El prelado alemán señala que "las élites a menudo ganan en los desastres" Cardenal Marx: "Puedo rezar en cualquier lugar, nadie, ni siquiera el gobierno, puede quitarme a Dios"

El cardenal de Munich, Reinhard Marx, ha ofrecido su visión de este tiempo de pandemia en una entrevista recogida por katholisch.de. Ahora que se ha reinstaurado el culto en las iglesias alemanas, el hasta hace unos meses presidente del episcopado alemán ha recordado que los templos no han dejado de estar abiertos, pese a que no hayan sido posibles las celebraciones públicas.

Sin dramatismos, mostrando comprensión, el religioso se ha manifestado a favor de las medidas adoptadas por los gobiernos, en lugar de quejarse por ver reducida la tarea de los sacerdotes. "Para nosotros ha sido una situación amarga. Pero no debemos tener la impresión de que queremos tener derechos especiales sobre otros en la lucha contra la pandemia", ha dicho quien se ordenó hace más de 40 años.

Llamando a "no pensar solo en uno mismo", el cardenal ha dicho que no considera que con la paralización del culto se hayan vulnerado derechos fundamentales. "Puedo rezar en cualquier lugar, nadie, ni siquiera el gobierno, puede quitarme a Dios", ha declarado.

Reconociendo, no obstante, lo que ha extrañado durante el confinamiento ("el encuentro, el canto"), se ha referido a la crisis del coronavirus como un momento que ha demostrado que existen otras formas de comunión y comunicación. Sobre la impresionante acogida de lo digital entre los creyentes, ha dicho: "Esto es una señal para que hagamos más en esta área".

Alerta contra la desigualdad

Marx ha explicado que también en los países en los que el grueso de la población disfruta de bienestar, tras la pandemia va a verse aumentada la desigualdad. "Las élites a menudo ganan en los desastres", ha alertado y lamentado.

Empezando por reconocer la "cautela" con la que el gobierno alemán ha abordado la gestión de la crisis sanitaria, el cardenal ha recordado que, como el Papa Francisco, él ya había advertido de "las consecuencias sociales, políticas y ecológicas de un capitalismo desenfrenado". A este respecto, ha declarado que vienen tiempos duros para los más vulnerables -"puedo sentirlo burbujear bajo mis pies"- y ha afirmado que la responsabilidad compartida es el mejor modo de reducir las diferencias entre pobres y poderosos y luchar por el bien común: "Los impuestos son una expresión de corrección, de justicia".