Mensaje con motivo del Día Internacional de la Fraternidad Humana Monseñor Cabrejos: “Que en nuestras iglesias locales podamos experimentar verdaderos vínculos de fraternidad”
“El verdadero compromiso del amor fraterno más allá de las diferencias y condiciones de la persona herida”
“Trabajar juntos hoy más que nunca frente a la Pandemia que nos agobia, para que en nuestras iglesias locales y comunidades podamos experimentar verdaderos vínculos de fraternidad y solidaridad; a vivir lo esencial, dejando de lado lo superfluo, rechazando las políticas falsas que buscan ideologizar y confundir a la población, de manera especial a los pobres y sencillos, olvidando la defensa y protección de la dignidad de la vida y la salud”
“Signo de esperanza y de unidad, para sembrar paz, unión y reconciliación entre todos”
“Signo de esperanza y de unidad, para sembrar paz, unión y reconciliación entre todos”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Este 4 de febrero, día en que se celebra el Día Internacional de la Fraternidad Humana, el Consejo Episcopal Latinoamericano y de El Caribe – CELAM, en una nota firmada por su presidente, Monseñor Miguel Cabrejos, ha querido unirse al Papa Francisco “para ayudar a promover ‘una cultura de respeto recíproco, en la comprensión de la inmensa gracia divina que hace hermanos a todos los seres humanos”.
En sus palabras, Monseñor Cabrejos recuerda la importancia de la Fratelli tutti en referencia a la fraternidad, recordando la parábola del Buen Samaritano, que nos muestra “el verdadero compromiso del amor fraterno más allá de las diferencias y condiciones de la persona herida”. También nos recuerda el presidente del CELAM que “estamos heridos por la indiferencia”, y que somos samaritanos, llamados a “buscar amar al otro”.
La nota también hace una invitación “a renovar el compromiso asumido en Aparecida como discípulos misioneros”, algo que en este año ocupa un lugar fundamental en la agenda del CELAM con la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Esto se debe concretar, según Monseñor Cabrejos en “trabajar juntos hoy más que nunca frente a la Pandemia que nos agobia, para que en nuestras iglesias locales y comunidades podamos experimentar verdaderos vínculos de fraternidad y solidaridad; a vivir lo esencial, dejando de lado lo superfluo, rechazando las políticas falsas que buscan ideologizar y confundir a la población, de manera especial a los pobres y sencillos, olvidando la defensa y protección de la dignidad de la vida y la salud”.
La nota se encierra pidiendo “que Santa María de Guadalupe, nos acompañe y ayude a ser una Iglesia Misionera y en Salida”, una Iglesia que sale “al encuentro del necesitado”, que es “signo de esperanza y de unidad, para sembrar paz, unión y reconciliación entre todos”.