EL MODERNISMO RELIGIOSO Y SU CRISIS

Cristóbal Robles Muñoz, en la dedicatoria del primer volumen de su obra “El modernismo religioso y su crisis”, “agradece la muy valiosa ayuda al Centro de Estudios de la Iglesia Nacional de Santiago y de Monserrat, en Roma, al personal del Archivo Secreto Vaticano, y al de la Biblioteca de la Escuela Francesa, sede en Roma, y al personal del Centro de Humanidades y Ciencias Sociales del CSIC en Madrid”.

Las fuentes no pueden ser más serias, fundamentales, transparentes y profundas. Tampoco lo es la interpretación que a sus aportaciones les aporta el autor de los tres volúmenes –unas 1,500 páginas- que, con profusión de citas y datos, constituyen tan interesante, docto y oportuno estudio, en unos tiempos en los que el tema religioso, cuando es tratado con objetividad, fidelidad y proyección de futuro, resulta ser hasta apasionante para propios y extraños a la materia.

“Preliminares” es el título del primer volumen. “La Condena” (1906-1913) es el del segundo, y el del tercero, que acaba de salir a la luz, es el de “Después de Pío X”. La editorial que afronta la publicación de tan notable obra es “ACCI”-Acción Cultural y Científica Iberoamericana) del grupo “Visionnet”, con reconocida capacidad y acierto para acoger temas y autores que puedan seguir siendo tildados de “peligrosos” o atrevidos en los territorios del catolicismo actual oficial.

Huelga reseñar que “El modernismo religioso y su crisis”, es obra densa y documentada, pero que a su vez, tanto por la distribución y presentación de sus temas, como por su redacción y pedagogía, es libro de fácil y atractiva lectura. Para algunos, su interés se centrará en el convencimiento de que sus impresiones “religiosas” se hallan avaladas también en documentos, datos y hechos convenientemente constatados. Para otros, el interés se concentra en la “denuncia pública de la falacia que, entre los años 1905-1914 se pretendía perpetuar, de la prevalencia en la Iglesia de un sector, persuadido de que un buen católico debe renunciar a la libertad de investigación y a toda iniciativa de creer sin preguntar y sin pensar, bastando con la disciplina…”

. Lo que literalmente hoy nos parece un monumental dislate y una monstruosidad intelectual, sigue todavía teniendo vigencia en determinadas circunstancias, personas, movimientos y grupos “espirituales”, aunque con medios y formas menos incivilizadas, y aparentemente cristianas. Conocer, para sanear tales posiciones, y aún doctrinas, es –será- fruto y consecuencia de la docta lectura de la obra de Cristóbal Robles Muñoz.

El autor explica sabiamente en su prólogo, que “hacer historia tiene algo de anacronismo. Estos años, he sentido muchas veces la alegría de haber podido elegir amigos y socios de camino. Con ellos, he estado muchas horas. Quiero creer que su compañía ha dado otra perspectiva a mis encuentros de cada día de las personas que, como yo, madrugan para ganar su sustento, luchan, sufren y sueñan solo con los suyos y por los suyos”.

Reconoce además, y sobre todo, que “el modernismo religioso ha sido considerado uno de los temas interesantes en la historia moderna contemporánea, pudiendo y debiendo continuarla oficialmente aquellos a quienes se nos enseñó en la juventud, que la verdad que nos hace libres, es también la acogida de quien anuncia e inaugura un tiempo de misericordia para los pobres”.
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