Los obispos brasileños están llevando a cabo la Visita Ad Limina, prevista para 2020, pero que la pandemia obligó a postergar. Lo hacen divididos por regionales, dado el alto número de Iglesias particulares y obispos que forman parte de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB).

Esta semana ha sido el turno del Regional Nordeste 2, que engloba las diócesis de los estados de Pernambuco, Alagoas, Paraíba y Rio Grande do Norte. El grupo, formado por 20 obispos y un administrador diocesano, inició la visita este lunes 16 de mayo y la ha encerrado este viernes 20 de mayo, con el encuentro con el Papa Francisco. A lo largo de la semana han ido teniendo encuentros con los dicasterios y organismos de la Curia Romana, así como celebraciones eucarísticas en las Basílicas Mayores de Roma.

La semana anterior a la visita en sí, los obispos peregrinaron en algunos lugares de Italia, como Asís, llevando a cabo un intercambio de la vida pastoral y espiritual de las 21 Iglesias particulares que forman parte del Regional Nordeste2, buscando preparar una visita en la que han querido “compartir nuestra historia eclesial y misionera vivida en los últimos años, especialmente las dificultades y esperanzas de la pandemia", según el obispo de Garanhuns y presidente de la CNBB NE2, Mons. Paulo Jackson Nóbrega de Sousa.

Tras visitar diferentes congregaciones, dicasterios y organismos de la Curia, los obispos han presentado al Santo Padre a lo largo de dos horas de encuentro, un informe sobre la vida pastoral de sus respectivas diócesis, haciendo especial hincapié en lo vivido en este tiempo de pandemia.

Tras escuchar a los obispos, el Papa Francisco ha hecho ver a los prelados, como informa Vatican News, la importancia de la cercanía con Dios, el clero y el pueblo. El presidente del Regional ha señalado que el Santo Padre les ha aconsejado que sean "como hermanos mayores que acompañan, que rezan, que participan en la vida de su pueblo y con el pueblo de Dios".

Mons. Paulo Jackson ha destacado que el hecho de que el Papa Francisco rompa todos los protocolos y formalidades, es algo que "nos tranquiliza profundamente”. En ese sentido destacó que “no hubo discursos. Fue una sentada para dialogar como hermanos: el Obispo de Roma y los obispos de las iglesias particulares del Nordeste de Brasil. Compartimos la vida, nuestras preocupaciones”.

Según el presidente del Regional Nordeste2, “el Papa tiene un sentido muy claro de la realidad que vive nuestro país, tiene una opinión muy clara contra todo tipo de clericalismo, esta cultura del clericalismo que destruye y es perniciosa”. Junto con ello, el obispo de Garanhuns ha destacado que “el Papa nos habló de la cercanía, de la cercanía a Dios, de la cercanía del obispo a su clero, de la cercanía a sus hermanos obispos y de la cercanía al pueblo”. 

Entre los temas tratados ha citado que “hablamos de la catequesis y de la iniciación a la vida cristiana; del cuidado de los pobres, de las consecuencias de la pandemia, de la presencia de los obispos como hermanos mayores que acompañan, que rezan, que participan en la vida de su pueblo y con el pueblo de Dios. Y cómo el pueblo de Dios hace realidad la vida cristiana en la porción del Pueblo de Dios que le ha sido confiada”. Tras el encuentro, Mons. Paulo Jackson ha dicho que “nos vamos de aquí inmensamente felices, rezando por el Papa y también con la certeza de que el Papa reza por nosotros".