"Mario Iceta ha sido ejemplar en la gestión del conflicto. Está teniendo muchísima paciencia, muchísima" Sor Lucía Caram, tras hablar con las clarisas de Belorado: "Que no se dinamiten los puentes del diálogo"
"La abadesa me escribió muy educada, diciendo que, bueno… que ellas no habían pedido ninguna mediación”
“Espero que estos días que se han dado sirvan para que se pueda dialogar y también espero que estos señores que están embaucando, aunque la abadesa me dice que están siendo atendidas espiritualmente por don Pablo y don José, salgan de la escena. Y dejen que las monjas sean monjas. 40 años de vida religiosa no se tiran por la borda de esta manera”
"Hay que respetar si alguien decide marchar, pero que sea en todo caso desde el diálogo y que no se hayan agotado todos los caminos posibles para resolver los conflictos que hay entre hermanos"
"Hay que respetar si alguien decide marchar, pero que sea en todo caso desde el diálogo y que no se hayan agotado todos los caminos posibles para resolver los conflictos que hay entre hermanos"
“Yo no soy una mediadora, simplemente quise hablar, como hermana, con otras hermanas”. Sor Lucía Caram tuvo oportunidad de hablar con las clarisas de Belorado antes de que, por primera vez a lo largo de este mes, se abriera una pequeña ventana a un acuerdo, con la petición de las religiosas, aceptada por Iceta, de retrasar su declaración ante el Tribunal Eclesiástico que ha de dilucidar si se las excomulga.
“Escribí para hablar con las hermanas, hablé en varias ocasiones con la hermana telefonista, muy atenta, educada, muy preocupada, sabiendo quién era yo también, preguntándome por lo que estoy haciendo en Ucrania”, confiesa, en conversación con RD, la monja argentina. “No puedo hablar más que bien”.
Tras la conversación, “la abadesa me escribió muy educada, diciendo que, bueno… que ellas no habían pedido ninguna mediación”, reveló Caram. “Le manifesté que lo que quería era hablar de hermana a hermana, que si ellas habían tomado la decisión de marchar, le pedía que no dinamitara los puentes del diálogo, y que esto era lo único que me movía”, añadió.
Atendidas por el obispo fake y el cura coctelero
“La abadesa me contestó diciéndome que en este momento estaban atendidas espiritualmente por don Pablo y por don José y que no necesitaban esta ayuda, pero que en todo caso lo agradecían y si en algún momento necesitaban alguna cosa, me lo harían saber”, indicó sor Lucía, quien a la vuelta de Ucrania “he vuelto a escribirlas, y tengo esperanza con la respuesta que han dado con esta prórroga”.
“Me gustaría que sea para un diálogo”, repite la religiosa, quien insiste en que “hay que respetar si alguien decide marchar, pero que sea en todo caso desde el diálogo y que no se hayan agotado todos los caminos posibles para resolver los conflictos que hay entre hermanos”. “Yo creo que es importante saber que no haber una Iglesia uniforme, sino que en todo caso tiene que ser unánimes con un solo corazón y una sola alma. Y esto es lo que estamos intentando”.
Sobre el papel del arzobispo de Burgos, Sor Lucía aclara que “don Mario Iceta ha sido ejemplar en la gestión del conflicto. Está teniendo muchísima paciencia, muchísima”, y pide evitar “una imagen que nadie quiere, que es la de que por la fuerza se esté sacando a nadie del convento”.
“Cuando uno entra en la vida religiosa, hace profesión cada uno, es una opción libre. Y cuando uno hace la profesión solemne o perpetua, entra a formar parte del capítulo de la comunidad con voz y voto. La decisión del capítulo es la que marca la orientación de la comunidad”, explica sor Lucía, quien insiste en que la abadesa, sor Isabel, “ha presentado un manifiesto presenta en nombre de toda la comunidad”.
"No dinamitar los puentes del diálogo"
“Yo creo que Mario Iceta está intentando no dinamitar los puentes del diálogo, sino hacerlas entrar en razón, o en todo caso asegurarse primero de que las hermanas mayores, que toda la comunidad, es libre para tomar esta decisión”. Si se mantienen en sus trece, “deben saber que el monasterio pasa a ser de toda la comunidad de clarisas (…). Al renunciar y salir de la comunidad, el monasterio es un bien eclesiástico. En este caso, el monasterio sería de la Federación de las Hermanas Clarisas”.
En cuanto al impacto económico, sor Lucía insiste en que “las cuentas bancarias no están bloqueadas, simplemente están garantizando que las hermanas no puedan ser manipuladas”. De hecho, añade, “la diócesis con esto está perdiendo dinero: abogados, portavoz, tiempo y todo”.
Una salida frente al engaño
“Creo que Mario Iceta quiere agotar todos los caminos para buscar una salida evangélica”, recalca Sor Lucía Caram, quien sostiene que “las hermanas han estado mal asesoradas”, y tal vez, víctimas de “una pillería”. “Yo creo que estos señores han asesorado mal. A partir de un millón y medio, creo que es, tienes que pedir permiso a Roma (…), y ahí es donde han querido dar el golpe de efecto, y ha quedado todo el pastel descubierto”. “En todo caso -finaliza-, lo que se quiere es que las hermanas sean libres y que no sean engañadas por estos dos personajes que se ha visto que han falsificado muchísimas cosas”.
En cuanto al papel de la Iglesia, “creo que la Iglesia normalmente tiene un defecto que comunica poco y mal, aunque dn este caso lo ha hecho bien, a tiempo y con absoluta transparecia””, y aboga por la transparencia. “Aquí no hay nada oscuro, no se quieren aprovechar de las monjas, sino en todo caso protegerlas y evitar también un poco el escándalo de la desunión de esta manera”.
“Espero que estos días que se han dado sirvan para que se pueda dialogar y también espero que estos señores que están embaucando, aunque la abadesa me dice que están siendo atendidas espiritualmente por don Pablo y don José, salgan de la escena. Y dejen que las monjas sean monjas. 40 años de vida religiosa no se tiran por la borda de esta manera”, concluye.