El informe Cremades costó a la CEE 1,225 millones de euros Los obispos crean una comisión de arbitraje para estudiar las denuncias de abusos a menores prescritas

Aunque en público se empeñan en afirmar que la cuestión de los abusos está cerrada después de la presentación de la segunda parte de su 'Para dar luz' (que no así la auditoría Cremades), lo cierto es que los obispos españoles tienen mucho trabajo que hacer, en especial en lo relativo a las víctimas.

Tal vez, fruto de ello, ha sido la aprobación, por parte de la Comisión Permanente, de una "Comisión de arbitraje prevista en el Plan de Reparación Integral a las Víctimas" cuyo cometido, tal y como señala la nota de prensa de la CEE, es el de "el estudio de las denuncias presentadas en las Oficinas de Protección de menores pero que, por diversos motivos, no pueden tener recorrido en el ámbito civil, canónico o penal".

Las reparaciones económicas se harán "caso por caso", aunque Magán pidió no centrarse únicamente en las indemnizaciones para no "mercantilizar a las víctimas". También habrá una comisión de baremación, formada por expertos, para cada caso, con psicólogos, médicos, acompañantes...

Y es que el plan de reparación integral a las víctimas de abusos ha sido una de las claves de esta Permanente con marcado carácter preelectoral. Así, los obispos han estudiado "el nuevo borrador que incorpora las observaciones de los obispos y las ideas recogidas en el Mensaje el Pueblo de Dios de la Plenaria", un texto que será aprobado por ésta en marzo.

Un plan que, según afirma la CEE, pretende "evitar que los casos de abusos a menores vuelvan a repetirse", a la vez que "plantea cómo ofrecer a las víctimas una reparación integral y adecuada, dando respuesta a la demanda que cada caso particular requiere".

El coste de Cremades

En cuanto a Cremades, Magán subrayó que “el asunto está cerrado desde el punto de vista económico”, calcando el coste que adelantó RD: “El precio final han sido 1,225.000 euros”.

En cuanto a su valor, el portavoz de la CEE insistió en que “la auditoría es valiosa en sí misma, se han incorporado las sugerencias valiosas, y luego para dar luz es un informe complexivo, un trabajo de síntesis y recoge todos los momentos anteriores”, pero quiso centrarse en “mirar al futuro y proveer para atender al pasado”, poniendo a la víctima en primer lugar. “Nos interesa la búsqueda de la verdad y de la justicia, esclarecer los hechos, establecer responsabilidades”.

En otro orden de cosas, los obispos trabajaron el futuro de los seminarios, acordando la creación de una comisión ad hoc, presidida por Jesús Vidal y formada por ocho rectores de distintas zonas de España, para trabajar conjuntamente este asunto, cuyo cronograma se abordará definitivamente en la plenaria de marzo. Entre los temas propuestas, una encuesta para todos los obispos sobre la situación de los seminarios y el documento base de trabajo entregado por el Dicasterio del Clero.

Un documento sobre migraciones, el trabajo sobfre el Sínodo, los íter de la Plenaria de marzo y el seguimiento de Ábisde media y otros asuntos económicos también marcaron estos dos días de trabajo en la CEE.