La REPAM inicia una campaña pidiendo vacunas para todos 100.000 muertos por Covid-19 en una Panamazonía cada vez más abandonada a su suerte
La Panamazonía ha sido en los últimos 16 meses lugar de escenas dantescas, con gente muriendo sofocada por falta de oxígeno, que se convirtieron en noticia mundial
Distribución de oxígeno, equipos de protección individual, medicinas, material sanitario, material de higiene, comida… se han convertido en algo presente en la vida del día a día de la Iglesia de la Panamazonía
La REPAM está promoviendo una campaña que ayude a tomar conciencia sobre la urgencia de la vacuna en la Panamazonía, buscando así la inmunización de la población para combatir la pandemia de manera integral y permanente
La REPAM está promoviendo una campaña que ayude a tomar conciencia sobre la urgencia de la vacuna en la Panamazonía, buscando así la inmunización de la población para combatir la pandemia de manera integral y permanente
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
100.037 fallecidos y 3.500.761 contagiados por Covid-19 en la Panamazonía, un territorio donde viven unos 33 millones de personas. Esos son los números alcanzados esta semana, según el informe de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), la única institución que, desde el 17 de marzo de 2020, primero diariamente, después tres veces por semana y ahora semanalmente, recopila los datos facilitados por las autoridades sanitarias de cada uno de los 9 países que componen la Panamazonía.
Son números que provocan dolor e impotencia, pues muchas de esas muertes podrían haber sido evitadas si el sistema sanitario fuese realmente eficiente, si no hubiese tanta corrupción, si las vacunas llegasen realmente a la gente. La Panamazonía ha sido en los últimos 16 meses lugar de escenas dantescas, con gente muriendo sofocada por falta de oxígeno, que se convirtieron en noticia mundial, para vergüenza, si es que les queda un poco, de gobernantes que se han desentendido del sufrimiento de la gente, especialmente de los más pobres.
Lo peor de todo es que muchas voces dicen que esos números, ya de por sí altos, no responden a la realidad, siendo todavía mayores de lo que dicen las estadísticas oficiales. En muchos casos, sobre todo en las regiones más remotas, la falta de test no identificó la causa de la muerte y en otros muchos casos las autoridades se empeñaros en maquillar unos números que mostraban su ineficiencia.
A esta situación de muerte se ha unido el hambre, algo cada vez más presente en Latinoamérica y en la Amazonía. Mucha gente ha visto reducidos sus recursos, a lo que se une el aumento de los productos básicos, lo que ha aumentado las necesidades básicas de la población. En esta coyuntura, la acción caritativa de la Iglesia está siendo decisiva, empeñándose en mitigar las consecuencias de la ineficiencia del poder público. Distribución de oxígeno, equipos de protección individual, medicinas, material sanitario, material de higiene, comida… se han convertido en algo presente en la vida del día a día de la Iglesia de la Panamazonía.
La Iglesia también está preocupada con las vacunas en la región. Por un lado, la falta de vacunas y la baja inmunización de la población es preocupante. Por otro, las campañas antivacunas también afectan a quienes viven en la región. Inclusive, esas campañas cuentan con el incentivo de algunos líderes religiosos y gobernantes, como el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, considerado a nivel mundial como uno de los grandes propagadores del virus en Brasil, también en la Amazonía.
Es precisamente Brasil el país donde los números son más altos, con el 74% de los casos y 68% de los fallecidos, quedando Perú en segundo lugar, con el 9% de los casos y 14% de las muertes. Esa situación, la Iglesia, los pueblos amazónicos y las organizaciones vienen reclamando en los últimos meses el acceso a las vacunas, algo defendido también por el Papa Francisco.
Ante la situación actual, la REPAM está promoviendo una campaña que ayude a tomar conciencia sobre la urgencia de la vacuna en la Panamazonía, buscando así la inmunización de la población para combatir la pandemia de manera integral y permanente. Se trata de cobrar de las autoridades el envío urgente de vacunas para la región, y al mismo tiempo, informar a la gente para que no se deje manipular por noticias falsas que provocan dolor y muerte en tanta gente.