Argüello lamenta la entrada en vigor, este viernes, de la Ley de Eutanasia Los obispos piden que los hospitales católicos sean “zonas libres de eutanasia”

“Es una mala noticia”. El obispo Argüello lamentó de nuevo la entrada en vigor, este viernes, de la ley de la Eutanasia, que, profetizó, no traerá consigo “una marea de peticiones” pero sí puede abrir “un plano inclinado” que haga que “haya gente que quiera acogerse a este ‘derecho’, y muchas personas puedan considerarse una carga para sus propias familias”.

El portavoz de la Conferencia Episcopal mostró su esperanza de que, a partir del 25 de junio, “haya personas que digan que no desean que sea así”, y que inscriban en los registros de voluntades anticipadas “su deseo de una atención integral a la hora de abordar los momentos finales de la vida”.

Un movimiento de promoción de la vida

“Desearía que a partir de este momento creciera en España un movimiento fuerte de promoción de la vida, de los cuidados paliativos, que se respete la objeción de conciencia de los sanitarios, y de las entidades cuyo ideario pone por delante la dignidad y los cuidados”, proclamó Argüello, instando a que se conviertan en “una zona libre de eutanasia”.

“Que podamos decir que estamos en una zona libre de una muerte provocada, porque provocar la muerte no puede ser nunca una referencia social para solucionar los problemas ni el sufrimiento”, añadió.

Argüello también informó de una próxima reunión, el 15 de septiembre, con los responsables de las oficinas antiabusos de las diócesis. Preguntado sobre las críticas de expertos de la ONU, o del Alto Comisionado sobre la violencia infantil del Gobierno a la actuación “insuficiente” de la Iglesia española, el secretario general de la CEE tildó de “injusta” la carta de Naciones Unidas, aunque admitió que “todo siempre es mejorable”.

Que hablen con la FIFA o el COI

“No sé si habrá en el mundo una organización que esté siendo mirada tanta lupa, y que haya dado una cantidad de respuestas, tanto a escala global, como en las conferencias episcopales, como la Iglesia”, adujo. “Me extraña que Naciones Unidas se haya podido dirigir a la FIFA o al Comité Olímpico. O que la UNESCO se haya podido dirigir al mundo e las escuelas”, respondió con sorna, insistiendo en que “estamos haciendo un camino, especialmente espoleados por el Papa Francisco”. “Y estamos tratando de dar respuestas tanto en el orden de la prevención, la colaboración y el Derecho”. “Cada vez que nos encontramos vemos que hemos dado un paso nuevo. Vamos haciendo itinerario… podemos mejorar”.

En cuanto al anteproyecto de reforma de la Ley de Patrimonio Histórico, Argüello admitió que “me sorprendería que se hablase que solo los bienes propiedad de la Iglesia fueran los inalienables”, y advirtió, ante una posible desamortización encubierta: “Si no pueden ser enajenados, tampoco embargados”.

Patrimonio en la España vaciada y visita ad limina

“No se puede ser juez y parte. No creo que haya ningún obispo de España que se le ocurra vender su catedral, sería lo último. Pero en la España vacía, en la situación de montones de edificios, templos y ermitas que hay en lugares donde la población es muy escasa, la Iglesia y también la sociedad española tenemos un problema”, finalizó el portavoz, subrayando que “no queremos privilegios ni discriminaciones”.

En otro orden de cosas, los obispos anunciaron que el 30 de abril celebrarán la asamblea presinodal de cara al Sínodo de Obispos, y una Visita Ad Limina a Roma, que tendrá lugar, en cuatro fases, entre diciembre de este año y enero de 2022. Al comienzo de su comparecencia, Argüello agradeció públicamente a este redactor la publicación de ‘Santiago en el fin del mundo’ (La Esfera de los Libros), su última novela.