¡Señor, quiero ser aprendiz en tu taller! No para ser cómo tú Sino cómo tú quieres Y si tú quieres: aprender bien el oficio del amor. ❤ ¡Para los Cristianos que no Creemos, Ni para los que dicen que creen en Dios, y ni en su amor creen!

❤ ¡Para los Cristianos que no Creemos,  Ni para los que dicen que creen en Dios,  y ni en su amor creen!
❤ ¡Para los Cristianos que no Creemos, Ni para los que dicen que creen en Dios, y ni en su amor creen! Alfonso Olaz

Estamos hechos de amor y de nada más

Polvo de estrellas, Luz divina.

Barro humilde que cura y crea

Así de simple.

❤ ¡Para los Cristianos que no Creemos, Ni para los que dicen que creen en Dios, y ni en su amor creen!
❤ ¡Para los Cristianos que no Creemos, Ni para los que dicen que creen en Dios, y ni en su amor creen! Alfonso Olaz

 ¡Para los Cristianos que no Creemos,
 Ni para los que dicen que creen en Dios, y ni en su amor creen!

Estamos hechos de amor y de nada más

Polvo de estrellas, Luz divina.


Barro humilde que cura y crea

Así de simple.

El que quiera brillar se fundirá en su propio Sol-
Y en la noche será témpano de hielo.

El que se ha despojado todo, ya no será despojo olvidado-
brillará y será lámpara del Maestro lamparero.

El despojado no necesita soñar para seguir viviendo.
Su vida es sueño transparente
en el mundo real con Jesús.

Nada le importa, ni nada le sobrecoge.
De lo absoluto hace su vida
Lo relativo ha muerto.

Solo quiere pasar su vida en el taller
del Maestro lamparero y aprender el oficio del amor.

Y viviendo con el absoluto
hace todo relativo, menos ser aprendiz de la Fraternidad divina
para comenzar el verdadero camino de ser Fraternidad.

Esto no es locura del hombre contemporáneo
Es locura que el hombre exprés
no esté loco por aprender este oficio divino
para hacerlo muy humano…
Esto es para todos.

El amor es para el hombre
que cree en Dios,
el hombre de origen divino y humano,
como su hermano Jesús.

Que crea sin cesar, amor- Fraternidad,
igual que su querido hijo, el Hombre.

Porque Él se ha hecho como tú y yo, para ser tú y yo.

Enviados al taller del Maestro
se aprenden todos los oficios divinos
y el más importante es el del amor.

Una escuela de artes y oficios
Escuela divina del Maestro Jesús.

Está prohibido el tomar apuntes
Solo puedes memorizar
Y en tu cuarto con la puerta cerrada
como él te lo ha prometido
entenderás la lección divina
según lo que tu corazón haya amado

Pues el que crea, ya está amando.
Y el que no crea, nada ama.

El amor es silencioso, no da sobresaltos,
El amor viene del lamparero
no del hombre que no cree
Y a todo el que cree
del lamparero es.

El que cree que Dios no le ama
no se conoce a sí mismo

Ya que con solo negarlo-
eres ya pensamiento suyo
Y nada ya podrás negar.

Algún día fíjate bien,
que tienes su señal de su amor,
su código genético en tu frente-

Es una pequeñísima cruz, casi imperceptible,
de color azul en el lado derecho.
Del mismo color de los hijos de María.

¡Señor, quiero ser aprendiz en tu taller!
No para ser cómo tú
Sino cómo tú quieres
Y si tú quieres: aprender bien el oficio del amor.

Y mostrar en mi rostro, el tuyo
Para darte a conocer.

Porque quiero creer en ti
Para que queriendo crea
Para Creer haciendo Fraternidad.

Y para amar, Quiero
Para amar y ya no dejar de amar

Para nunca olvidar que me amas
en el silencio
Para creer que con tu locura me amas,
y en mi locura que curas.
¡No hay mejor locura
que la de Jesús pobre y resucitado!
Solo cura Jesús, locura, Tuya, mía
y de toda su Fraternidad, Humanidad.

Sin esperar lo que yo quiero
Y tú me llevas yendo por donde no quiero
para crer lo que no quiero.
Haciendo y dejando paso a lo que tú quieres.

Con la Confianza de que todo lo que me acontezca
será lo mejor para mí, aunque no lo quiera.

Tú me has dado de probar el zumo de Granada
ese que tanto me gustaba.

Ya no puedo resistirme al amor de mi amada
y solo quiero estar en cada momento con mi amada.

¡Padre,
Me quieres cada momento, tanto...!

Sin esperar grandes cosas
Porque normalmente las grandes cosas-
son iguales que las pequeñas,
que las hacen grandes y semejantes que las opuestas. 

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