Siempre he creído que la política es (o ha de ser) un arte noble con el cual unos hombres y mujeres sirven a los ciudadanos. La política no habría de ser un espectáculo ni tampoco un vodevil. Ni aún menos un concurso de despropósitos, insultos o de falta de delicadeza y de respeto hacia el adversario. Y desgraciadamente la política a veces se convierte en un gallinero donde predomina la ley de la selva. Por eso los políticos se habrían de limitar a resolver los problemas de los ciudadanos, y sobre todo a no crear nuevos problemas, ni tampoco s habrían de dedicar a decir boutades. Si todos hemos de pensar lo que decimos, eso es más necesario todavía en los políticos.

Los políticos habrían de pensar con la cabeza, no con las vísceras. Habrían de utilizar mejor la cabeza. Y es que los políticos no habrían de dedicarse a hacer tuits “graciosos” y ofensivos en la red. Y menos todavía a incitar al odio. Por eso he encontrado ofensivo y de muy mal gusto el comentario del senador por Castelló de la Plana, Carles Mulet, incitando al odio, con su tuit sobre volar la cruz de Cuelgamuros con dinamita. Y no vale decir que era un tuit irónico o hecho de broma. Porque ¿como calificaría el Sr. Mulet a alguien que dijese que se ha de volar con dinamita el Congreso de los Diputados, la ermita de la Magdalena de Castelló de la Plana, los estudios de la televisión valenciana, À Punt, la iglesia del Salvador de Borriana o la con-catedral de Santa María de Castelló de la Plana?

Fui muy amigo de Francesc de P. Burguera y de Francesc Ferrer Pastor, fundadores del embrión del actual Compromís. Y soy muy amigo del presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera y de la exalcaldesa de Carlet, por Compromís, Mª Josep Ortega. Y también de los profesores Joan Francesc Mira y Vicent Pitarch, hombres y mujeres extremadamente respetuosos con las ideas de los demás. Por otra parte, siempre he admirado la sensibilidad y la educación de la exvicepresidenta del gobierno del País Valenciano, Mónica Oltra, por las fiestas y ls tradiciones valencianas y por la religiosidad popular, en sus declaraciones tan llenas de sentido.

Pero el tuit incendiario (aunque sea irónicamente) incitando al odio del senador Mulet, se asemeja a la barbarie de los talibanes que destruyeron con dinamita auténticas obras d arte. Me es igual que la cruz de Cuelgamuros no sea una obra de arte como lo eran las que destruyeron los talibanes.

El senador “Dinamita” habría de recordar que los que utilizan o incitan la violencia(aunque sea irónicamente), es porque les faltan razones. La palabra es el arma de los demócratas y todavía más de los políticos. No la dinamita. Porque es la fuerza de la razón y no la razón de la fuerza lo que habría de caracterizar el trabajo de los políticos.

En política las cosas no se resuelven con dinamita, ni con la “dialéctica de los puños y las pistolas”, que decía aquel, sino con la palabra y la razón. Por eso en valenciano tenemos esta expresión tan bonita de enraonar (razonar), es decir: utilizar la razón.

Juntos por España denuncia al senador de Compromís, Carles Mulet. https://t.co/2dGH0JDXYR

— Andrés Santo (@AndresSanto_) January 11, 2023

Si hace unos meses otro dirigente de Compromís, el Sr. Natxo Costa, también para hacer una gracia, dijo que prohibiría las misas y las procesiones, ahora el senador “Dinamita” imita a su compañero de Compromís y nos sale ahora con su gracia de dinamitar la cruz de Cuelgamuros.

Estoy de acuerdo con la Ley de Memoria Histórica como un medio para fortalecer el estado de derecho y la democracia y para reparar la barbarie franquista. Pero (y ni que sea para hacer una gracia), utilizar la barbarie de la violencia con la dinamita, me parece inapropiado para un servidor público al cual (por cierto) le pagamos todos los ciudadanos.

Es muy humano cometer errores. Pero es de personas con sentido común rectificar-los y pedir disculpas por ellos. Y además, pensar muy bien lo que se escribe en las redes. No escribir desde las vísceras sino con el cerebro. No incitando la violencia, sino trabajando por la concordia, la libertad y el respeto a los adversarios. Es esto lo que creo yo y lo que haría si hubiese dicho la gracia que dijo el senador “Dinamita”.