El Consejo del Programa Universitario Amazónico se ha reunido en Manaos 27 y 28 de agosto PUAM: Recuperar las utopías del pasado para construir un sistema educativo diferente
“Profundizar en las cuestiones de educación, pero con una mirada diferente y una educación que no se queda en la institución, sino que sale a las comunidades, que sale a la gente”
“El Programa Universitario Amazónico es la oportunidad para aquellos que, viviendo en el territorio, no tienen acceso a una educación de calidad y con amplia información, porque la formación universitaria tradicional no responde a las necesidades que tiene cada uno de los territorios”
Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica
El Consejo del Programa Universitario Amazónico (PUAM), se ha reunido en Manaos el 27 y 28 de agosto de 2024. Un organismo nacido de las propuestas del Sínodo para la Amazonía, que busca recuperar las utopías del pasado para construir un sistema educativo diferente, desde y junto a los pueblos indígenas. Se impulsa su protagonismo, ser los sujetos de las transformaciones, construir un futuro desde lo que ellos son, con una educación que promueva los valores de cada pueblo, teniendo en cuenta el territorio, espacio sagrado que integra su historia, relaciones sociales y modo de vida.
Llegar a los vulnerables
En busca de una compatibilidad creíble entre la fe y la razón, que caminen de la mano para potenciar el ser humano y construir sociedades más humanas, más fraternas, mas próximas de Dios, como los ha animado el prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, cardenal José Tolentino de Mendoça, que, en un mensaje en video, desafiaba al PUAM a llegar a los vulnerables en el territorio amazónico.
El PUAM ha establecido alianzas con diversas instituciones universitarias, entre ellas la Facultad Católica del Amazonas de la archidiócesis de Manaos, según la Coordinadora de Extensión, Investigación y Postgrado, profesora Elisângela Maciel, un camino común que comenzó el año pasado, “estrechando lazos, discutiendo algunos puntos importantes, y con la misma preocupación de profundizar en las cuestiones de educación, pero con una mirada diferente y una educación que no se queda en la institución, sino que sale a las comunidades, que sale a la gente”.
La profesora señala que “estos programas han sido alineados para que podamos lograr la mayor capacitación posible para aquellos que necesitan capacitación y no tienen acceso a la institución, no tienen acceso a los medios todavía”. Dijo que “el programa, pretende facilitar esto, los programas del PUAM, se van a desarrollar en varios cursos con diferentes perspectivas y orientaciones, pero apuntando a una formación más profunda que permita a las personas ocupar determinados espacios como líderes, pero también en su vida profesional”.
Trabajar desde el acompañamiento a las comunidades
La colaboración de las Hermanas Lauritas con el PUAM se basa en el hecho de que el trabajo de esta congregación “se desarrolla entre los pueblos indígenas en toda América Latina”, como afirma la hermana Maritza Monsalve. Según la religiosa “acompañamos todos esos servicios donde podemos acompañar y continuar siendo una presencia en medio de ellos”.
El trabajo en la base, en medio de las comunidades amazónicas es algo asumido por muchas personas e instituciones. Una de ellas es María Teresa Sánchez, de la Universidad Católica Andrés Bello – Extensión Guayana, de Venezuela, para quien “el Programa Universitario Amazónico es la oportunidad para aquellos que, viviendo en el territorio, no tienen acceso a una educación de calidad y con amplia información, porque la formación universitaria tradicional no responde a las necesidades que tiene cada uno de los territorios”.
Camino común interinstitucional
Entre los desafíos que tiene que enfrentar el PUAM está la financiación, para lo que el consejo ha sugerido algunos pasos a ser dados. Durante la reunión fueron presentados algunos de los cursos que forman parte del programa, llevados a cabo mediante trabajos en común entre diversas instituciones educativas, que han surgido después de conocer indicadores salidos del territorio. Uno de ellos es un curso sobre salud, del que participan la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.
El Programa Universitario Amazónico participa del Observatorio de la democracia en América Latina, de la Asociación de Universidades confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL). Ante el deterioro y desencanto con la democracia en el continente, el observatorio busca tener incidencia en la mejora de la calidad de la democracia. Una propuesta estructurada en varios pasos del que participan varios investigadores que aportan datos a partir de las informaciones de líderes locales, en el caso del PUAM, en la región amazónica.
Opción por los contextos más oprimidos
Uniminuto, universidad que hoy está presente en 43 municipios de 21 departamentos colombianos, con un amplio programa virtual, surgió como un paso más del Minuto de Dios, iniciado por el padre eudista Rafael García Herreros, que desde 1954 ayuda a reflexionar a los colombianos. Una universidad que en la actualidad cuenta con 248 programas universitarios de los que participan 102 mil estudiantes en Colombia, que ha graduado en 32 años más de 211 mil estudiantes. En un camino conjunto con el PUAM han llevado la universidad a los departamentos del Guainía y el Vaupés, con un porcentaje significativo de indígenas entre el alumnado.
El Jesuit Worldwide Learning lleva la universidad a donde están aquellos que no pueden ir a la universidad, ha hecho opción por trabajar en contextos muy oprimidos, en las zonas más críticas del mundo, entre ellos los pueblos indígenas, teniendo en cuenta que el 46 % de los 500 millones de indígenas en todo el mundo no tienen acceso a la educación básica y sólo 8% llegan a la universidad. Llevan a cabo un trabajo con minorías religiosas, con grupos que sufren la violación de los derechos humanos y aquellos que son afectados por el cambio climático, 11 mil estudiantes en 33 países. Un camino, que sirve de inspiración al PUAM, en el que han ido formando líderes, gestores y animadores comunitarios, como muestra el programa construido y presentado en la reunión.
Un espacio para sumar corazones, para ver que hay mucha gente trabajando en la Amazonía, aunque no se note, para llevarse en el bolsillo las pequeñas cosas que son hechas en tantos rincones. Pero también para descubrir los pasos a ser dados en la construcción de este novedoso programa que tiene como base la sabiduría de los pueblos y se propone como elemento fundamental para el futuro de la Amazonía y de sus pueblos.