Mes de la Biblia La Palabra: centro de la vida de las comunidades amazónicas
Un lema que lleva a reflexionar sobre la importancia del Bautismo y de por él adherirse a Cristo. A ello se une la celebración del Sínodo, que el podemos decir que no último día de este mes, inicia los trabajos de su Asamblea Sinodal con una gran celebración en la Plaza de San Pedro
En estas comunidades, la Palabra, la Biblia se convierte en centro de la vida comunitaria, y eso gracias a innumerables ministros, para mejor decir ministras de la Palabra, que en la celebración dominical reúnen al pueblo alrededor de la Biblia
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
En la Iglesia de Brasil es común que, a lo largo del año, algunos meses tengan una connotación especial. Uno de ellos es septiembre, el Mes de la Biblia. Desde hace décadas, la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), propone el estudio de un libro a lo largo del mes, elaborando círculos bíblicos que reúnen a la gente, muchas veces en pequeños grupos en las casas, para estudiar, generalmente una vez por semana, el tema propuesto.
Estudio de la Carta a los Efesios
En 2023, el lema es "Revestíos de la nueva humanidad", tomado de Ef 4,24, dado que ese, la Carta a los Efesios, es el libro elegido para este año. Un lema que lleva a reflexionar sobre la importancia del Bautismo y de por él adherirse a Cristo. A ello se une la celebración del Sínodo, que el podemos decir que no último día de este mes, inicia los trabajos de su Asamblea Sinodal con una gran celebración en la Plaza de San Pedro.
Poco a poco, el Sínodo, sin olvidar que es el Sínodo de los Obispos, se está convirtiendo en un encuentro de bautizados, donde la presencia con voz y voto de hombres y mujeres que no son obispos se va ampliando. No en vano, la Carta a los Efesios, entre los múltiples elementos presentes, hace un llamamiento a la unidad en la diversidad, una reflexión muy presente en el actual proceso sinodal.
La Palabra sostiene la vida de fe y comunitaria
El Concilio Vaticano II dice que la Eucaristía es la fuente y el culmen de la vida cristiana, una afirmación difícil de entender en muchos lugares de Brasil, especialmente en la Amazonía, donde la celebración eucarística es algo raro, en algunos casos una vez por año, inclusive menos. En estas comunidades, la Palabra, la Biblia se convierte en centro de la vida comunitaria, y eso gracias a innumerables ministros, para mejor decir ministras de la Palabra, que en la celebración dominical reúnen al pueblo alrededor de la Biblia.
La Iglesia de la Amazonía ya hizo propuestas claras y razonables, algo que se puede ver en el Documento Final del Sínodo para la Amazonía, para que esas celebraciones eucarísticas se tornen más habituales, en lo que hasta ahora no se han dado demasiados pasos. Pero hasta que eso, si es que un día se realiza, sea asumido por la Iglesia, es la Palabra la que garantiza la presencia de Dios en medio de su pueblo.
Pensar en nuevos modos de ser Iglesia
Una carta que reflexiona de modo acertado sobre la eclesiología, sobre el modo de ser Iglesia, tema central de Efesios, y que por tanto ayuda a pensar en los caminos que el Papa Francisco quiere abordar en este Sínodo, que no podemos olvidar es un Sínodo sobre la Iglesia, sobre el modo de ser Iglesia, una Iglesia ministerial, que tiene a Cristo como fundamento.
Una nueva oportunidad para entender la importancia de la Palabra en la vida de la Iglesia, pero sobre todo para seguir reflexionando sobre el modo de ser Iglesia. Al final, las discusiones en torno al tema propuesto para el Sínodo deben ultrapasar los muros vaticanos y ser tema de debate en todos los rincones del planeta. Una Iglesia sinodal es un desafío que está presente en cada comunidad, parroquia, diócesis, en la vida de cada bautizado.