El cine religioso español en mi juventud era muy popular, con muchos protagonistas masculinos que actuaban de sacerdotes y mujeres con hábito. Pero el gran éxito se lo llevaron dos grandes producciones rodadas en los años 50 del siglo pasado, Ben Hur y los 10 mandamientos. Son películas que contaron con un inmenso presupuesto siendo la última con Charlton Heston, como actor principal, la que obtuvo mayor recaudación de la historia del cine religioso. El hecho de que la sigan dando en la televisión, de vez en cuando, es responsable de llenar las lagunas bíblicas de muchos jóvenes actuales. La medalla de plata se la lleva Ben Hur, con legiones romanas y primeros cristianos. De esta época son también Salomon y la reina de Saba y la Túnica sagrada.



Tras estos éxitos clamorosos no muchas películas con temática religiosa triunfaron en las taquillas, siendo la excepción La pasión de Cristo de Mel Gibson que fue estrenada ya en el 2004. La reciente película sobre Noé, con Russell Crowe al frente, ya ha tenido su éxito aunque algún espectador se queja de que no tiene base bíblica. En cambio para otros ya es un paso que Hollywood incluya esta temática en su programación.



De hecho, algo se está moviendo pues otras dos cintas del 2014, Son of God (Hijo de Dios) y God’s not Dead (Dios no ha muerto), creo que todavía no se han presentado en España, han dejado a sus productores satisfechos, Heaven is for Real (El cielo es real) aparecerá en breve y Fox anuncia un estreno a final de año de Éxodo, dioses y reyes con Christian Bale en la figura de Moisés.



A punto de terminar el blog me llega una noticia de que aunque las iglesias se están vaciando, en Gran Bretaña aumentan los candidatos a pastor en la iglesia anglicana y al sacerdocio en la católica. Los escépticos dicen que la crisis con falta de trabajo está debajo de este hecho, pero yo prefiero ver brotes verdes, los mismos que llevan a la industria del cine a hacer películas con temática religiosa. Si lo hacen es porque piensan que el público está interesado.