Las superioras generales en Roma
El próximo miércoles empezará en Roma la reunión trianual de la Unión Internacional de las superioras generales de las religiosas del mundo entero, en un encuentro que persigue la creación de intercambios y colaboración entre las diferentes congregaciones. Es una manera de aprender unas de otras, para mejorar.
Serán unas 800 mujeres las que acudirán a la cita, que girará en torno a un texto de Mateo en el que Jesús pide a Santiago y Juan que lideren como siervos y no como amos. Otro de los subtemas es ¿Cuál es el papel de las religiosas? ¿Cómo podemos hacerlo crecer? ¿Qué rol tenemos las religiosas en la Iglesia?
El nuevo papa les ha concedido una audiencia privada el miércoles de la próxima semana, antes de la audiencia general. Un hecho que las ha llenado de expectativas porque se la pidieron poco después de su elección y podría haber encontrado mil pretextos para no concederla. De hecho, no recuerdan que ningún papa les haya concedido una audiencia, Benedicto XVI canceló la que estaba programada en mayo del 2010, porque tenía que preparar su visita a Portugal.
Otra visita anunciada es con el cardenal Joao Braz de Aviv, encargado de la congregación de los religiosos desde el 2011, cuando sustituyó al cardenal Franc Rodé que no acudió a la asamblea de las religiosas en el 2010, alegando que tenía que salir de la ciudad para atender otro evento. ¿Qué evento sería más importante?
Con estos antecedentes es normal que se llenen de esperanza porque parece que el nuevo papa “tiene interés en las religiosas, en su vida y en el servicio que hacen” dice Maria Theresa Hoernemann, una alemana que está en el consejo rector. Todas esperan que muestre afecto hacia las americanas, apenadas por saber que Francisco había dado su aprobación a lo acordado por la sagrada congregación de la Doctrina de la Fe, que las colocó bajo la autoridad de tres obispos. De hecho, unos de los actos programados es la presentación que Sor Florence Deacon, (un apellido curioso para una mujer) superiora general de las Hermanas de San Francisco en Wisconsin y presidenta de la LCWR, hará sobre la situación actual.
Religiosas de todo el mundo hablarán sobre distintos temas entre los que se encuentran: la autoridad de la Biblia, los esfuerzos por terminar el tráfico de personas y la manera de que las diversas congregaciones puedan colaborar entre sí para mejorar la situación de los que sufren en el mundo.
Esperemos y recemos para que sus reuniones tengan fruto y vuelvan a sus trabajos con renovada alegría y entusiasmo para implantar el Reino de Dios. Son las más numerosas obreras de la mies con lo que sus actitudes son muy importantes para el devenir de la Iglesia Católica.
Serán unas 800 mujeres las que acudirán a la cita, que girará en torno a un texto de Mateo en el que Jesús pide a Santiago y Juan que lideren como siervos y no como amos. Otro de los subtemas es ¿Cuál es el papel de las religiosas? ¿Cómo podemos hacerlo crecer? ¿Qué rol tenemos las religiosas en la Iglesia?
El nuevo papa les ha concedido una audiencia privada el miércoles de la próxima semana, antes de la audiencia general. Un hecho que las ha llenado de expectativas porque se la pidieron poco después de su elección y podría haber encontrado mil pretextos para no concederla. De hecho, no recuerdan que ningún papa les haya concedido una audiencia, Benedicto XVI canceló la que estaba programada en mayo del 2010, porque tenía que preparar su visita a Portugal.
Otra visita anunciada es con el cardenal Joao Braz de Aviv, encargado de la congregación de los religiosos desde el 2011, cuando sustituyó al cardenal Franc Rodé que no acudió a la asamblea de las religiosas en el 2010, alegando que tenía que salir de la ciudad para atender otro evento. ¿Qué evento sería más importante?
Con estos antecedentes es normal que se llenen de esperanza porque parece que el nuevo papa “tiene interés en las religiosas, en su vida y en el servicio que hacen” dice Maria Theresa Hoernemann, una alemana que está en el consejo rector. Todas esperan que muestre afecto hacia las americanas, apenadas por saber que Francisco había dado su aprobación a lo acordado por la sagrada congregación de la Doctrina de la Fe, que las colocó bajo la autoridad de tres obispos. De hecho, unos de los actos programados es la presentación que Sor Florence Deacon, (un apellido curioso para una mujer) superiora general de las Hermanas de San Francisco en Wisconsin y presidenta de la LCWR, hará sobre la situación actual.
Religiosas de todo el mundo hablarán sobre distintos temas entre los que se encuentran: la autoridad de la Biblia, los esfuerzos por terminar el tráfico de personas y la manera de que las diversas congregaciones puedan colaborar entre sí para mejorar la situación de los que sufren en el mundo.
Esperemos y recemos para que sus reuniones tengan fruto y vuelvan a sus trabajos con renovada alegría y entusiasmo para implantar el Reino de Dios. Son las más numerosas obreras de la mies con lo que sus actitudes son muy importantes para el devenir de la Iglesia Católica.