Yayo Herrero abre el 39 Congreso de Teología, sobre 'Justicia y compasión en un mundo desigual' Juan José Tamayo: "La compasión es la opción fundamental de Jesús de Nazaret"

Es una cita ineludible, desde hace casi 40 años. Los teólogos (y teólogas) de la Asociación Juan XXIII vuelven a darse cita en el salón de CC.OO. de Madrid -no hubo hueco para ellos en espacios eclesiales-, para celebrar su congreso anual. En esta ocasión, para hablar sobre 'Justicia y compasión en un mundo desigual'.

Varios centenares de asistentes, cada año, acompañan este modo de hacer teología, libre y abierta a las periferias, de estilo 'franciscano' aunque no evitan criticar a este Papa, incluso a este Papa, cuando lo consideran. Porque el amor a la Iglesia no es obediencia ciega, sino seguimiento consciente -y sentimental- del Evangelio. Eso intentan los teólogos de la Juan XXIII. Y eso intentó explicar durante su intervención inicial Juan José Tamayo.

Tamayo arrancó su intervención agradeciendo el “gesto generoso y solidario” de Comisiones Obreras al cederles el local, “que contrasta con el de la sospecha permanente por parte de la jerarquía eclesiástica, que nos viene negando el uso de sus locales con una actitud poco acorde con la Iglesia de salida a las periferias que defiende y practica el Papa Francisco y poco respetuosa con el ejercicio de la libertad de expresión, asociación y reunión, con frecuencia reprimido dentro de las instituciones eclesiásticas”.

Patriarcado, colonialismo, racismo, ataques a la libertad...

¿Por qué el lema de este año? ¿Por qué hablar de justicia y compasión? Porque “las diferentes y cada vez más profundas brechas que se producen hoy en el mundo refuerzan todavía más las desigualdades: la económico-social entre ricos y pobres; la patriarcal entre hombres y mujeres; la colonial entre las superpotencias y la pervivencia del colonialismo; la ecológica, provocada por el modelo de desarrollo científico-técnico depredador de la naturaleza; la racista entre personas nativas y extranjeras; la afectivo-sexual entre heterosexualidad y LGTBIQ; la intelectual entre conocimientos científicos y saberes originarios, que da lugar a la injusticia cognitiva; la global entre el Norte y el Sur; la religiosa entre sistemas de creencias hegemónicos y contra-hegemónicos y entre iglesias ricas e iglesias pobres; la digital entre quienes tenemos acceso a internet y quienes se ven privados del mismo, etc...”. Estos son los ejes del congreso de este año.

Crisis ecológica y el drama de las migraciones

Uniéndose al Papa Francisco, los teólogos de la Juan XXII debatirán sobre la “crisis ecológica” que, planteó Tamayo, “constituye el principal desafío de la humanidad, con especial agravamiento en la Amazonía en llamas”. Desde el congreso, saludaron la convocatoria del Sínodo para la Amazonía, pues, como afirma el Papa, “el futuro de la Humanidad y de la Tierra está vinculado al futuro de la Amazonía”.

El segundo gran drama de nuestro mundo es el de “millones de personas que llegan a las fronteras de los países más favorecidos huyendo de la guerra, la miseria y los regímenes dictatoriales”, y que mueren el el Mediterráneo o en la frontera sur, o al borde del río Grande.

Ante esto, Tamayo trazó algunas líneas fundamentales:

En primer lugar, el “principio-compasión”, con ejemplos como los de Chico Mendes o Berta Cáceres, “asesinados por su compromiso en defensa de la tierra”. Como ellos, “muchas activistas ecologistas han pagado su compasión con la vida y se han convertido en “mártires” por mor de la defensa de la dignidad de la Tierra”.

La compasión, opción de Jesús

"La compasión es la opción fundamental de Jesús de Nazaret, su estilo de vida, su forma de pensar y de vivir a Dios, su manera de entender al ser humano, su relación con los demás, su modo de conocer, de creer, de esperar, de amar, su lectura de las Escrituras, su actitud ante las víctimas, antas las mayorías empobrecidas”.

Y es que la compasión, apuntó Tamayo, “es principio teológico”, y sin ella, “la teología pasa de largo ante el sufrimiento humano y se torna cómplice de él”. Una teología que, apuntó, “no ha demostrado muchas veces entrañas de misericordia”, mostrándose “incapaz de sentir, de amar, de sufrir, de compadecerse”.

La compasión, que es también elemento esencial en otras religiones, destacó Juan José Tamayo: en el Islam, el budismo o las religiones africanas. Y que debe formar parte de la historia, como nos enseñó Ellacuría.

Yayo Herrero, Frankenstein y la monstruos del desamor

“La compasión tiene carácter público y debe traducirse en el terreno político en la lucha por la justicia a través de una praxis liberadora en los movimientos sociales y otros colectivos contra-hegemónicos”, prosiguió Tamayo, antes de dar la voz a Yayo Herrero, antropóloga y portavoz del Foro de Transiciones, quien disertó sobre “Los monstruos del desamor: Desigualdades y expulsiones”, y denunció la "guerra contra la vida", poniendo como ejemplo la novela 'Frankenstein', de Mary Schelly.

Así, planteó "los riesgos que corre la humanidad cuando las acciones políticas, económicas o científicas están desconectadas de la ética, de las emociones, de las personas". "El monstruo se transforma en criatura monstruosa porque nadie se hace cargo de las consecuencias de haberla criado", denunció. Un claro paralelismo de lo que, a veces, ocurre en nuestra sociedad.

Empezamos el 39 Congreso de Teología con la intervención de @yayo_herrero "Los monstruos del desamor: desigualdades y expulsiones".🌍💪🏾📝

¡Anímate a participar! 🚲💨#39congresodeteologia#Justiciaycompasionenunmundodesigualpic.twitter.com/aRkP4qKdR6

— CongresoTeologiaJuanXIII (@CongresoJuan) September 6, 2019