Ayer leí en el periódico que los gobiernos de los países del G-9, han acordado un plan para acabar definitivamente con el hambre en los países del Tercer Mundo. Estos dirigentes enviarán a los pueblos menos desarrollados, millones y millones de euros para favorecer la economía de estos países y así hacer posible que la gente que dejaba su tierra debido al hambre, no tenga que emigrar y pueda vivir dignamente en su país.

Ayer fue noticia que, mientras la gente continúe migrando, los estados acogerán a los refugiados y a aquellas personas que por diversos motivos hayan de dejar el propi país.

Leí ayer que los dirigentes del G-9 firmaron un documento para acabar del todo con la industria bélica y que destinarán el dinero que se utilizaba para fabricar armas, al desarrollo de los pueblos.

También leí ayer, que los estados de todo el mundo firmaron un documento que les compromete a acabar con las guerras y a parar la amenaza nuclear.

Leí ayer que el Primer Mundo subministrará las vacunas necesarias, para que todas las personas del Tercer Mundo puedan ser vacunadas.

Ayer fue noticia, que el gobierno español y todos los partidos del arco parlamentario, tomaron las medidas necesarias para localizar los restos de las personas fusiladas durante la guerra civil y enterradas en cunetas, para que así puedan tener un lugar digno y ser recordadas por sus familiares.

Leí ayer también, que los gobiernos de todos los estados sin excepción, liberarán de los centros penitenciarios todos los presos políticos y acogerán a sus exiliados, sin que hayan de sufrir represalias.

Otra noticia de ayer fue el acuerdo que firmaron los partidos políticos españoles, para dejar de lado los insultos, los exabruptos y las mentiras en los debates parlamentarios.

Leí ayer que los diputados y los senadores y los alcaldes de las grandes ciudades, así como los miembros del gobierno del estado y de las comunidades autónomas, renunciarán su actual asignación económica, para cobrar lo que cobraban antes de entrar en política y de esta manera no aprovecharse de la nueva situación que viven.

Ayer leí que los obispos valencianos han presentado a la Conferencia Episcopal Española, el Misal traducido por la Acadèmia Valenciana de la Llengua, para que sea aprobado y de esta manera todas las parroquias valencianoparlantes puedan celebrar la Eucaristía en valenciano.

También leí ayer que los obispos valencianos han reconocido (y valorado) el papel tan importante en la Iglesia,del sacerdote Vicent Sorribes y del P. Pere Riutort y por eso han organizado un homenaje a estos presbíteros, así como al profesor Sanchis Guarner, Avel·lí Flors, Enric Valor y Francesc Ferrer Pastor, miembros de la Comisión Litúrgica de la Provincia Eclesiástica Valentina, que gracias a su trabajo hicieron posible la aparición del Llibre del Poble de Déu.

Leí ayer que los obispos del País Valenciano están estudiando, finalmente, nuestra lengua y que la introducirán a los seminarios valencianos, para así, tanto ellos como los futuros presbíteros puedan celebrar la liturgia en valenciano.

Leí que el papa ha firmado un decreto, por el cual establece que el celibato para los presbíteros será opcional. Al mismo tiempo, la Santa Sede ha reconocido la dignidad de las mujeres, que, en un primer momento, podrán ser ordenadas diaconisas.

Leí que, a partir de ayer, los obispos de la Iglesia serán elegidos por las comunidades cristianas, de la misma manera que fue elegido por el pueblo (entre muchos otros) el obispo Ambrosio, en Milán.

Ayer leí que los políticos del País Valenciano han llegado a un acuerdo para blindar el valenciano, para quede fuera del debate político y nunca más sea utilizado de forma partidista. Los mismo políticos han aprobado la inmersión lingüística, para favorecer (desde la pedagogía y no desde la ideología), el valenciano, ya que, desde hace siglos, se encuentra en situación de inferioridad en relación al castellano.

Leí ayer que el rey Felipe VI aprobará la celebración de un referéndum para poner a votación la monarquía, para que los ciudadanos españoles puedan decidir si prefieren un estado monárquico o republicano.

También fue noticia ayer, que el gobierno del estado ha aprobado la celebración de referéndums de autodeterminación (como defendía el PSOE hace tiempo), para que las naciones del estado puedan decidir libremente su futuro, de una manera libre y democrática.

Ayer leí que el gobierno del estado y el Tribunal Supremo, han anulado las causas penales contra el movimiento independentista.

Leí ayer que los jueces y los magistrados, como les pedía el papa (Religión Digital, 10 de diciembre de 2021), invertirán el rumbo de sus sentencias para afirmar y defender los derechos de los más débiles de la sociedad.

Leí ayer también, que el periodismo más amarillo, ha aprobado dejar de lado la práctica del chantaje, el exhibicionismo y la manipulación que hasta ahora practicaba.

Ayer fue noticia, que la Administración invertirá todo lo que haga falta en Sanidad, aumentando la ratio de médicos, enfermeras y auxiliares de enfermería en los hospitales y en los Centros de Atención Primaria.
Leí ayer también que la educación será gratuita para todos los niños y niñas, para asegurar la igualdad de oportunidades para todos los jóvenes.

Leí ayer que las eléctricas han decidido regular el precio de la luz, para abandonar los precios abusivos que había hasta ahora.

Ayer fue noticia que los miembros del Tribunal Supremo y de los diversos Tribunales de Justicia de las comunidades autónomas, han acordado despolitizar la Justicia.

Leí ayer que los labradores, los pescadores y los pastores serán reconocidos como trabajadores esenciales y cobrarán un precio justo al trabajo abnegado que hacen y no como hasta ahora que, trabajando de sol a sol, no pueden vivir de sus cosechas, del ganado que tienen o de la pesca.

También leí ayer que los ancianos que no pueden vivir con sus familias, tendrán residencias asequibles y para todos, para que puedan vivir con dignidad.

Ayer leí que la ley de dependencia llegará a todos los que la necesitan, para que las personas que tienen una discapacidad puedan recibir la ayuda que les hace falta.

Leí ayer que las zonas despobladas, a pesar de la poca cantidad de habitantes, continuarán teniendo médico, sacerdote, farmacia y escuela, para que de esta manera no queden abandonadas.

También leí ayer que el gobierno del estado y del País Valenciano, han iniciado un plan para recuperar a los jóvenes que han dejado la propia tierra y ha habido de buscar su futuro fuera de su familia.

Leí ayer que la ciudadanía ha tomado conciencia del peligro que supone el cambio climático, comenzando a vivir de una manera más sostenible. Y que los ayuntamientos reforestaran las zonas incendiadas.

Ayer leí estas noticias y me alegré mucho que sucediesen, por el hecho que con estas decisiones, el mundo y la Iglesia son un poco mejor.

Pero no me había dado cuenta que ayer, 28 de diciembre, era el día de los Santos Inocentes y por eso estas noticias, desgraciadamente, no eran verdad.