Estamos limpiando el seminario. Las salas están vacías. Estamos esterilizando con la lejía que llegó el año pasado en los contenedores. Hemos construido un hangar para trabajar los muebles con un equipo, el de puertas y ventanas.

A otros grupos de carpinteros de Bangassou, encargaremos 300 sillas, 50 mesas a otros, armarios... Aquí hay muy buen ánimo. Vienen por grupos cada día. El seminario está lleno de cascotes que vamos llevando para tapar agujeros.

Luego hay un grupo de albañiles para hacer los bancos de la gruta mariana y del estrado donde celebraremos dos ordenaciones diaconales el 30 de mayo, precedido de una peregrinación diocesana.

El lunes llegan los pintores. Ya hemos comprado todo el material. Todos los muros están muy sucios. Luego la capilla, los bancos, el sagrario y el altar pues se lo han llevado todo.

Cuando fui el otro día al seminario apenas llegué a Bangassou, no vi el vandalismo ni la suciedad: solo dije un gran ufff porque el seminario estaba ya vacío. Es otra visión de la que hemos tenido durante 4 largos años.

Tardaremos en arreglarlo todo pero se hará poco a poco. Las autoridades insisten en que hagamos el muro. Pero son más de 300 metros y costará mucho. Ya estamos viendo modelos.

Yo estoy bien, pero cansado. Me siguen pesando las piernas como en Córdoba y ahora me duelen los dos tendones de Aquiles.

Las monjas están con Covid19. Intentamos protegernos todos. Anteayer murió un humanitario de 40 años de Covid19, no podía respirar y se fue apagando. Es el segundo que muere aquí en Bangassou. Fíjate, que yo creo que el 50% de la población ya está inmunizada. Pero el virus viene de Bangui, la cepa inglesa traída por los militares de la ONU cuando han ido de vacaciones y ahora se ha vuelto a extender.

Hoy han llegado los rusos a Bangassou. Están pasando casa por casa buscando armas y mercenarios escondidos o disfrazados. Francia no apoya esto, pero Rusia es la única que está ayudando a Centroáfrica. La UE está mosqueada, al lado de Francia. Hay un sentimiento anti francés y anti Minusca marroquí muy grande. Los marroquíes han estado aquí 5 años y solo han protegido a la comunidad musulmana, apoyándose en la misión católica, que es la que ha prestado el seminario. Ahora va a cambiar y van a poner a soldados ruandeses. Pero con los rusos apoyando a los militares de aquí, las FACA, la Minusca pasa a un segundo plano y ya no es protagonista en nada.

Además del seminario hay que reconstruir la misión de Niakari y la de Bakouma. Por eso son tan importantes los contenedores que van a venir, pues traen muchas cosas fundamentales para intentar reconstruir lo destrozado.

Gracias por preocuparos de mí y de mi Diócesis. Seguimos en oración. Un abrazo a todos.

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