"Tenemos que tomar decisiones, liberarnos de algunas cosas, como los inmuebles o también las estructuras" Cardenal Marx: "Yo también bendeciría a una pareja homosexual"
"Si las personas que se aman piden una bendición, los pastores encontrarán la manera de tratarla bien y hacerla"
"La Iglesia no tiene por qué tener una estructura "monárquica"; su forma exterior puede cambiar. La sustancia -el Evangelio y la celebración de los sacramentos- permanece. Esto no es sin dolor, porque lo viejo es fuerte y lo nuevo debe primero afirmarse. Esto sólo puede lograrse en cooperación"
"¿Por qué no? Siempre depende de la situación. Si la gente me pide una bendición, entonces lo haré". El cardenal Reinhard Marx abrió la puerta a la bendición de parejas homosexuales, durante una entrevista al 'Münchner Merkur', tal y como adelanta Katholisch.de
En la misma, el arzobispo de Munich y Freising reflexionó sobre la "bendición para las personas que se aman" que aparece en el Camino Sinodal. "No queremos centrarnos exclusivamente en un grupo", incidió Marx, quien añadió que, aunque estas parejas no puedan casarse por la Iglesia, "no puede ser que por ello se les excluya de la atención pastoral (...). Si las personas que se aman piden una bendición, los pastores encontrarán la manera de tratarla bien y hacerla".
Abusos: "Tenemos que hacerlo mejor"
Respecto a la crisis de los abusos en la Iglesia, el purpurado admitió que cuando hace 20 años estallo el caso 'Spotlight' en Boston, pensó que se trataba de un escándalo de la Iglesia estadounidense: "Pensamos 'Aquí no es'", reconoció. "Tenemos que hacerlo mejor, y trabajar en esto durante mucho más tiempo".
Sí se muestra esperanzado por la apertura del Sínodo mundial en octubre, reivindicando que "ninguna otra institución aborda el tema tan a fondo como nosotros, ¡ni siquiera el Estado!". Marx, que no estará presente en la cita, recordó que Francisco comenzó a hablar de 'Iglesia sinodal' en 2015, y que ahora "se va concretando", y reivindicó que "la Iglesia no tiene por qué tener una estructura "monárquica"; su forma exterior puede cambiar. La sustancia -el Evangelio y la celebración de los sacramentos- permanece. Esto no es sin dolor, porque lo viejo es fuerte y lo nuevo debe primero afirmarse. Esto sólo puede lograrse en cooperación".
"Habrá una gran transformación de la forma exterior de la Iglesia, pero el mensaje continuará", aseguró. "Ahora nosotros -incluso yo a mis 70 años- tenemos que allanar el camino para ello. Tenemos que tomar decisiones, liberarnos de algunas cosas, como los inmuebles o también las estructuras", finalizó.