"Como ocurre siempre con las cosas de Dios, lo mejor está por llegar" Proyecto Zaqueo: El Sínodo sigue adelante

Papa Francisco
Papa Francisco

"Desde que el Papa Francisco inició su andadura como Pastor universal de la Iglesia han pasado muchas cosas en el mundo y en la Iglesia. Algunas de especial relevancia"

"A nivel eclesial  merecen especial atención la convocatoria del Sínodo de la Sinodalidad y algunas de las más valientes reformas del Papa Francisco en el Vaticano y la Curia"

"Encontramos en el Evangelio un interesante encuentro de Jesús con uno de los opresores del pueblo de Dios, Zaqueo. Las imágenes y las escenas que presenta el texto (Lucas 19, 1-10) contienen pistas que pueden ayudarnos a avanzar en clave sinodal"

"En estas páginas me voy a permitir ver en Zaqueo a la Iglesia institucional necesitada como él de una profunda conversión, en su organización y en su estructura jerárquica ampliamente alejada de Jesús y de su mensaje"

Desde que el Papa Francisco inició su andadura como Pastor universal de la Iglesia han pasado muchas cosas en el mundo y en la Iglesia. Algunas de especial relevancia.

A nivel global podemos subrayar las siguientes: la novedad de una pandemia que afectó a todos (no únicamente a los pobres, como es habitual) y las guerras de Ucrania e Israel que siguen regando la tierra de sangre inocente y de odio (también estas parecen interesar más a los voceros del imperio neoliberal por sus repercusiones económicas planetarias). Las guerras todas carecen de justificación alguna, rearmarse para ellas es una verdadera locura.

Newsletter de RD · APÚNTATE AQUÍ

A nivel eclesial también han sucedido cosas, entre ellas: el estupor y la vergüenza de millones de católicos de todo el planeta ante la magnitud de los abusos sexuales y la evidencia de que se ocultaron durante años y que ahora han salido a la luz como una de las lacras más sangrantes del clericalismo que corroe  a la institución; por otro lado, con más luz y esperanza, merecen especial atención la convocatoria del Sínodo de la Sinodalidad y algunas de las más valientes reformas del Papa Francisco en el Vaticano y la Curia.

Encontramos en el Evangelio un interesante encuentro de Jesús con uno de los opresores del pueblo de Dios. Las imágenes y las escenas que presenta el texto (Lucas 19, 1-10) contienen pistas que pueden ayudarnos a avanzar en clave sinodal.

Este singular encuentro de Jesús con Zaqueo (y viceversa) nos lleva de la mano a una lectura eclesiológica. Siempre es necesario hacer la lectura de nuestra realidad concreta a la luz de la Palabra de Dios; también lo es hacer esto mismo con la  dimensión ambiental (barrio, familia, trabajo, parroquia o movimiento en el que transcurren nuestros días en relación con los demás); y finalmente, es necesario también ver, discernir la realidad institucional desde los criterios y valores del Evangelio para alcanzar compromisos que la transformen evangélicamente adaptándola a la realidad de cada tiempo y lugar. En estas páginas me voy a permitir, ver en Zaqueo a la Iglesia institucional, necesitada como él de una profunda conversión, en su organización y en su estructura jerárquica ampliamente alejada de Jesús y de su mensaje.

Proyecto Zaqueo

El protagonista de este relato es la imagen viva del hombre nimio e inmoralque podemos llegar a ser cuando nuestro Dios es el dinero y cuando nuestra conciencia renuncia por ambición, a la justicia y a la fraternidad. Este era el proyecto personal: vivir de la opresión de los demás, sin escrúpulos ni límite alguno.

Zaqueo, consciente de su escasa estatura moral, se sube a un árbol para ver a Jesús. Lo verá “desde arriba, medio escondido y apartado de la gente víctimas de su ambición y de su hipocresía. No es difícil reconocer en este personaje, en nuestro siglo, en cualquier rincón de este Planeta, a quienes miran a los demás desde sus despachos y sus privilegios… miran con superioridad, desde arriba a las gentes, a las leyes y al mismo Dios si es necesario.

Zaqueos los hay también en todas las instituciones religiosas, incluida lamentablemente la nuestra. Son estos, los que habitan en la casa común de la espiritualidad cristiana los más “diminutos y canijos en humanidad” porque, a la luz del Evangelio de Jesús, no hay perversión mayor de la conciencia humana que la opresión de los demás en nombre de la libertad y de la justicia. Jesús lleno del Espíritu Santo, salió victorioso de esta tentación, también nosotros hemos de enfrentarla hasta desterrarla para siempre de su Iglesia.

Para Dios no hay nada imposible. Esta convicción ya la había manifestado Lucas en el primer capítulo de su Evangelio. Lo hizo para subrayar la dificultad de los ricos para “entrar en el reino de Dios” (Lucas 1, 37). Ahora, Zaqueo, le da la oportunidad de demostrar en los hechos como Dios es capaz de conseguir lo imposible: el Proyecto Zaqueo (el de la ambición, la opresión y la mentira) puede ser sustituido por el Proyecto de Dios (el de la entrega, la justicia y la fraternidad). Lo sabe bien aquel que siendo Dios se “despojo de esa categoría divina”, descendió de lo más alto, vivió entre los más pequeños y entregó su vida por la salvación de todos.

Jesús en Zaqueo House - GoodSalt

Prosigamos releyendo el relato. Jesús obligado por los miedos y complejos de Zaqueo, levantó la mirada unos instantes para encontrarse cara a cara con él. Con valentía rompió las distancias que siempre separan a los poderosos (y autoridades de este mundo) del pueblo sencillo. Le miró a los ojos y le habló con compasión: «Zaqueo, baja enseguida, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa». Afirma el texto que “bajó enseguida y lo recibió muy contento”. Podemos pensar que ese “a toda prisa” es una fórmula literaria para continuar con la siguiente escena. Es razonable imaginar que no debió ser tan fácil.

Enrojecido y avergonzado, el recaudador sin escrúpulos debió respirar hondo antes de descender del árbol que había convertido en su escondite. Es muy probable pensar que necesitó tiempo para reaccionar ante la libertad y el atrevimiento del joven campesino de Nazaret. Acostumbrado a la hipocresía de sus iguales y a los insultos de sus víctimas, quedó desarmado frente a la autenticidad y la compasión del Jesús. Sin duda le sorprendió que le llamase por su nombre y su deseo de sentarse a la mesa con “un pecador” (opresor).

Encontramos en este encuentro bastante luz para proseguir el camino de la sinodalidad. Aquí tiene la Iglesia referencias importantes para encontrar cómo abrir las puestas de su institución (incluidos los sacramentos y los ministerios) para “misericordiar” con tantas y tantas personas (hombres y mujeres), que hoy se sienten  excluidas de la mesa del Señor, de la igualdad y de la fraternidad. La denuncia de la opresión y la hipocresía son acciones primeras en la evangelización; pero lo son más cuando se hacen con compasión, pacífica y generosamente, confiando en la capacidad que cada ser humano tiene para su transformación interior. En este encuentro recorriendo las calles de Jericó, Jesús señala la urgencia de salir al asfalto y a las periferias, dispuestos como seguidores suyos a la reconciliación y la paz.

Las gentes que acompañaban a Jesús, convencidas de la realidad pecaminosa que rodeaba la vida del rico, no comprendió el gesto de Jesús. Comenzaron a murmurar y a descalificar al mismo Salvador. Tenemos también en esta escena una nueva oportunidad para discernir la sinodalidad como dimensión esencial de la Iglesia: el miedo que acompaña siempre a quienes buscan seguridad en la “pureza y el dogmatismo”, no son excusa para dejar de avanzar. Tratar de frenar las profundas reformas que necesita la Iglesia no tiene fundamento alguno. Credibilidad y coherencia van siempre de la mano, audacia y decisión son rasgos del perfil de Jesús y que, necesitamos también los cristianos del siglo XXI. Francisco, en su empeño por la Sinodalidad está dando muestras de que anda bien equipado para ello.

Sentados a la mesa, Jesús y Zaqueo prosiguen su encuentro. Ahora, en la intimidad del hogar, sin terapias dañinas, lejos del templo y de la oficina impostora del recaudador. A solas, con calma, ambos conseguirán el milagro: el corazón de piedra del empequeñecido Zaqueo se transformará en corazón de carne. Ahora, engrandecido enormemente en su interior, pasará a la historia como hombre nuevo, generoso, y bienaventurado, reconciliado con los demás y con Dios. Una vez más se hacen realidad aquellas palabras de Jesús (que no debemos olvidar nunca: Dichosos aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica). A semejante transformación estamos llamados todos los cristianos; muy especialmente los instalados en el llamado “primer mundo (ranking que lideramos en riqueza robada como la del recaudar inmoral del relato bíblico que nos ocupa, porque nuestro bienestar y desarrollo está básicamente apoyado en la inhumanidad y la opresión de un sistema económico global que mata.

Cuál es el estado de salud del Papa Francisco este 3 de marzo 2025

El Sïnodo continúa

El Papa Francisco, enfermo, entrando y saliendo del hospital, sigue liderando la Iglesia y el Sínodo.

A raíz de la hospitalización del Papa durante largas semanas, algunos se han puesto en modo pre-cónclave. Peligrosa modalidad temporal no exenta de tejemanejes palaciegos, malas artes y prisas, de quienes tratarán de retomar el camino de retorno hacia la Iglesia pre-Francisco. Algunos preferimos confiar en la fuerza de la fragilidad, y seguimos caminando.

Mientras no se demuestre lo contrario, instalado definitivamente en la enfermedad, el Papa Francisco sigue liderando la Iglesia con dignidad admirable. Algunos necesitan que se les diga alto y fuerte: el Pastor universal de la Iglesia Católica, sigue siendo Francisco. Y, hasta que no muera o decida retirarse seguirá alentando y dirigiendo la barca de Pedro hacia el horizonte nuevo, necesario y apasionante de la sinodalidad. Lo hace a ratos sentado en la silla de ruedas, recostado en la cama en Santa Marta o en el hospital… rezando y trabajando con sus colaboradores. Así transcurre también la vida de miles de personas con enfermedades crónicas y discapacidades. Francisco es uno entre ellos.

La fragilidad corporal no es un enemigo a batir sino un compañero de camino que, si aprendemos a convivir pacíficamente con ella se transforma en aliado interesante y enriquecedor. El Papa Jesuita tiene en su fundador un referente fundamental. Ignacio de Loyola enfermo y discapacitado dirigió la Compañía de Jesús durante años desde la cama, orando, escribiendo y trabajando rodeado de colaboradores fieles. Así reza una de sus afirmaciones, que pocos conocen: “De la enfermedad el siervo de Dios sale hecho medio doctor”. Y tenía razón. Lo podemos verificar cada día en decenas de personas con enfermedades crónicas y discapacidades físicas, si abandonamos las apariencias para mirar el interior de cada una de ellas.

Un Papa anciano, enfermo y hospitalizado puede ser para el mundo entero una referencia providencial, si mantiene su mente y su voluntad libre de manipulaciones externas: primero porque pone en evidencia que todos somos vulnerables, frágiles y pasajeros -sin diferencia alguna-; y segundo, porque la fragilidad esencial en la que se desenvuelve nuestro existir no resta un ápice al valor a la vida y la dignidad de las personas. En la fragilidad se gestan y gestionan capacidades profundamente humanas, evangélicas y cristianas.

Por qué va el Papa Francisco en silla de ruedas?: así es su estado de salud

Fase de implementación del Sínodo

El Sínodo sigue adelante. Sorprendidos estarán los que lo recibieron con desgana, lo calificaban de moda puntual y han pasado por sus fases de puntillas y a regañadientes. El Papa al que los sectores más conservadores de la Iglesia dan por acabado sigue en pie y trabajando para que la sinodalidad llegue a ser realidad (y no solo palabras) en las instituciones y en todas las dimensiones de la Iglesia. Al parecer también el Espíritu Santo está empeñado en ello. Quedan por delante el trabajo y las conclusiones de los 10 grupos propuestos por Francisco y que seguirán su tarea hasta junio de 2025. Y cuando parecía que aquí finalizaba este Sínodo, el Papa Francisco nos invita a seguir, más convencidos y más implicados en una nueva fase.

La noticia de última hora del Sínodo nos llegó estos días estando el Papa hospitalizado: Carta sobre el proceso de acompañamiento de la fase de implementación del Sínodo(Vaticano, 15 de marzo de 2025). Se trata de la puesta en marcha del itinerario para el acompañamiento y evaluación de la fase de implementación del Sínodo… que (como afirma el propio documento) “conducirá a toda la Iglesia a la celebración de la Asamblea eclesial en octubre de 2028 para comenzar a poner en práctica las indicaciones del Sínodo”.

La Carta señala los eventos programados para la participación y el desarrollo de esta nueva fase del Sínodo de la Sinodalidad y concluye afirmando que “desde ahora, la Secretaría General del Sínodo se compromete a acompañar y apoyar a las Iglesias en este camino.

Quizá el Papa Francisco en su avanzada edad seguirá liderando el proceso o quizá no. Pero este trabajo verá la luz. Como ocurre siempre con las cosas de Dios (Hechos 5, 38-39), lo mejor está por llegar. De momento es una buena noticia que, el recorrido del Sínodo y la conclusión de la segunda fase, sean únicamente el primer paso de un proceso que no cesará hasta que nuestra Iglesia alcance la verdadera transformación que necesita para desarrollar su misión evangelizadora en el presente siglo XXI.

A todos nos corresponde ahora participar y seguir avanzando, mirando al futuro con esperanza, sin cortar las alas al Espíritu. Cada cual está ahora convocado a expresar, allí donde está, su deseo de una Iglesia más fiel al evangelio y “al cuidado” de los más vulnerables y oprimidos de la tierra.

Vademecum para el Sínodo sobre la Sinodalidad

Volver arriba