Cármina Burana o los frailes anticlericales 1.
| Pablo Heras Alonso.
Comienzo por la pronunciación de este Códice y esto me lleva a un recuerdo… Fue en 1971 cuando un empleado de “Sanitas” me ofreció los servicios de esta compañía “salutífera”. Un tanto en broma le dije que no aceptaba formar parte de una entidad con nombre adulterado. Se extrañó. Si elegían un nombre en latín, le dije, al menos que lo anunciaran bien, /sánitas/ en símil de otro, /káritas/.
Algo peor fue lo de aquel concejal de cultura gallego, J.P.V. año 2000, profiriendo encendidos elogios a “Carmína Burana”, célebre cantante gallega que interpretaría la cantata de Karl Orff. Todo por un acento. Y no menos la metedura de pata de Almeida o su consejero invitando a asistir a "la actuación de Carmina Burana" en el Retiro, agosto 2022.
“Carmina burana”, pronunciado /kármina burana/, es una colección de poemas y textos goliardescos de los siglos XII y XIII que en 1803 descubrió un bibliotecario alemán en el monasterio benedictino de Beuern, en Baviera. Se salvaron de la desamortización y hoy se encuentran en la Biblioteca Estatal de Baviera. Su nombre original es “Códex buranus”, de otra manera, Códice Benedictbeurn.
Contiene 228 “cantos”/254 (26 de una obra teatral final), de los cuales Carl Orff eligió 24 para su célebre cantata, asesorado en la elección por el director de la Biblioteca. Es de suponer que es bien conocida, sea uno melómano o no. Una muy buena versión, la de mi querido y admirado Rafael Frübeck de Burgos. Es un gozo escucharla, y cantarla, eso sí, con texto al lado.
Estos “cármina” no se han editado todavía en España y merecerían serlo, con la traducción oportuna. Algunos poemas están escritos en un incipiente alemán, incluso en un francés macarrónico y los hay donde se mezcla el latín, entonces el idioma de Europa, con el alemán. Hay poemas irreverentes, satíricos y hasta obscenos, siempre con un verso refinado y “cariñoso”.
La colección se divide en tres partes: I Die moralisch-satirischen Dictungen (Poemas morales y satíricos). II Die Liebeslieder (Canciones de amor). III Trinken und Dramen (Beber y dramatizar). En la Erster Teil, la I Parte, relucen la ironía, la gracia en las comparaciones, las sátiras contra clérigos, la relajación de las costumbres y, sobre todo, la “cupíditas argenti”, el ansia de dinero que todo lo corrompe. Precisamente así comienza el Canto 1º de la colección, que tiene 6 estrofas de 10 versos cada una:
Manus ferens múnera – pium facit impium; - nummus iungit federa – nummus dat consilium – nummus lenit áspera – nummus sedad prelium – Nummus in prelatis – est pro iure satis; - nummo locum datis – vos, qui iudicatis.
Nummus ubi predicat – lábitur iustitia – et causam, que claudicat – rectam facit curia, - pauperem diiudicat – veniens pecunia. – Sic diiudicatur – a quo nichil datur; - iure sic privatur – si nil offeratur.
La mano que porta dinero – hace impío lo pío; el dinero une acuerdos – el dinero da el consejo – el dinero suaviza asperezas, - el dinero calma conflictos – El dinero, en los prelados – es suficiente ley: vosotros, que juzgáis – poned en su lugar al dinero.
Donde habla el dinero, desaparece la justicia; la curia hace justa cualquier causa que claudica. En llegando el dinero al pobre absuelve. Así es juzgado por quien nada recibe; queda ayuno de justicia quien nada ofrece]
En el Canto 16º el vate se lamenta de la poca suerte que suele dar la “fortuna”: una veces se está en lo alto y, al poco, en lo más bajo. Hay unos versos muy concisos que resumen dos refranes castellanos: “Hay que coger la ocasión por los pelos” y “La ocasión la pintan calva”:
Verum est quod legitur – fronte capillata – sed plerumque sequitur – occasio calvata. Es cierto que se dice que tiene pelos, pero casi siempre sucede que la ocasión es calva.
La II Parte, que comienza con diversos cantos a la “Fortuna”, que es como la luna, se refiere al amor. Amor que tiene precedente en la Naturaleza, flora y fauna; amor que crece de tal manera en el hombre que culmina en la necesaria unión.
Habla el vate de cómo influyen los tiempos, las estaciones, en el ánimo del hombre:
(79) Estivali sub fervore,- quando cuncta sunt in flore – totus eram in ardore… (80) Estivali Gaudio tellus renovatur,- militandi studio Venus excitatur.
Con el calor del verano, cuando todo florece, yo estaba lleno de ardor… La tierra se renueva con el gozo del verano y Venus se excita con el afán de servir.
Tempore brumali – vir patiens – animo vernali – lasciviens.
En el tiempo brumoso el hombre es paciente; con el verano, lascivo.
Estatis florigero tempore - sub umbrosa residens arbore,- avibus canentibus in nemore, -sibillante serotino frigore - mee Tysben adoptato fruebar eloquio,- colloquens de Veneris blandissimo comercio.
En la época de floración, bajo la sombra de un árbol y el canto de los pájaros, en el frío sibilante de la tarde, disfruté con el coloquio de mi Tysbe, hablando del comercio halagador de Venus.
Siguen 60 versos más para concluir con esta reflexión de la amante, que es como el resumen de esta II Parte de Cármina burana:
In trutina mentis dubia – fluctuant contraria – lascivus amor et pudicicia. Sed eligo, quod video: collum iugo preveo – ad iugum tamen suave transeo. Non bene dixeris iugum secretum Veneris - quo nil liberius, nil dulcius, nil melius… …Dulcissime, totam tibi subdo me.
En la balanza dudosa de la mente fluctúan cosas contrarias, el amor lascivo y el pudor. Pero elijo lo que veo: mi cuello ante el yugo y al yugo suavemente me someto. No se puede hablar bien del yugo secreto de Venus, en el que no hay nada más libre, ni más dulce, ni mejor... Dulcemente, toda entera me entrego a ti.
Lógicamente, el amante, tras gozar con aquello que siempre deseó, exultante prorrumpió en ditirambos (estrofa 7). Es el número final de la Cantata de Karl Orff.
(8) Ave, formosissima, gemma preciosa – ave decus virginum, virgo gloriosa – ave lumen luminum, ave mundi rosa – Blanziflor et Helena, Venus generosa
Ave joya hermosísima y preciosa – ave ornato de las vírgenes, virgen gloriosa, ave luz de luces, ave rosa del mundo, Blancaflor y Helena, Venus generosa