La fiesta de la Sagrada Familia ha sido oportunidad para que el Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM lance un mensaje, firmado por su presidente, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, en el que “renueva su compromiso con las familias de nuestro continente y siente el llamado apremiante a caminar con ellas, en sinodalidad, escuchando sus clamores y discerniendo junto con ellas nuestra misión”.

No son momento fáciles para muchas familias en el continente, lo que ha llevado al CELAM a mostrar una cercanía, oración y solidaridad especiales “con las familias que sufren el rigor de la pandemia del Covid-19”, algo muy presente en los diferentes países, a lo que se une, como recuerda la nota, “el flagelo de la pobreza y tantos otros males que laceran su dignidad de hijos e hijas de Dios, como la violencia, la explotación, la trata y la discriminación cuando se ven en la necesidad de migrar, compartiendo así la condición de vulnerabilidad que experimentó la familia de Nazaret cuando huyó a Egipto para preservar la vida”.

Recogiendo palabras de Amoris laetitia y Fratelli tutti, Monseñor Cabrejos dice reafirmar “nuestra opción por la defensa de la vida y la dignidad de las familias latinoamericanas y caribeñas, en perspectiva de esperanza”. En sus palabras define a las familias como “auténticas escuelas de Evangelio y pequeñas Iglesias domésticas”, mostrando que son “cuna de fraternidad y amistad social”, insistiendo en que “ellas constituyen el primer lugar en el que se viven y se transmiten los valores del amor y de la fraternidad, de la convivencia y del compartir, de la atención y del cuidado del otro”.

Finalmente, el arzobispo de Trujillo, aboga por dar los pasos, fundamentados en “la fuerza del amor que habita en los hogares”, que “nos permitirá alcanzar el sueño de ser una única ‘familia humana’, priorizando la solidaridad, la misericordia y la opción por los más necesitados, para hacer posible la fraternidad universal y transitar por sendas de justicia y paz”.