Pide a obispos, sacerdotes y religiosos "estar siempre cerca de la gente" y ser "firmes en el Evangelio" Francisco, a los católicos de Mongolia: "La Iglesia no calla ante las injusticias y se compromete a promover la dignidad de cada ser humano"
"Estén siempre cerca de la gente, atendiéndolos personalmente, aprendiendo la lengua, respetando y amando su cultura, no dejándose tentar por las seguridades mundanas, sino permaneciendo firmes en el Evangelio a través de una ejemplar rectitud de vida espiritual y moral"
"La Iglesia se presenta ante el mundo como una voz solidaria con todos los pobres y los necesitados, no calla ante las injusticias y con mansedumbre se compromete a promover la dignidad de cada ser humano"
"Los invito a ver en el obispo no un manager, sino la imagen viva de Cristo buen Pastor que reúne y guía a su pueblo; un discípulo colmado del carisma apostólico para que edifique vuestra fraternidad en Cristo y la radique cada vez más en esta nación con una noble identidad cultural"
"Los gobiernos y las instituciones seculares no tienen nada que temer de la acción evangelizadora de la Iglesia, porque no tiene ninguna agenda política que sacar adelante, sino que sólo conoce la fuerza humilde de la gracia de Dios y de una Palabra de misericordia y de verdad, capaz de promover el bien de todos"
"Los invito a ver en el obispo no un manager, sino la imagen viva de Cristo buen Pastor que reúne y guía a su pueblo; un discípulo colmado del carisma apostólico para que edifique vuestra fraternidad en Cristo y la radique cada vez más en esta nación con una noble identidad cultural"
"Los gobiernos y las instituciones seculares no tienen nada que temer de la acción evangelizadora de la Iglesia, porque no tiene ninguna agenda política que sacar adelante, sino que sólo conoce la fuerza humilde de la gracia de Dios y de una Palabra de misericordia y de verdad, capaz de promover el bien de todos"
La 'catedral' de Ulán Bator es un vivo ejemplo de una iglesia pobre, minoritaria (apenas unos 1.400 fieles católicos en el país), y la imagen que presidió el encuentro del Papa Francisco con los obispos, sacerdotes, misioneros, consagrad@s y agentes pastorales de Mongolia, un reflejo de la realidad. Una talla de la Inmaculada, rescatada de un vertedero hace diez años por una mujer con la que el Papa se encontró al comienzo, cuyo manto fue elaborado con pequeños trozos de tela enviados por todos los católicos mogoles.
En San Pedro y Pablo, Bergoglio quiso encontrarse con un pueblo minoritario, casi minúsculo, pero con una fe a prueba de bombas, que ha sabido ser nómada cuando tocaba, y comienza a afianzarse en el terreno, tres décadas después del restablecimiento de relaciones entre Mongolia y la Santa Sede, y con la mirada puesta con una relación bilateral oficial, como reclamó Francisco en su primer discurso ante las autoridades.
Después de tres testimonios (Salvia, Peter Sanjaajav y Rufina), el Papa mostró su felicidad por llegar a este confín del mundo. Es el primer pontífice en hacerlo. "Quisiera saborear el gusto de la fe en esta tierra haciendo memoria de historias y de rostros, de vidas gastadas por el Evangelio", arrancó el Pontífice, quien animó a los fieles a "gastar la vida por el Evangelio".
Memoria de los misioneros, semilla del futuro
El Papa recordó a monseñor Wenceslao Selga Padilla, primer Prefecto apostólico y constructor del templo en el que se hallaban, en los años 90, pero también a las "raíces muy antiguas" de la fe en Mongolia, que datan del siglo XIII. Una "gran historia de pasión por el Evangelio" que se retomó a partir de 1992, con la llegada de los primeros misioneros. "Hagamos memoria de tantos fieles servidores del Evangelio en Mongolia, que están aquí con nosotros ahora y que, después de haber gastado su vida por Cristo, ven y gustan las maravillas que su bondad sigue realizando en ustedes y a través de ustedes".
Ellos, ejemplo de gastar la vida por el Evangelio. Pero, ¿por qué hacerlo?, se preguntó el pontífice. Porque "Él es la buena noticia destinada a todos los pueblos, el anuncio que la Iglesia no puede dejar de llevar, encarnándolo en la vida y “susurrándolo” al corazón de cada individuo y de cada cultura". "Cristiano es aquel que sabe adorar. No se olviden de la adoración", recalcó saliéndose del guión previsto.
"Hermanos y hermanas, la vida cristiana nace de la contemplación de este rostro, es una cuestión de amor, de encuentro cotidiano con el Señor en la Palabra y en el Pan de vida, en el rostro de los demás, en los necesitados, donde Cristo está presente", tal y como apuntó, en su testimonio, sor Salvia.
"En estos treinta y un años de presencia en Mongolia, ustedes, queridos sacerdotes, consagrados, consagradas y agentes pastorales, han dado vida a una múltiple variedad de iniciativas caritativas que absorben la mayor parte de sus energías y reflejan el rostro misericordioso de Cristo buen samaritano", agradeció el Papa. "Es como su tarjeta de presentación, que les ha granjeado respeto y estima por los muchos beneficios que han aportado en infinidad de campos diferentes; desde la asistencia hasta la educación, pasando por la atención sanitaria y la promoción cultural. Los animo a proseguir en este camino fecundo y benéfico para el amado pueblo mongol".
Un trabajo que "corre el riesgo de quedar en una estéril prestación de servicios, en un sucederse de tareas que se deben hacer, pero que terminan por no trasmitir nada más que cansancio y frustración". Frente a ello, Francisco animó a los católicos del país a no ser "personas ocupadas y distraídas que llevan adelante proyectos, quizás con el riesgo de parecer amargadas a causa de una vida que no es ciertamente fácil", sino "volver a la fuente, al rostro de Jesús, a gustar de su presencia".
La ger fuori dalla cattedrale di Ulaanbaatar dove il #Papa incontrerà la signora che ha trovato una statua della Madonna nella spazzatura. La Vergine è stata poi intronizzata e a Lei il cardinale Marengo ha affidato la Chiesa in Mongolia @SalvoCernuziopic.twitter.com/v2E11FoGxu
— Vatican News (@vaticannews_it) September 2, 2023
Una Iglesia pobre, una fe genuina
Y hacerlo con autenticidad. "La Iglesia no crece por proselitismo, sino por testimonio", recordó, de nuevo improvisando. "El Señor Jesús, cuando envió a los suyos en el mundo, no los mandó a difundir un pensamiento político, sino a testimoniar con la vida la novedad" del Evangelio. "La Iglesia que nace de este mandato es una Iglesia pobre, que se apoya sólo sobre una fe genuina, sobre la inerme y desarmante potencia del Resucitado, capaz de aliviar los sufrimientos de la humanidad herida", reclamó, insistiendo en que "los gobiernos y las instituciones seculares no tienen nada que temer de la acción evangelizadora de la Iglesia, porque no tiene ninguna agenda política que sacar adelante, sino que sólo conoce la fuerza humilde de la gracia de Dios y de una Palabra de misericordia y de verdad, capaz de promover el bien de todos".
El obispo no es un manager
Todos unidos, en una estructura armónica, auténtica y eficaz, sin caer en las tentaciones que sufre la institución en muchos rincones del mundo. "Los invito a ver en el obispo no un manager, sino la imagen viva de Cristo buen Pastor que reúne y guía a su pueblo; un discípulo colmado del carisma apostólico para que edifique vuestra fraternidad en Cristo y la radique cada vez más en esta nación con una noble identidad cultural", subrayó el Papa, señalando el hecho de que el obispo de Mongolia, Marengo, sea además cardenal.
Un signo de que "todos ustedes, lejanos sólo físicamente, están muy cerca del corazón de Pedro; y toda la Iglesia está cerca de ustedes, de vuestra comunidad, que es verdaderamente católica, es decir, universal, pues atrae hacia Mongolia la simpatía de muchos hermanos y hermanas esparcidos por el mundo, en una gran comunión eclesial".
Comunión. Una palabra clave para el Papa, pues "la Iglesia no se comprende en base a un criterio puramente funcional" sino espiritual. "La unidad de la Iglesia no es una cuestión de orden y respeto, ni siquiera una buena estrategia para “hacer amigos”, es una cuestión de fe y de amor al Señor, es fidelidad a Él. Por eso es importante que todos los componentes eclesiales se aglutinen alrededor del obispo, que representa a Cristo vivo en medio de su Pueblo, construyendo esa comunión sinodal que ya es anuncio y que tanto ayuda a inculturar la fe".
Refiriéndose a los misioneros y misioneras, el Papa les pidió "estar siempre cerca de la gente, atendiéndolos personalmente, aprendiendo la lengua, respetando y amando su cultura, no dejándose tentar por las seguridades mundanas, sino permaneciendo firmes en el Evangelio a través de una ejemplar rectitud de vida espiritual y moral".
Una voz solidaria que no calla ante las injusticias
"Sencillez y cercanía, sin cansarse de llevar a Jesús los rostros y las historias que encuentran, los problemas y las preocupaciones", insistió Bergoglio, con la certezad e que "los que buscan al Sseñor no carecen de nada". "Por esto, la Iglesia se presenta ante el mundo como una voz solidaria con todos los pobres y los necesitados, no calla ante las injusticias y con mansedumbre se compromete a promover la dignidad de cada ser humano", concluyó el Papa, antes de referirse a la imagen de la Inmaculada, "un signo tangible de su presencia discreta y premurosa dejando que se encontrase una imagen suya en un vertedero. En un lugar de desechos ha aparecido esta hermosa estatua de la Inmaculada".
"Hermanos, hermanas, no tengan miedo de los números reducidos, de los éxitos que no llegan, de la relevancia que no aparece. No es este el camino de Dios"
"Ella, sin mancha, inmune al pecado, ha querido hacerse cercana hasta el punto de ser confundida con los deshechos de la sociedad, de forma que de la suciedad de la basura ha surgido la pureza de la Santa Madre de Dios", explicó el Papa, quien recordó a los fieles del país que "Dios ama la pequeñez y le gusta hacer obras grandes a través de la pequeñez".
"Hermanos, hermanas, no tengan miedo de los números reducidos, de los éxitos que no llegan, de la relevancia que no aparece. No es este el camino de Dios", finalizó Bergoglio. "Sigan adelante, Dios los ama, Él los ha elegido y cree en ustedes. Yo estoy con ustedes y de todo corazón les digo: gracias, gracias por vuestro testimonio, gracias por vuestra vida gastada por el Evangelio. Continúen así, constantes en la oración y creativos en la caridad, firmes en la comunión, alegres y mansos en todo y con todos".
Etiquetas