LA REFORMA DE LUTERO: UN ANÁLISIS CRÍTICO/ 1
ὁ δὲ δίκαιος ἐκ πίστεως ζήσεται //El justo vivirá de la fe (Rom 1, 17)
| JUAN CURRAIS PORRÚA
En los últimos cinco años han tenido lugar en Alemania numerosas celeraciones dentro de la iglesias reformadas para conmemorar el quinto centenario de la Reforma luterana, una revolución religiosa que cambió la historia de Europa. Ello puede ser una buena ocasión para hacer algunas reflexiones sobre las ideas básicas de la figura y la doctrina de Lutero, que implicaron una ruptura con la iglesia católica romana. Estas reflexiones están hechas no desde una perspectiva teológica y dogmatica, sino desde un enfoque histórico y filosófico, racionalista y crítico, guiado por el ideal de la exétasis o indagación socrática, un enfoque que busca una aproximación a la verdad desde un escepticismo bien temperado.
Hace ahora unos 500 años estalló en Alemania una Revolución religiosa liderada por un monje agustino de nombre Martín Lutero. Los historiadores del cristianismo y de la iglesia católica se han preguntado por las causas de ese complejo acontecimiento histórico, que recibió el nombre académico de Reforma protestante. Entre esas variadas causas se han señalado como primordiales los factores religiosos referentes a la doctrina, pero también los factores políticos, sociales y económicos, así como la fuerte personalidad carismática del monje Martin Lutero. Cuando éste nace en 1483, afirma el historiador García Villoslada (1), toda Europa era católica, y cuando muere en 1546 casi la mitad del continente se había separado de la iglesia de Roma.
Los problemas sociales e históricos, decía el filósofo Mario Bunge, suelen darse en racimo y siendo poliédricos, necesitan una comprensión y explicación multicausal. Entre las causas religiosas de la revuelta protestante, donde suelen ir unidos los tres conceptos confesionales de herejía, apostasía y cisma, el historiador Giacomo Martina (2) busca los antecedentes de la Reforma de Lutero del s. XVI en los dos siglos anteriores, siguiendo a García Villoslada, un clásico de la historia eclesiástica.
Como el luteranismo no es un meteorito caído del cielo en suelo alemán, ambos historiadores se remontan a los siglos XIV y XV, buscando en ellos las siguientes raíces o causas remotas: 1) la debilitación, desprestigio y decadencia de la autoridad pontificia desde Bonifacio VIII, con el humillante secuestro del papa en Anagni en 1303, unido al abuso papal de anatemas y excomuniones (a Felipe el hermoso y al emperador Luis de Baviera, entre otros); 2) el exilio de Aviñón con 7 papas franceses sometidos al rey de Francia; 3) el gran cisma de Occidente con dos papas enfrentados disputando la cátedra de Pedro; 4) la teoría conciliarista procedente del concilio de Constanza, que depuso a tres papas, una teoría defendida en el s. XIV por Marsilio de Padua y Guillermo de Occam; 5) la fuerza centrífuga de las iglesias nacionales en Francia y en Alemania; y 6) la corrupción de algunos papas y cardenales del Renacimiento, príncipes de la Iglesia, y de la curia romana en especial.
A las causas citadas ambos historiadores añaden: la decadencia teológica y la crítica de la Escolástica realizada por el nominalismo de Guillermo de Occam en el s. XIV, quien influyó enormemente en la formación del joven Lutero. Él mismo se declaraba occamista afirmando: Occam magister meus. Y en alemán: Mein lieber Meister (mi querido maestro).
Otro importante influjo religioso le vino a Lutero del movimiento evangelista, que buscaba un cristianismo más puro y auténtico, con la propuesta de regresar a un genuino Evangelio (con mayúscula y en sentido absoluto) como paradigma idealizado o más bien mitificado. Dentro del movimiento evangelista destaca la figura del humanista Erasmo de Rotterdam, un humanista y reformista moderado, que se negó a seguir la línea extremista de Lutero que provocó el cisma.
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- (1) García Villoslada, R.(1969), Las raíces históricas del luteranismo, BAC, Madrid.
- (2) Martina, Giacomo (1970), La Chiesa nell'età dell'assolutismo, del liberalismo e del totalitarismo, Morcelliana, Brescia. Traducción española con el título La Iglesia, de Lutero a nuestros días (3vols.), Ediciones Cristiandad, Madrid.