“¿Acaso éstos no son hombres?”Grito profético hace 500 años
En 1493 el para Alejandro VI concede a los reyes de Castilla y León “todas y cada una de las islas y tierras que hasta el momento han sido halladas por vuestros envidos”. Es innegable la entrega incondicional de muchos misioneros que llevaron la fe a los pueblos recién descubiertos. También es laudable que sólo en España se planteara con profundidad si era legítima la conquista. Pero también es un hecho lamentable que ya en la práctica, se impuso la ideología del colonialismo, y los expedicionarios, ciegos de codicia, buscaban únicamente el oro. Recomiendo un libro del teólogo peruano Gustavo Gutiérrez titulado “Dios o el oro de las Indias”. Con esta ideología se implantó el sistema de las encomiendas: con la excusa de cuidarlos, los conquistadores se repartían los indios a quienes trataban como esclavos.
Esto sucedía en 1510 los primeros dominicos llegaron a la “Hispaniola”, la isla actualmente compartida por República Dominicana y Haití. Al ver el sometimiento y opresión de los indios indefensos, los misioneros reflexionaron en comunidad y decidieron denunciarlo públicamente. No podían callar pues “ a ello estaban obligados por la profesión que habían hecho”. Prepararon un sermón que uno de ellos, Antonio de Montesinos, lanzó ante las autoridades de la colonia:
"Yo soy la voz de Cristo que clama en esta isla y, por tanto, conviene que lo oigáis con toda atención. Todos estáis en pecado mortal y en el vivís y morís por la crueldad con que tratáis a estas inocentes gentes. Decid: ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tal horrible rervidumbre a estos indios? ¿ con que autoridad habéis hecho tan destestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas de ellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido con sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que los dais incurren y se mueren y, por mejor decir, los matáis por sacar y adquirir oro cada día?.¿ Estos no son hombres? ¿no tienen almas racionales? ¿ estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos?”.
Este Sermón nos lo ha transmitido fray Bartolomé de Las Casas que se unió a la comunidad de dominicos en la Española, y fue defensor de los indios. Aquel grito profético sigue teniendo actualidad. Lo veremos en el próximo post.