"Aprendamos a asombrarnos, a no dar nunca nada por descontado, sobre todo el amor El Papa, a los jóvenes de Acción Católica: "Dios no quiere 'pescar' a nadie, porque respeta nuestra libertad"
"No sólo en Navidad, cada uno de nosotros es único y cada día es especial"
"Aprendamos a asombrarnos, a no dar nunca nada por descontado, sobre todo el amor: el de Dios y el de las personas que encontramos. Contagiemos nuestro asombro a todo y a todos: de casa en casa, de parroquia en parroquia, de ciudad en ciudad, de nación en nación"
"Así es como Jesús es 'pescador de hombres': contagiándoles la alegría y la maravilla de su amor"
"Así es como Jesús es 'pescador de hombres': contagiándoles la alegría y la maravilla de su amor"
"Aprendamos a asombrarnos, a no dar nunca nada por descontado, sobre todo el amor: el de Dios y el de las personas que encontramos. Contagiemos nuestro asombro a todo y a todos: de casa en casa, de parroquia en parroquia, de ciudad en ciudad, de nación en nación. Así difundimos alegría, confianza y consuelo". El Papa Francisco se encontró esta mañana con los chicos y chicas de Acción Católica Italiana, con quienes compartió un tiempo de risas, abrazos y buenos deseos antes de Navidad.
Y dos deseos, con dos imágenes que sirven para "tomar la iniciativa", como reza el lema del camino formativo de esta institución: la pesca y el asombro. En primer lugar, "pescar, ser pescadores de hombres". ¿Qué significa esto? "¿Quizás «pescar» a la gente, quizás utilizando redes más modernas?", se preguntó.
"Ciertamente, esto no es lo que quiere el Señor. Dios no quiere «pescar» a nadie, porque respeta nuestra libertad. En cambio, ofrece su amor y su salvación a todos, sin exigir nada a cambio y sin exclusión", reflexionó Francisco. "Así es como Jesús es 'pescador de hombres': contagiándoles la alegría y la maravilla de su amor".
Lo que lleva al segundo punto: "el asombro, el saber asombrarse", algo que en estos días parece más posible que nunca. "La Navidad es un tiempo muy especial en este sentido: las calles se llenan de luces, se intercambian regalos, la liturgia se enriquece con bellos cantos y sonidos", resaltó Bergoglio.
"Pensemos en el Belén: ¡cuánto asombro hay allí! Los pastores, los Magos y los demás personajes rodean la gruta con sus caras de asombro, implicando incluso a los animales y a todo el paisaje como en una gran fiesta"
"Pensemos en el Belén: ¡cuánto asombro hay allí! Los pastores, los Magos y los demás personajes rodean la gruta con sus caras de asombro, implicando incluso a los animales y a todo el paisaje como en una gran fiesta", subrayó, aunque advirtió: "Cuidado, porque esto no sólo ocurre en Navidad. Toda nuestra vida, de hecho, es un don extraordinario: cada uno de nosotros es único y cada día es especial, como le gustaba decir al beato Carlo Acutis".
"Contagiemos nuestro asombro a todo y a todos: de casa en casa, de parroquia en parroquia, de ciudad en ciudad, de nación en nación. Así difundimos alegría, confianza y consuelo", finalizó el Papa, quien agradeció a los chicos sus regalos para los más necesitados. "Os animo a estar siempre cerca, en la oración y en la caridad, de los que sufren, de tantos jóvenes que, como vosotros, están enfermos de hambre, de guerra, de enfermedad".
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