La Compañía muestra su "dolor, vergüenza y pesar" por esta lacra Sonoro 'mea culpa' de los jesuitas españoles, que admiten más de un centenar de casos de abusos en el último siglo

Los jesuitas piden perdón por los abusos
Los jesuitas piden perdón por los abusos

"Queremos aprender a pedir perdón a las víctimas y la sociedad, por los abusos, por la cultura del silencio, por no afrontar directa y limpiamente los hechos. Queremos tener presente a las personas que sufren esta herida y tratar de no redoblar su dolor”, proclamó el provincial de los jesuitas, Jesús España, sj.

Un total de 65 jesuitas fueron acusados de abusos, según los informes, 17 de ellos siguen vivos. Cuatro de ellos ya no son jesuitas, los otros 13 están apartados o cumpliendo sanciones. 81 denunciantes sufrieron abusos siendo menores, otros 37 ya de adultos

Antonio Allende, sj.: "No fuimos nosotros quienes sacamos estos casos, fueron las personas abusadas las que nos confrontaron con este mal y debemos agradecerles su valentía al dar este paso. La respuesta que queremos darles con esta comparecencia es que creemos en lo que dicen"

La Compañía está trabajando en un protocolo de reparación de acuerdo con el marco legal

Susana Pradera: “Estamos aprendiendo a dar respuesta a estas personas, siendo ahora conscientes de cómo una intervención insuficiente, bien desde la ignorancia o la incomprensión, a veces por miedo, ha podido revictimizarles y hacerles padecer más dolor aún”

Todos los pasos dados se pueden encontrar en la web www.entornoseguro.org, así como en el buzón de recogida de denuncias: proteccion@jesuitas.es. Susana animó a las víctimas a seguir denunciando. “Sin ese duro paso de las víctimas, no podemos dar voz, precisamente por ese perverso sistema de silencio”

“Dolor, vergüenza, pesar. Por la herida a tantas personas, por la desconfianza generada, por hacerlo en un ámbito religioso, que debería ser espacio de protección”. El provincial de la Compañía de Jesús en España, Antonio España, sj., entonó un sentido mea culpa, y un propósito de enmienda, ante una brutal realidad, la de los abusos a menores, que desde 1927 a la actualidad ha causado dolor a 81 personas, siendo menores y otras 37 siendo adultos.

Un total de 65 jesuitas fueron acusados de abusos, según los informes, 17 de ellos siguen vivos. Cuatro de ellos ya no son jesuitas, los otros 13 están apartados o cumpliendo sanciones.

“Queremos aprender a pedir perdón a las víctimas y la sociedad, por los abusos, por la cultura del silencio, por no afrontar directa y limpiamente los hechos. Queremos tener presente a las personas que sufren esta herida y tratar de no redoblar su dolor”, proclamó el provincial jesuita. “Queremos potenciar una cultura de buen trato, para que esto no vuelva a ocurrir”.

Presentación del informe de abusos de la Compañía
Presentación del informe de abusos de la Compañía

Desde abusos sexuales a conductas impropias

"Los casos registrados en este informe comprenden un abanico muy amplio de conductas, desde los abusos verbales a conductas impropias, tocamientos y en algunos casos relaciones sexuales, sin entrar a establecer tipologías, entendiendo que lo importante es la huella que estos hechos han dejado en la vida de quienes los han sufrido", subrayó José M. Rodríguez Olaizola, sj.

El informe no recoge los nombres de los jesuitas. En cuanto a los abusos sobre menores, “tenemos un total de 65 jesuitas que han sido acusados de abusos, desde 1927 (fecha más lejana de la que tenemos conocimiento) hasta ahora. 48 de ellos ya han fallecido, y 17 siguen vivos (de los que viven en la actualidad, 4 no están en la Compañía, y de los otros 13 todos están apartados de contacto con menores y, o bien cumpliendo sanciones, o esperando la resolución de procesos canónicos o civiles)”.

Aunque en el informe se pueden ver los casos década a década, lo más reciente, que sería desde el año 2000, “tenemos constancia de 6 casos de abusos por parte de jesuitas vivos, y 4 por parte de jesuitas ya fallecidos”. En el 80% de los casos consta una única denuncia. En algunos casos las denuncias han dado lugar a juicios civiles, procesos canónicos o medidas disciplinarias internas. En 17 de los casos registrados, el conocimiento o denuncia de los abusos llegó a la Compañía de Jesús cuando el jesuita ya había fallecido o había abandonado la orden religiosa.

En lo que se refiere a abusos sobre personas adultas, 31 jesuitas fueron acusados por este tipo de abusos de los cuales en 4 casos (12%) habría más de una víctima, y en 27 (88%) consta una acusación. Además se han recogido 19 rumores sobre los que no ha sido posible encontrar información concreta que permita materializar una denuncia. Por otro lado, 15 jesuitas fueron acusados y exculpados. En dicho periodo, que abarca 93 años (1927-2020), el total de jesuitas que han entrado en la Compañía de Jesús en España desde 1927 es de 8.782.

En cuanto a las víctimas, 81 personas sufrieron abusos siendo menores y 37 siendo adultos. El informe detalla las fechas en que se cometieron los abusos, las fechas en que se denunciaron y las medidas adoptadas, en los casos en los que se conoce esta información. Los responsables del informe reconocen que se trata de un estudio limitado, lo que hay que tener en cuenta a la hora de interpretar los datos. Limitaciones por la dificultad de acceso a testimonios directos en los casos más antiguos y por la dificultad con la que se encuentran las víctimas para verbalizar lo que ocurrió.

Clarificar el pasado

Mucha de la información se recibió cuando los jesuitas acusados de los abusos ya habían fallecido. “La falta de sistematización de la información que existía ha sido una dificultad, sin embargo, por honestidad con las personas que han sufrido abusos y la necesidad de clarificar el pasado, nos ha parecido imprescindible afrontar esta investigación”, destacó Rodríguez Olaizola SJ, Secretario de Comunicación de la Compañía de Jesús en España.

Rodríguez Olaizola, sj

En la relación con las personas que han sufrido abusos, la diferencia de situaciones es enorme. La mayoría piden anonimato y discreción. No todas han acudido a la Compañía de Jesús y, en algunos casos, la denuncia la han realizado a través de la prensa. Expresan, en la mayoría de casos, la necesidad de contar lo que sucedió, que sea reconocido y que se tomen todas las medidas para que no vuelva a suceder.

Valentía de las víctimas

El Delegado de Educación de los Jesuitas, P. Antonio Allende SJ ha querido señalar que “no fuimos nosotros quienes sacamos estos casos, fueron las personas abusadas las que nos confrontaron con este mal y debemos agradecerles su valentía al dar este paso. La respuesta que queremos darles con esta comparecencia es que creemos en lo que dicen”. “No queremos poner el foco en la defensa de la institución, sino en la reparación, verdad y justicia para las víctimas”, subrayó Allende.

Con la presentación pública de este informe, la Compañía de Jesús reitera su voluntad de escuchar a las personas que han sufrido abusos, responder a sus procesos, facilitar la sanación y la restauración. Por ello está trabajando en un protocolo de reparación de acuerdo con el marco legal de nuestro país. “En ningún caso entendemos que una compensación borre el sufrimiento, pero sí queremos dar una respuesta allá donde sea posible” señala el informe. La Compañía de Jesús ha decidido tratar las reparaciones caso a caso y su objetivo es la compensación moral y la ayuda a la sanación y tratamiento en los casos en que sea necesario.

Susana Pradera
Susana Pradera

Sistema de entorno seguro

Junto al informe, Susana Pradera, responsable de entorno seguro de la Compañía, presentó los resultados del trabajo de años de la Compañía, y lo hizo dando las gracias “a todas las personas que han sufrido abusos y han dado el paso valiente de denunciar, buscar la verdad y la justicia”. “Si ellos y ellas han dado ese paso valiente, nosotros también debemos hacerlo”, recalcó.

La primera responsabilidad es “escuchar y acoger a las personas que han sufrido y sufren a causa de los abusos vividos”, que son diferentes en cada persona. “Es fundamental acercarse a este dolor para cambiar una realidad que no se ha querido ver durante mucho tiempo”, añadió. “Estamos aprendiendo a dar respuesta a estas personas, siendo ahora conscientes de cómo una intervención insuficiente, bien desde la ignorancia o la incomprensión, a veces por miedo, ha podido revictimizarles y hacerles padecer más dolor aún”, admitió.

“Que esto no vuelva a suceder. Esto nos mueve a ir más allá, y dar un respuesta más amplia, que realmente vaya encaminada a potenciar una cultura del buen trato”, apuntó la experta, que abundó en tres pasos necesarios para “no tolerar ningún modo de abuso”.

Son éstos:

  1. Sensibilización y concienciación: el sistema no sólo es la aplicación de protocolos. Hay que escuchar el dolor, y solo desde ahí nos surge la voluntad de modificar comportamientos y actitudes. No hablamos solo de abusos sexuales, sino de formas de abusos
  2. Prevención: tanto en los espacios físicos (espacios, aulas…), evitando comentarios despectivos o conductas poco apropiadas y fomentando relaciones sanas para evitar los riesgos. Detectar y adoptar medidas respecto a las actividades que desarrollamos (pernocta con menores, acompañamiento espiritual…)
  3. Intervención: estar preparados para dar la respuesta adecuada y en el tiempo adecuado. Ser prudentes y contundentes. No es lo mismo un caso del pasado que un caso que esté ocurriendo. Es fundamental la coordinación, la agilidad, Una manera de acompañar y estar con el que sufre. Diferentes espacios de escucha en nuestras diez plataformas apostólicas. Acompañamiento, compensaciones, etc…

Todos los pasos dados se pueden encontrar en la web www.entornoseguro.org, así como en el buzón de recogida de denuncias: proteccion@jesuitas.es. Susana animó a las víctimas a seguir denunciando. “Sin ese duro paso de las víctimas, no podemos dar voz, precisamente por ese perverso sistema de silencio”.

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