Camino han triunfado por fin, no sólo sobre Pagola, sino sobre Uriarte, que había tenido la osadía de no escucharles y de actuar como obispo diocesano, dando el Nihil Obstat a Pagola, su presbítero. Han retirado a Uriarte, han puesto en su lugar a otro que no se les opones, sino que les secunda (Mons Munilla), y de esa forma, con su aprobación, han condenado a Pagola o, mejor dicho, a Uriarte. Se trata de una lucha episcopal en el mejor estilo y han ganado ellos, Rouco-Camino, con el permiso de Munilla (que no ha defendido a su presbítero). Pero vencer no es convencer… y un tipo de victoria puede ser la peor de todas las derrotas.
Segunda razón, menos conocida: Cambio en el Vaticano (en la CDF).
Apenas se ha comentado en los medios, pero resulta claro (por confesión y trabajo de los dicasterios romanos), que la Congragación de la Doctrina de la Fe (por mandato de Benedicto XVI) ha empezado a encargarse de los casos de “pederastia del clero”, por juzgar que está en juego la fe (en relación al secreto penitencial) y por sentir que éste es el tema clave de la Iglesia actual. Lo cierto es que los temas de los teólogos “sospechosos” de herejía o falsa doctrina han pasado a segundo lugar. Se dice que son en este momento unos doscientos (doscientos pagolas conocidos) en la Iglesia.
La CDF ha dejado el caso en manos de los ordinarios (obispos y conferencias episcopales), lo cual es un bien (cada Iglesia debe resolver sus temas), pero, en este caso (y en algún otro que conozco), esa “liberad” puede resultar peligrosa, convirtiéndose en “libertad para matar teólogos” (en sentido, creo, figurado), pues deja de haber una instancia superior para apelar… y algunos obispos como Rouco-Camino parecen más peligrosos que Levada-Ladaria de Roma. Así estamos. Roma ha dado vía libre a Pagola-Camino y ellos han obrado en consecuencia (supongo que en conciencia).
Anotaciones conclusivas:
a) A Pagola se le quita del medio… y se pone en el centro del episcopado a Mons. Demetrio Fernández, el acusador de Pagola, “elevándole” de Tarazona a Córdoba.
b) Javier Vitoria ha dicho en estos “medios” que el Sanedrín Rouco-Camino habría condenado al mismísimo Jesús. Tengo gran respeto intelectual y moral por J. Vitoria, pero pienso que en este caso se equivoca o exagera: no habrían condenado a Jesús (pues no tienen DG autoridad para ello)… pero estoy convencido de que habrían retirado de las biblias y las librerías el Evangelio de Marcos, lo más conocido a Pagola que yo conozco.
c) Eurípides decía: Los dioses enloquecen primero a los que quieren perder (Bacantes). Temo que algo de eso puede pasar en nuestra iglesia. ¡Cuidado con las obsesiones in-sensatas!