No se lo van a perdonar al cardenal Rodríguez Maradiaga.
Me ha llamado la atención, aunque no me ha sorprendido, la masiva información y toda en el mismo sentido de Redes Cristianas sobre aquellos sucesos. Pero, como no pasé de la lectura de los titulares, tampoco me instruyó o me desinstruyó más lo que allí se decía, salvo extrañarme que un suceso político tuviera tanto eco en unas páginas que se dicen cristianas y siempre volcadas a favor de los Castro, de Chávez, Evo, Correa, Ortega y todos esos demócratas de toda la vida que están llevando a Hispanoamérica a unas cotas de libertad hasta hoy desconocidas.
Ayer o anteayer leí que nuestro inefable Bono se extrañaba del silencio del cardenal hondureño Rodríguez Maradiaga pero tampoco me pareció que era motivo suficiente para traer a Honduras a la torre de esta cigüeña. Pero hoy me ha hecho cambiar de opinión un artículo de Clarín que me ha hecho llegar un amable lector.
No voy a hablar del golpe, del contragolpe o de lo que haya sido aquello sino del cardenal Maradiaga, contra el que arremete el periódico argentino. Este salesiano simpático, humilde y mediático se había convertido en bandera del progresismo en el Sacro Colegio. Al fallecimiento de Juan Pablo II quisieron algunos vendernos su figura como el nuevo Papa restaurador del Concilio frente a la restauración integrista del Pontífice polaco. Me sorprendió el intento porque Maradiaga se había manifestado siempre en una línea wojtyliana. Y hasta llegué a pensar que no estaba yo bien informado sobre el arzobispo de Tegucigalpa.
Pero en el cónclave desapareció el salesiano para dar paso a un jesuita antipático, orgulloso y poco mediático que fue barrido por el huracán Ratzinger. Dado el monumental fracaso, los de siempre volvían, de cuando en cuando, a lanzar la candidatura Maradiaga para el próximo cónclave, supongo que por encontrarse como en 2005 sin un candidato de los suyos. Y el derrotado Bergoglio cumple en diciembre 73 años mientras que Maradiaga es exactamente seis años más joven.
Pues en esas estábamos cuando el periódico argentino Clarín de ayer nos dice que Maradiaga "ha quedado descartado par reemplazar en un futuro a Benedicto XVI" y que es "despreciado desde Roma". Por "su gesto lamentable". "Ha perdido todas las posibilidades que aún se le adjudicaban como sucesor del actual pontífice y se ha ganado un merecido desprestigio entre los mismos que con él y sus posturas sociales se entusiasmaban".
Casi nada, ¿verdad? Y todo por apoyar e incluso inspirar a los golpistas. Según nos dice Clarín.
Pues ¿qué quieren que les diga? Repito que no sé apenas nada de lo que ocurrió en Honduras. Pero, de entrada, me fío muchísimo más del cardenal Rodríguez Maradiaga y de la Iglesia hondureña que de los hermanos Castro, el matrimonio Kirchner, Chávez, Evo, Ortega, Correa y demás congéneres. Incluidos Obama, Zapatero y Moratinos.
http://www.clarin.com/diario/2009/07/05/um/m-01953175.htm