"En las hermandades hay que asegurarse de que Dios también está ahí" Cardenal Farrell: "Quien entra en una hermandad, debe prescindir de rencores e individualismos"

Ponencia del cardenal Farrell
Ponencia del cardenal Farrell Xavier Pete

"Como dice el Papa, sed un verdadero pulmón de fe y de vida cristiana; solo amando a la Iglesia, las hermandades podrán hacer su misión"

"La Iglesia confía mucho en vosotras, hermandades"

El cardenal Kevin Joseph Farrell era uno de los primeros en llegar a la Catedral de Sevilla este jueves por la mañana, y ello le permitía pasearse tranquilamente por los entresijos de esta gran casa de hermandades religiosas en la ciudad hispalense. "Estoy meditando bien mi pronunciación española, y espero que Miguel de Cervantes me disculpe por mis errores lingüísticos", decía este irlandés de 77 años, prefecto del dicasterio para los Laicos, delante de Nuestra Señora de Valme, antes de empezar su ponencia con motivo del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular.

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Iniciaba su disertación haciendo un acercamiento antropológico al fenómeno de la casa humana que encuentran miles de cofrades de todo el mundo al enrolarse a estas agrupaciones, las más antiguas entre laicos y donde "todos sus integrantes deben alejarse de la infección de individualismos que hay en las sociedad actuales", decía este cardenal. Una casa que es, a su vez, "escuela para pensar de un modo nuevo", como añadía el cardenal. 
"Las hermandades son, también, escuelas que se unen al presente y al futuro", afirmaba Farrell recogiendo las palabras del papa Francisco. Ello llevaba al ponente a preguntarse cómo poner en contacto las tradiciones litúrgicas con la vida pública de las personas, a menudo alejadas de toda sensibilidad religiosa: "La actitud misionera es clave para esa transmisión", se respondía a sí mismo. 

Farrell, junto al nuncio y a Saiz Meneses
Farrell, junto al nuncio y a Saiz Meneses Xavier Pete

En su afán de definir el comportamiento de las hermandades, quien fue obispo de Dallas añadía que la unidad entre cristianos puede aplicarse en las hermandades a través de la formación cristiana, la comunión y la sinodalidad. "Son tareas y responsabilidades para estas agrupaciones religiosas, que deben acompañar al mundo laico en un proceso gradual y permanente, y a caminos de evangelización y de catequesis". "No son clases de tipo escolar como las entendemos las que deben impartir", advertía, "sino una formación en la fe, como Jesús hizo con sus discípulos".
"En las hermandades hay que asegurarse de que Dios también está ahí". Estas eran las palabras de este camarlengo de la Iglesia católica para ir terminando su alocución, en que centraba también su atención en que "en las hermandades no pueden haber rencores". "Esto no es cristiano", lamentaba. 
Ante la atenta atención de un público menos numeroso que el de este pasado miércoles, con motivo del acto de apertura del congreso en la capital andaluza, Farrell también fijaba sus ideas en el hecho de que se ha producido en la Iglesia, en estos últimos añoa, un "acertado impulso" para valorar el papel de los laicos en toda su estructura.  "Pero aún queda mucho por hacer", puntualizaba. 

Sin pretender que sus palabras se interpretasen como una promoción de los laicos en contra de la perspectiva eclesial, Farrell repetía que "debemos caminar juntos". Para el ponente, el proceso sinodal, "bajo la guía de los pastores locales", es práctica necesaria en el espíritu de las hermandades. Por ello, admitía que "la Iglesia confía mucho en vosotras, hermandades", y este experto conocedor en vehicular el laicado actual con la misión evsngelizadora animaba a seguir haciéndolo.
"Como dice el Papa, sed un verdadero pulmón de fe y de vida cristiana; solo amando a la Iglesia, las hermandades podrán hacer su misión", apuntaba un Kevin Joseph Farrell que, a pesar de no tener un castellano fluido ("lo he aprendido en las calles de México", argumentaba refiriéndose al país donde estuvo designado como sacerdote tras ser ordenado), se hacía entender entre congresistas, cofrades, obispos y sacerdotes procedentes de España, África y América del Sur.
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