“Lo que han hecho tirándoles la bomba atómica es monstruoso. Por eso, quiero repetir aquí una verdad: usar la energía atómica para la guerra es inmoral”. Cuando restan 50 días para que el Papa Francisco visite Japón, con paradas obligadas en Hiroshima y Nagasaki, Bergoglio concedió unas breves reflexiones a la KTN, televisión de Nagasaki.
En castellano, y después de encontrarse con el cardenal Thomas Aquinas Manyo Maeda, arzobispo de Osaka, Francisco recordó que “cuando leo la historia de los mártires cristianos, cuando leo la historia de esas dos ciudades que sufrieron el ataque atómico, siento mucha admiración por vuestro pueblo”.
En primer lugar, “los mártires, con esa perseverancia y esa constancia en la fe para defender lo que creían, y para defender sus convicciones y su libertad cristiana”. En segundo término, “otro martirio más humano, que es el de la bomba atómica, que el pueblo ha sufrido”.
“Admiro a ese pueblo, cómo fue capaz de resurgir después de esa prueba infernal. Ustedes son un pueblo capaz de resurgir, que mira siempre adelante”, subrayó Francisco.
